No seremos como Cuba y Venezuela, decían…
Recientemente, llegó a nuestro conocimiento, una nota difundida por COPARMEX, que asegura que MORENA comienza a formar una estructura llamada Comités de Defensa de la 4T, análoga a los tristemente célebres comités de defensa de la revolución cubanos (CDR), utilizados para detectar y reprimir a los opositores en ese país. Amigos que militan en el partido granate, nos confirmaron que tal cosa, en efecto está ocurriendo en todas las entidades federativas y que dicha estructura se forma utilizando los padrones de beneficiarios de los diversos programas sociales del gobierno federal, aclarando que a quienes se manifiestan reacios a integrarse, los amenazan con retirarles la ayuda y que los operadores, son gente que viene del centro del país y recibe más de veinticinco mil pesos mensuales, a cambio de su labor.
No nos parece extraño ni censurable que un partido político se preocupe por generar estructura electoral afín. El PRI procedió por años de esta manera. El problema aquí radica no en la estructura, sino en el uso que se le pretenda dar a la misma, en este caso, para detectar opositores e inconformes con el régimen y para reprimirlos. Queda muy claro que el propósito de los comités que pretende crear MORENA es inhibir la crítica y el papel que juegan quienes la ejerzan; y señores, un país sin crítica, es lisa y llanamente, una dictadura. No es posible denominarlo de otro modo.
Por otro lado, preocupa de manera sustancial, que los patrones a utilizar de parte de MORENA para consolidarse, no sean los pertenencientes a la versión socialista moderna y de avanzada, como los de los países escandinavos, sino los modelos propios del rancio socialismo bananero, propio de naciones como Cuba y Venezuela, las mismas a las que López Obrador juró y perjuró, que nunca emularía.
Pero lo peor, es advertir en los modelos que pretende utilizar MORENA, la injerencia no solo de patrones extranjerizantes, sino que implican intereses mucho más oscuros aún, como son los que abanderan la masonería y allegados al nuevo orden mundial, como George Soros, personajes que hemos detectado tienen participación preponderante en el partido actualmente en el poder, que tiene entre sus filas a muchos iniciados de estas sociedades, comenzando por el propio López Obrador.
No es un cuento de pescadores, esta situación es visible a partir de identificar en el discurso de MORENA, conceptos absolutamente característicos de la masonería y el nuevo orden mundial.
Ahora entendemos porque razones, MORENA a pesar de la repulsión que experimenta el pueblo mexicano hacia temas como el aborto, los matrimonios entre personas del mismo sexo, la legalización de las drogas, la ideología de género y muchos otros de semejante jaez, insiste en hacerlos parte de su programa de gobierno, promoverlos e incluso imponerlos de grado o por fuerza, a través de los medios de comunicación afines e incluso del proselitismo político.
Lo verdaderamente grave de esto, es el uso que se quiere dar a la estructura que pretende generar MORENA, que trasciende el ámbito estrictamente electoral y aspira a amplificarse y difundirse a todos los aspectos de la vida de nuestra población.
Se pretende, digamoslo con claridad, inhibir la crítica, amedrentar a los críticos y difundir esquemas de vida, no solo socialmente perniciosos, sino que contribuyan a facilitar el control político, económico y social de la vida del país en todos sus ámbitos.
No seremos otra Cuba, ni otra Venezuela decían y lo mismo que no cumplieron, no han cumplido, ni cumplirán promesas como las de bajar de precio la gasolina, acabar con la violencia o vender el avión presidencial, tampoco lo harán con esta.
No me voy a reelegir, se ha cansado de asegurar López Obrador. ¿Por qué entonces se empeña en dar todos los pasos necesarios para hacerlo, que son tener una opinión pública sometida y una población cautiva del asistencialismo estatal?, ¿Qué vamos a hacer al respecto los mexicanos pensantes?, ¿permitiremos que la mal llamada cuarta transformación secuestre nuestro país?
Los mexicanos tienen la palabra.
Dios, Patria y Libertad
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