IRAK
Estado Islámico está en retirada
El grupo terrorista ya no cuenta las ofensivas por victorias, e incluso tiene que aceptar derrotas importantes, como la de la ciudad de Kobani
José Carlos Rodríguez
Sábado, 7. Febrero 2015 - 10:58
Miembros de las Unidades de Protección del Pueblo kurdo (YPG) vigilan en Kobane, Siria. Según el YPG han conseguido expulsar a los militantes del Estado Islámico. EFE
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El Rey de Jordania, Abdulá II, ha prometido que habrá una “dura respuesta” a Estado Islámico tras el asesinato de uno de sus pilotos, quemado vivo en una jaula. Una imagen que ha sido grabada con profesionalidad, que ha buscado el efectismo y el dramatismo de la muerte del piloto Moaz al-Kasabeh. “La sangre del martir”, dice en referencia al piloto, “no será en vano, pues la respuesta de Jordania y de su Ejército a lo que ha ocurrido a nuestro querido hijo será dura”.
En realidad, Jordania estaba ya participando en la operación conjunta contra Estado islámico. Es una cuestión se supervivencia. La estrategia del ISIS es controlar territorio, aunque sea de Estados ya existentes, y crear sobre él un Estado propio, un califato. Siria e Irak saben muy bien hasta dónde llega el zarpazo del ISIS.
Esa respuesta por parte del rey Abdulá II ha recibido el reconocimiento por parte de Israel y de otros socios contra el ISIS, y el de su propio pueblo. Se ha filtrado una foto en la que el rey de Jordania aparece vestido de militar, pero en realidad esa imagen es de hace ocho meses. Pero el efecto propagandístico es el mismo.
La realidad es que Jordania ha redoblado su esfuerzo contra la organización terrorista, y de hecho han hecho público un video, no tan estudiado como el de ISIS, que recoge su esfuerzo militar contra la organización islamista.
ISIS ha reaccionado diciendo que una rehén estadounidense, Kayla Jean Muller, que había sido secuestrada por la organización terrorista, murió a causa del bombardeo de Jordania.
Un esfuerzo que hurtan ahora Emiratos Árabes Unidos y Marruecos. Pero que está dando sus frutos. Después de unos meses de imparable expansión, el esfuerzo de los ejércitos kurdo y yazidí desde el norte han logrado recuperar la ciudad de Kobani. Un negro manto de destrucción ha caído sobre la ciudad. Los cascotes de los edificios destruidos cobijan los restos de las bombas que los destrozaron. La coalición liderada por los Estados Unidos ha bombardeado a conciencia la ciudad, que ISIS había puesto bajo su control. Forma parte de la región autónoma del kurdistán, que había sido un logro histórico para aquél pueblo.
La práctica totalidad de los habitantes de la ciudad, algo más de 200.000 personas, tuvieron que huir a la vecina Turquía para salvar su vida. Sabían que el futuro en la ciudad bajo el control del ISIS es breve y escaso. Los que han vuelto ya a su casa se encuentran un paisaje desolador. Algunos, la mayoría, encontrarán su casa, pero no es el caso de todos. Y el paisaje que conocían de la ciudad está carcomido por la guerra.
Desde mediados de noviembre, la ofensiva de ISIS ha perdido fuerza. La combinación de ataques aéreos de las fuerzas aliadas y ataques terrestres de los ejércitos de Irak ha dado frutos. Pero los refugiados kurdos, en un territorio tan hostil como Turquía, no se atreven a volver en masa a su ciudad. Se puede contar con que Estado Islámico realizará una contraofensiva en cuanto se vea con fuerzas. Ahora se enfrenta a fuerzas muy superiores y más organizadas que cuando tomó la ciudad, pero no se puede descartar de antemano su fracaso.
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