El grupo terrorista
Estado Islámico impuso hace un año la opresión y la tiranía desde Alepo, norte de Siria, hasta Diyala, este de Irak, bajo lo que denominó "califato" y donde su represión acabó con la vida de más de
12.000 personas.
Se aprovechó de la inestabilidad y los conflictos en ambos países, donde los yihadistas aplican la ley del terror en el territorio que dominan."Podría hablar durante un mes seguido, pero sería insuficiente para describir lo que está haciendo aquí el Estado Islámico", se lamenta Mohamed al Jalif, un sirio que vive en el califato autoproclamado hace un año por los yihadistas.
Matrimonios forzados de mujeres, entrenamiento militar de menores, expolio y de bienes, castigos brutales... La lista de maldades perpetradas por esta organización terrorista es interminable.
Las imágenes de sus métodos represivos han dado la vuelta al mundo. Asesinaron y grabaron en vídeo fusilamientos, decapitaciones, degollamientos y lapidaciones, así como la quema de sus víctimas o su lanzamiento desde azoteas de altos edificios, y sus civiles viven atemorizados continuamente por los castigos, que van desde multas hasta latigazos, disparos o decapitaciones.
Los yihadistas han impuesto, además, su propio programa en los colegios y la educación obligatoria para los menores de 18 años. Quieren garantizar la continuidad del Estado Islámico, de sus convicciones e inculcar su odio hacia Occidente al resto de generaciones.
Sus orígenes
Los orígenes del Estado Islámico, vinculados a Al Qaeda, se remontan a la época de laocupación estadounidense en Irak (2003-2011). A partir de entonces dio el salto a Siria, donde adquirió poder al calor de la guerra, y se independizó de la organización dirigida por Ayman al Zawahiri.
A pesar del acoso aéreo de la ofensiva lanzada por la alianza internacional encabezada por Washington, que apoya a las distintas fuerzas que lo combaten sobre el terreno, el Estado Islámico se ha mantenido firme, y ha logrado su financiación gracias a la venta de petróleo, a los secuestros, la extorsión y al saqueo de antigüedades.
Territorios conquistados
Además ha perpetrado atentados en varios países, ha atraído a miles de combatientes de todo el mundo y su principal radio de acción sigue circunscrito en Irak y Siria.
Los yihadistas establecieron la capital iraquí de su "califato" en Mosul, capital de Nínive, mientras que en Siria establecieron su principal bastión en Al Raqa, norte del país, tras arrebatársela al Frente al Nusra (filial de Al Qaeda) y otras facciones islamistas.
A pesar de que a lo largo de este último año muchos grupos radicales de diferentes partes de África y Asia juraron lealtad al Estado Islámico, los extremistas del también conocido en árabe como 'Daesh' mantienen dos grandes frentes abiertos.
En suelo sirio, el Estado Islámico ha perdido terreno recientemente en el norte frente a las fuerzas kurdas, aunque conserva su capacidad de lanzar ataques como lo demuestran las ofensivas que ha efectuado en Kobani y Al Hasaka, y su avance frente al régimen por el centro del país.
Mientras, en Irak, mantiene en jaque a las fuerzas iraquíes en la provincia occidental de Al Anbar, pese al gran golpe que le propinaron el pasado marzo al arrebatarle la ciudad de Tikrit, al norte de Bagdad.
Tanto en Siria como en Irak, los kurdos han ganado territorio frente a los yihadistas, gracias a que han recibido apoyo de actores regionales, y dinero y recursos, porque se presentan como un socio de fiar para Occidente.
Un año
En vísperas de su primer aniversario, el 26 de junio se atribuyó el atentado perpetrado ese día contra una mezquita chií en Kuwait que causó al menos 27 muertos en pleno ramadán. Ese mismo día, un grupo terrorista cercano ideológicamente responsabilizó en Túnez de un ataque contra dos hoteles en el que murieron 37 turistas, y en Francia, un hombre apareció decapitado tras una ataque a una fábrica de Lyon.
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