Algo muy grave va a suceder en el país. Imagínese usted una casa pequeña donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Se levanta muy temprano y mientras sirve el desayuno se le nota preocupada. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:
-No sé, pero amanecí con el presentimiento de que algo muy grave va a suceder por el desabasto de gasolina
Ellos se ríen de la madre. Dicen que esos son presentimientos de vieja. El hijo se va a jugar futbol con sus amigos , y en el momento en que va a tirar un penal, otro jugador le dice:
-Te apuesto 100 pesos a que no la metes
Todos se ríen. Él se ríe. Tira y falla. Paga y todos le preguntan qué pasó, si era muy sencillo. Contesta:
-Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder por el desabasto de gasolina.
Todos se ríen de él, y el que le ganó los 100 pesos regresa a su casa, donde está su mamá. Feliz con su dinero, dice:
-Le gané estos 100 pesos a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.
-¿Y por qué es un tonto?
-Porque no pudo meter un penal estorbado con la idea de que su mamá dijo que algo muy grave va a suceder por la gasolina.
Entonces le dice su madre:
-No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.
Un tío que es taxista lo oye y decide ir a la gasolinera. Llegando le dice al despachador:
-Véndame 20 litros de gasolina -y en el momento que se la están despachando, agrega-: Mejor véndame 30 litros, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado.
El despachador lo platica con sus compañeros y cuando llega otro cliente, le dice:
-Lleve 40 litros porque la gente anda diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando.
Llega el momento en que todo el mundo en el país está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y los medios hablan del desabasto todo el tiempo.
La tensión había llegado a tanto, las filas de las gasolineras eran tan grandes y el miedo estaba tan marcado que alguien se atrevió a decir:
– Yo me voy.
Agarró su auto, sus hijos, sus cosas y se fue. Pero cuando le gente vio esa reacción hizo lo mismo y empezó a desmantelar la ciudad.
Uno de los últimos que abandona el lugar, dice:
-Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa y entonces la incendió y otros incendian también sus casas.
Huyen en un tremendo y verdadero pánico, por el desabasto de gasolina, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presentimiento diciendo:
-Yo dije que algo muy grave iba a pasar, y me dijeron que estaba loca.
El pasado texto es una paráfrisis del cuento “Algo grave va a suceder en este pueblo” de Gabriel García Márquez, es la forma sencilla de explicarle que una mentira repetida mil veces se puede convertir en verdad y que el pánico colectivo es el peor camino para solucionar un problema. No caiga en el pánico, no se crea lo que le dicen, busquemos alternativas y soluciones. No se preocupe, ocúpese.