La conspiración mundial a la luz del Islam
Por Abdul Karim Mullor
La paz sobre vosotros
Que vivimos en una época en la que la injusticia y la mentira campan por doquier lo sabemos y reconocemos todos. Que existe una manipulación social, intelectual, educativa e informativa, es un hecho contrastado. Que se quieren invertir los valores humanos intentando convertir a las personas en marionetas y esclavos de un sistema totalmente materialista, no es necesario profundizar en grandes estudios para poderlo ver de una manera nítida y sin dudas, tal y como se divisa la luz del Sol en un día despejado a la hora del Mediodía.
Todo este escenario alimenta la idea de que se haya conformado una “teoría de la conspiración”; pues es cierto que de conspiración organizada se trata todo este escenario que vivimos en el mundo en el que los ricos estafan a los pobres, en la que los poderosos esclavizan, intelectualmente y asimismo materialmente, a los seres humanos, quienes son considerados potenciales productores de riqueza para sus dirigentes. Una dictadura encubierta, que ya no es tan encubierta como lo era antes, y sigue siendo más dictadura cada vez que el tiempo pasa. Un sistema mundial injusto tejido por las clases dirigentes, que no hay que confundir con las clases políticas, que no pueden seguir ganando dinero si no “poseen” a las gentes. Y para poseerlas, hay que anularlas.
Pero este escenario no es nuevo. Volvamos la vista atrás y en la Historia del mundo encontraremos numerosos ejemplos como el nuestro. Eso sí, en tiempos y circunstancias diferentes. Nimrod y Faraón son personajes que rememorándolos nos hacen ubicarnos, sin esfuerzo y tal cual, en las circunstancias que vivimos en esta época.
Siguen lo que practicaron los demonios en el reinado de Sulayman. Pero no fue Sulayman quien cayó en incredulidad, sino que fueron los demonios al enseñar a los hombres la magia que le había sido revelada a los dos ángeles Harut y Marut en Babil.
Estos no enseñaban a nadie sin antes advertirle: Somos una prueba, no caigas en la incredulidad.
Así aprendieron de ellos cómo separar al hombre de su esposa.* Pero no perjudicaron a nadie sin permiso de Allâh.
Aprendieron lo que les perjudicaba y no les beneficiaba y ciertamente supieron que quien adquiriera ese conocimiento no tendría parte en la Última Vida. ¡Ojalá hubieran sabido cuán malo era el precio por el que vendieron sus almas! (2-102)
Para no extendernos innecesariamente podemos decir que las bases de la “conspiración” se encuentran en esta aleya del Corán. Más adelante, dicho “arte” maligno relatado en estas palabras de Allâh ha ido tomando diferentes formas y ramificaciones, así como adaptaciones históricas y técnicas diferentes según las necesidades de cada momento.
Sin olvidar la forma de gobierno promulgada por el Faraón de Egipto, enemigo del profeta Mûsâ y de Nimrod; forma deshumanizada y totalitaria que ha ido viviendo diferentes adaptaciones hasta llegar a nuestros días disfrazada de una inexistente democracia en la que la voz popular ya, previamente, ha sido tomada y dirigida por el poder. Hoy, curiosamente, en esta época en la que se habla tanto de derechos Humanos, se justifican guerras y otras atrocidades en las que mueren cientos de miles de personas. Hoy los lobos se disfrazan de cordero, la mentira y el subterfugio campean a sus anchas en toda la extensión del Planeta.
¿Existe entonces una conspiración? Por supuesto que sí. ¿Se conoce exactamente cómo es y cómo actúa? Pues sencillamente hemos de reconocer que no; que la gran mayoría de los que dicen estar en contra de ella han caído de manera inocente en sus redes tal y como lo vamos a demostrar a continuación.
Los actuales movimientos que dicen luchar contra una conspiración de las clases dominantes, lo que están haciendo no es otra cosa que seguir el plan B de éstas. Evidentemente, los dirigentes de la verdadera conspiración contra el ser humano conocen que hay gente inteligente que puede darse cuenta de sus maniobras; por eso han creado un plan B dedicado a este tipo de gente a fin de tenerles controlados dejándoles pensar que se encuentran lejos de ser dominados por dicha conspiración. Y ¿Y porqué no? Creando grupos de oposición al sistema dirigidos por ellos mismos, para disuadir de buscar y encontrar las verdaderas tácticas de dominación.
Si nos damos cuenta, estas facciones que dicen estar contra el sistema forman parte de él de una manera u otra. Pues ellos parten de una serie de premisas inamovibles que el sistema ha inculcado con letras de fuego en las mentes y en los corazones de las gentes. Ninguno de los movimientos antisistema cuestiona, entre otras cosas, la ideología de género contra la verdadera naturaleza del hombre y de la mujer; la “libre educación” contra la enseñanza de la Verdad; la “libertad de pensamiento” contra la obtención de Sabiduría. Todos ellos son patrones utilizados por el “sistema” a fin de determinar dónde está el “bien”. Pues es evidente que, el individuo, gozando de una tendencia innata sea al bien, sea al mal, se comportará como ellos quieren, siempre que sean ellos quienes determinan qué es el bien y qué es el mal. Ellos son el bien y el mal a la vez, de una sola vez. El pecado y la virtud; la vida y la muerte; ellos se visten de todo.
La historia de esta conspiración es ya antigua, aunque ahora es cierto que ha alcanzado su punto álgido. Comenzó en Babilonia con Harut y Marut; continuó con el nacimiento del Sionismo; siguió con la politización de la Iglesia Católica, desde la cual se organizaron las persecuciones de los godos arrianos. Seguidamente, y aprovechando la peste bubónica en la Edad Media, el Sionismo extendió sus alas mediante los préstamos usureros que ahogaron Europa. Pero un siglo antes habían nacido los templarios, representantes máximos de Harut y Marut en el Cristianismo; grupo que asesinaba no solamente “infieles” aprovechando las cruzadas, sino asimismo cristianos ortodoxos e incluso católicos, llegando a tomarle un pulso al propio Papado.
Es así que el tan cacareado Renacimiento Humanista no es otra cosa que el canto y oda a una Individualidad Sagrada teñida de un falso interés por el Ser humano. A esto, en un país atrasado como España, contribuyeron los crímenes de la Santa Inquisición que, bajo la excusa de quemar brujas no nació para otra cosa que para erradicar el Islam, verdadero enemigo de la conspiración. Enemigo al que había que odiar a muerte bajo excusas pueriles teñidas de doctrinas mediante unas tesis que imponían al pueblo a base de espada, cuchillo y potro de tortura, facilitado todo por el inconmensurable servicio de espionaje de los confesores. Ven aquí, cuéntame, canta, y serás perdonado, e irás al cielo, a nuestro cielo, lleno de sorpresas y de querubines de lindos mofletes.
Un Renacimiento de los Templarios tuvo lugar con la transformación de la Masonería en Carbonería, desde la cual se gestó la Revolución francesa, y la rusa, y desde la que dirigió a la realeza y a la nobleza de las monarquías parlamentarias europeas. Siempre desde los verdaderos poderes que trabajaban entre bastidores.
El enriquecimiento a través de la usura ahogó al mundo, y para que la gente se sintiera feliz se la comenzó a hablar de libertad de pensamiento, de capacidad de decisión, de libertad educativa y finalmente de Democracia, en resumen, de todo cuanto no existía, siendo la realidad de que el pueblo siempre ha estado dirigido a placer desde las clases dominantes; unas clases de personas que mueven los hilos, desconocidas para cualquier ciudadano de este mundo convulso que mira el dedo cuando les señalan la Luna. Pues no basta con tener dinero y poder, recordémoslo; hay que conocer el arte de Harut y Marut y entregarse al diablo.
En el dominio religioso el sueño de esta conspiración es el de cacarear, como ahora está ocurriendo, que podemos escoger la religión que queramos pues todas nos llevan a la Verdad. Este es el ideario Masón, pues los masones, como los templarios antiguos, no quieren convertir la Humanidad al cristianismo o al judaísmo. Al contrario, ellos han creado un sistema que es operativo en cualquier tipo de religión y de doctrina que se practique en cualquiera de los rincones del Planeta, pues ellos, en realidad, no creen en Dios. Ellos son ateos, materialistas, y utilizan la religión para sus fines. Ellos son, no otra cosa que el mal.
Decidme, si en realidad todas las religiones fueran válidas, entonces ¿qué sentido tendría que Allâh haya enviado a Muḥammad – sobre él la plegaria y la paz – para toda la Humanidad? Si todas las religiones fueran válidas entonces la apostasía estaría autorizada, y cada uno podría cambiar de religión a conveniencia.
En toda evidencia, y volviendo a los anti sistemas, existen anti sistemas disfrazados en el Islam. Pero esos anti sistemas son canalizados por el brazo oscuro del arte de Harut y Marut que, rompiendo con el Islam tradicional y el Sufismo, siendo estos dos últimos los verdaderos enemigos del Šaytan, han creado un falso Islâm masón para que sea seguido por los nuevos musulmanes. Un anti sistema pro sistema llamado «radicalismo». Un engendro de diseño salido de las arenas del desierto.
No hay necesidad entonces de combatir al Islam porque esta doctrina que ha entrado en el Islam, primeramente en Irán, seguidamente en Arabia Saudita, Pakistán, Qatar, Emiratos, Egipto, y es diseminada ahora por Europa y América, es suficiente para ellos. Es el Islam que ellos quieren, el de las ovejas sometidas al sistema, cacareando una y otra vez estar conta él. Debes saber hermano musulmán que si tu vocabulario está henchido de: Halal, Haram, bida’, shirk; o de Omar, Abu Bakr y Uzman eran usurpadores; o que los hadices no son verdaderos y solo Corán; o sigues a esos sufis de pasarela que se dedican a vestirse como las vedettes y a hacerse fotos en diferentes poses, entonces, hermano musulmán estás dentro de la conspiración; eres un elemento más, esclavo de un poder que dices destestar. He aquí la paradoja; te han ganado, son más listos que tú, porque preferiste dormitar y delegar la responsabilida sagrada con la que Allâh te revistió, para dejar tu alma en manos turbias, en aguas oscuras, en la oscuridad de una noche sin luna de la que no saldrás si no sacudes tu modorra y despiertas de una vez por todas. ¿Lo harás? ¿Sí? Mejor para tí, has ganado entonces, eres libre.
El Šaytan se frota las manos porque la única plataforma desde la que se puede combatir la conspiración sin utilizar otra arma que la Sabiduría, el Amor y la Generosidad, ha desaparecido casi de la faz de la Tierra.
Seguimos esperando al Mahdi, la única solución que puede hacer cambiar a la Humanidad con el permiso de Allâh.
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