El presidente Andrés Manuel López Obrador no mintió al decir que la pandemia de coronavirus le vino “como anillo al dedo”, declaración que hizo el pasado 2 de abril y que causó mucha conmoción no solo en el país, sino en otras naciones, donde la situación era crítica.
Hay que recordar que México registró su primer caso de Covid-19 el pasado 28 de febrero. En ese entonces, varios países de Europa y Asia ya empezaban a presentar una crisis sanitaria a causa de la pandemia.

Pero, ¿por qué le cayó como “anillo al dedo” la pandemia a AMLO?

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Fácil, porque la podrá usar de excusa para señalar que a causa del coronavirus no logró que el Producto Interno Bruto (PIB) creciera como él tanto prometía, el cual, cuando resultó ganador de las elecciones de 2018, dijo que aumentaría el 4 por ciento.
Sin embargo, la crisis sanitaria solo vino a exhibir la debacle económica que se vive en el gobierno de López Obrador. Tan solo en 2019, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), México registró una caída del 0.9 por ciento en su economía.
Ahora, con la pandemia y el inminente desplome que se avecina para la economía del país, al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se le ocurrió la brillante idea de empezar a medir la prosperidad y la felicidad, con el objetivo de que el PIB no sea el único indicador económico.
A pesar de que el titular del Ejecutivo insiste en que la economía ya está mejorando, el Banco de México (Banxico) pronostica una súbita caída del 12.8 por ciento para 2020.
Aunado a lo anterior, especialistas apuntan que la economía mexicana no verá niveles óptimos hasta dentro de unos años, incluso el Profesor Emérito del Tecnológico de Monterrey y Director de proyectos del Centro de estudios interdisciplinarios y prospectiva, Raymundo Tenorio, indicó que posiblemente tomaría hasta 10 años salir de la crisis económica que se agravó en este gobierno.