Presente y futuro del Estado Islámico: del califato a la cueva
28 ENE 2019 · J. RODRÍGUEZ
“Hemos derrotado al Estado Islámico en Siria”, tuiteó el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para justificar la retirada de sus tropas del país que anunció a finales de 2018. ¿Es cierto que el Estado Islámico (EI) ha sido vencido? Fernando Reinares, investigador sobre terrorismo global y radicalización violenta del Instituto Elcano, defiende en su último estudio que, si bien la derrota militar sí se ha producido, la organización terrorista aún sobrevive.
“Hemos derrotado al Estado Islámico en Siria”, tuiteó el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para justificar la retirada de sus tropas del país que anunció a finales de 2018. ¿Es cierto que el Estado Islámico (EI) ha sido vencido? Fernando Reinares, investigador sobre terrorismo global y radicalización violenta del Instituto Elcano, defiende en su último estudio que, si bien la derrota militar sí se ha producido, la organización terrorista aún sobrevive.
En consonancia con Reinares se expresa Martin Chulov, corresponsal en Oriente Próximo para The Guardian desde 2005. “Retirarse ahora [de Siria] es un extraordinario regalo para el Estado Islámico”, señaló tras la decisión del Gobierno estadounidense.
El también conocido como Daesh, vivió su apogeo en junio de 2014, cuando su califato comprendía una extensión territorial que abarcaba importantes ciudades como Mosul, en Irak, y Raqqa y Alepo, en Siria. De entonces a ahora, el grupo ha perdido el 95% del territorio, incluyendo todas las ciudades mencionadas, además de campos de hidrocarburos como los de Yezl y Kirkuk, que dotaban a la organización de un gran músculo financiero. En las últimas semanas, también han sido expulsados de Hajin y de Al Baghuz, últimas localidades sirias que controlaban, y, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, ya solo tienen presencia en granjas y comunidades rurales del país.
El también conocido como Daesh, vivió su apogeo en junio de 2014, cuando su califato comprendía una extensión territorial que abarcaba importantes ciudades como Mosul, en Irak, y Raqqa y Alepo, en Siria. De entonces a ahora, el grupo ha perdido el 95% del territorio, incluyendo todas las ciudades mencionadas, además de campos de hidrocarburos como los de Yezl y Kirkuk, que dotaban a la organización de un gran músculo financiero. En las últimas semanas, también han sido expulsados de Hajin y de Al Baghuz, últimas localidades sirias que controlaban, y, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, ya solo tienen presencia en granjas y comunidades rurales del país.
Pese a ello, en los últimos días han matado a 15 personas, entre las que hay soldados estadounidenses, sirios y kurdos, en sucesivos atentados en Hasaka y Manbij.
El Ejército sirio y la aviación rusa, por un lado, y las Fuerzas Democráticas Sirias -una coalición militar heterogénea formada por kurdos, asirios y armenios, entre otros-, Estados Unidos y algunas potencias occidentales, por el otro, son los principales artífices de la pérdida de territorio del Estado Islámico.
Sin casi territorio y con una estimación de 2.500 combatientes, el EI, según Reinares, evolucionará hacia un entramado clandestino mundial o incluso unirá fuerzas con Al Qaeda, con la que hasta ahora ha rivalizado por la hegemonía del yihadismo global. “No cabe descartar colaboraciones entre ambas ni tampoco que lleguen a fusionarse”, apunta el investigador. A diferencia de años atrás, Al Qaeda, a través de su filial Al Nusra, está mejor situada en Siria que el Daesh, en gran parte por el apoyo que recibe de Turquía, Arabia Saudí y Qatar, e incluso por parte de Estados Unidos que, según informes que cita el politólogo estadounidense Noam Chomsky -en el libro Optimismo contra el desaliento-, ha proveído de armamento antitanque TOW a la organización terrorista en su lucha contra el presidente sirio, Bashar el Asad.
La retirada de Siria de Estados Unidos debilitará la posición de los kurdos, que perderán el apoyo militar de su hasta ahora principal aliado. Por lo tanto, gran parte de la zona norte del país corre el riesgo de desestabilizarse por las embestidas de Turquía y por la posible infiltración de células terroristas en la zona. Además, y como advierte el periodista británico-irlandés Andrew Cockburn en su obra Kill Chain: Drones y el ascenso de los asesinos de alta tecnología, “cuando matas a un líder sin tener en cuenta sus ra
No hay comentarios:
Publicar un comentario