“No queremos guerra”: Rusia, Occidente y Ucrania envían señales de distensión
PARÍS.– Mientras Estados Unidos y Gran Bretaña insisten en la “inminencia” de una operación militar de gran envergadura en Ucrania, Rusia repite que “no quiere la guerra” y el gobierno ucraniano pide al Kremlin una prueba de su buena voluntad y a Occidente que no fomente el pánico. Todos los actores implicados confiesan, sin embargo, privilegiar la vía diplomática.
Un conflicto entre Ucrania y Rusia “no es ineluctable. Hay tiempo y espacio para la diplomacia”, afirmó el ministro de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin.
Más de 100.000 soldados rusos se encuentran desplegados en la frontera ruso-ucraniana desde fines de 2021, señal para Washington de la inminencia de una invasión. Pero el jefe del Pentágono afirmó este viernes que no hay “ninguna razón” para que esa situación degenere necesariamente en un conflicto.
En ese esfuerzo en favor de la distensión, el presidente francés Emmanuel Macron mantuvo una conversación telefónica de una hora con su homólogo ruso, Vladimir Putin. El intercambio “les permitió coincidir en la necesidad de una desescalada”, aseguró la presidencia francesa: “El presidente Putin no manifestó ninguna intensión ofensiva”, agregó.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso
Según el informe de la conversación publicado por el Kremlin, el mandatario ruso también se quejó por el rechazo por parte de Estados Unidos y de la OTAN de las exigencias de su país: “No tuvieron en cuenta las inquietudes fundamentales de Rusia”, dijo.
Moscú exige un compromiso escrito de que la OTAN no se ampliará hacia el este de Europa, sobre todo permitiendo la adhesión de Ucrania y Georgia, y el retiro de la presencia militar de la organización a las fronteras de 1998, poco después de la disolución de la URSS.
Sobre el conflicto en el este ucraniano, donde los separatistas pro-rusos se oponen desde 2014 a Kiev, el jefe del Kremlin insistió en la continuación de las actuales negociaciones cuadripartitas entre Rusia, Ucrania, Francia y Alemania, cuyo objetivo es la implementación total de los acuerdos de Minsk de 2015, que lograron en aquel momento un cese del fuego, según un comunicado de la presidencia rusa.
“También expresó su deseo de proseguir el diálogo iniciado hoy con el presidente Macron. Un diálogo difícil, pero que permitió abrir canales”, agregó el Elíseo.
El presidente francés Emmanuel Macron
Durante una primera reunión del grupo, el miércoles en París, rusos y ucranianos aceptaron trabajar en favor de la consolidación de un cese del fuego en el este de Ucrania, donde el conflicto ya ha provocado más de 13.000 muertos en siete años.“No queremos guerras”
En Moscú, el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, reiteró que el Kremlin privilegia “la diplomacia y no la guerra”: “Si todo depende de Rusia, no habrá guerra. No queremos guerras. Pero no permitiremos que nuestros intereses sean pisoteados e ignorados groseramente”, agregó.
El problema es que Moscú intenta imponer a sus vecinos y exmiembros de la desaparecida URSS, el concepto de “soberanía limitada”, rechazada por Estados Unidos, la OTAN y Europa, que consiste en dar a Moscú un derecho de supervisión en las decisiones tomadas por los gobiernos de su área de influencia.
“Restricciones absurdas”
Pero no todo fue distensión en las últimas horas. Después de la conversación telefónica entre Macron y Putin, Moscú prohibió la entrada a varios responsables de la Unión Europea (UE), en respuesta a una política “absurda de restricciones unilaterales” de Bruselas, según el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso. Se trata, sobre todo, de representantes de las fuerzas del orden, órganos legislativos y ejecutivos de ciertos países del bloque, que son “personalmente responsables de la propagación de la política anti-rusa”, precisa un comunicado, sin dar nombres.
Europeos y norteamericanos prometieron feroces sanciones sin precedente en caso de ataque ruso contra Ucrania. En estudio, la parálisis del gasoducto estratégico NordStream2 entre Rusia y Alemania o la imposibilidad para Rusia de realizar transacciones en dólares, moneda reina en los intercambios internacionales. Al mismo tiempo, Washington y Bruselas buscan “volúmenes adicionales de gas natural” para Europa, a fin de que el bloque pueda hacer frente a una eventual escasez de energía proveniente de Rusia, en caso “de nueva invasión de Ucrania”.
El presidente Volodimir Zelenski visita el frente de combate en el este de Ucrania (Archivo)
Estados Unidos reclamó el jueves una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, argumentando una “clara amenaza a la paz y la seguridad internacionales”. Esa reunión misma debe realizarse el lunes.
Si en verdad Rusia “no quiere atacar Ucrania, podría hacer un gesto para probarlo”, dijo en Kiev, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. Al mismo tiempo, Zelenski llamó a los occidentales a “no suscitar el pánico” en torno a las actuales tensiones.
“La probabilidad de un ataque existe. No desapareció y no era menos grave en 2021. Pero no vemos una mayor escalada de la que existía entonces”, insistió.
Haciendo alusión a los mensajes alarmistas de Londres y Washington de las últimas horas, el presidente ucraniano prosiguió: “Si escuchamos a los medios internacionales e incluso a respetados jefes de Estado, es posible creer que ya estamos en guerra en todo el país, que hay tropas que avanzan por las calles. Pues, no. No es así”.
Rusia-Ucrania: ¿cómo sabremos si ha empezado una guerra?
Todo el mundo está tratando de adivinar las intenciones del presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Ucrania.
Estados Unidos está retirando personal de su embajada mientras crecen los temores a un posible conflicto. Pero cabe preguntarse si quizá ya empezó.
El riesgo de una guerra total entre Rusia y EE.UU. domina los titulares.
Todas las preguntas obvias se están haciendo. ¿Atacará Rusia? ¿Está el presidente Vladimir Putin convencido de la guerra sin importar lo que pase? ¿O puede la diplomacia asegurar la paz?
No podemos leer la mente del presidente Putin.
Así que he aquí otra pregunta: ¿cómo sabremos, si es que sucede, cuándo comienzan las hostilidades?
Tanques rodando, cohetes volando
La respuesta parece obvia
Formaciones de tanques rusos claramente concentradas que cruzan las fronteras de Ucrania, o un bombardeo masivo con cohetes o ataques aéreos contra posiciones ucranianas marcarían una escalada drástica para la crisis y un cambio hacia una nueva fase del conflicto.
El riesgo de una guerra entre Rusia y Estados Unidos está en los titulares. (EPA/)
Las primeras alarmas llegarán de las fuerzas militares ucranianas mismas, pero aeronaves y satélites occidentales recolectores de inteligencia podrían advertir sobre las preparaciones de una potencial ofensiva.
Probablemente habrá señales de un ataque inminente, dice Michael Kofman, un experto en las fuerzas militares rusas del Centro para Análisis Navales de EE.UU.
Entre ellas está la “formación de tropas”, dice, ya que mucho de lo que se ha desplegado es equipamiento pesado en vez de los soldados en sí. Otras señales serían “la dispersión de fuerzas, la llegada de elementos logísticos y de apoyo, y un cambio en la aviación de ala fija y rotatoria”.
Pero la pregunta también se puede responder de otra manera y para esto necesitamos dar un paso atrás y ver la campaña rusa contra Ucrania en conjunto.
Necesitamos ver todas las herramientas que tiene disponible Moscú y evaluar cómo se están usando. Bajo esta luz, cuando preguntes “¿cómo sabremos si el conflicto ha iniciado?” la pregunta podría ser que a lo mejor ya inició.
Las hostilidades han estado teniendo lugar desde hace unos años.
Presión militar
Empecemos desde donde estamos.
Rusia ya ocupa Crimea, una parte de Ucrania, y provee asistencia táctica a rebeldes anti-Kiev en la región del Donbás.
De hecho, fue la intervención de unidades blindadas y mecanizadas rusas contra fuerzas ucranianas en 2014 la que evitó la derrota de los rebeldes prorrusos.
Las luchas esporádicas han continuado desde entonces. Todos los lados supuestamente apoyan un esfuerzo de paz allá, pero se ha hecho poco progreso.
Amenaza de uso de la fuerza
Más allá de esta presión también está la amenaza de emplear una fuerza militar sobrecogedora.
La acumulación de formaciones de combate rusas alrededor de las fronteras con Ucrania es extraordinaria. Esto incluye un despliegue significativo de fuerzas a Bielorrusia, el cual también comparte fronteras con Ucrania, lo cual puede proveer un punto de entrada más cercano para un asalto hacia la capital, Kiev.
Dónde están posicionadas las tropas rusas
Los portavoces rusos se refieren a esta acumulación como un ejercicio que no supone ningún tipo de amenaza. Pero debido a la escala, la naturaleza de unidades desplegadas y la llegada gradual de suministros y otros “habilitadores” se sugiere que esto es mucho más que maniobras de rutina.
Unidades permanentes y recién llegadas. (Rochan consulting/BBC Mundo/)
Los analistas han estado siguiendo la acumulación usando fotos satelitales civiles. Numerosos videos de teléfonos inteligentes han aparecido en línea mostrando trenes con equipamiento que se dirigen hacia Ucrania o Bielorrusia. Y evaluaciones de publicaciones en redes sociales, correlacionadas con las unidades que se ven en movimiento, dan un impresionante entendimiento de lo que está sucediendo.
Independientemente de lo que diga Moscú, Ucrania y sus amigos occidentales tienen todas las razones para estar preocupados.
Compartiendo la historia de Moscú
Otra herramienta que tiene disponible Moscú es un intento por controlar y dirigir la narrativa.
Por un lado, Rusia dice que no está preparándose para la guerra, aunque parezca mucho que así es. Pero, igual de importante, tiene una historia para contar, una narrativa, según la cual la propia Rusia está siendo amenazada y Ucrania está lejos de ser la víctima.
El analista Jonathan Marcus se pregunta hasta dónde estará dispuesto a llegar Putin. (EPA/)
Esa es la base de documentos que se entregaron a EE.UU. buscando frenar y de alguna manera revertir la expansión de la OTAN y crear una nueva esfera de influencia para Moscú.
Mientras que algunos aspectos de las propuestas rusas, como mantener charlas sobre sistemas estratégicos y armamentísticos, son vistos en general como una buena idea, es poco probable que la expansión de la OTAN vaya a cambiar, y Rusia seguramente lo sabe.
Pero la narrativa también tiene otro propósito. Es la historia que Rusia cuenta para intentar dar forma a la manera en la que toda la crisis de Ucrania se discute, no solamente por los gobiernos occidentales o sus propios ciudadanos, sino por ti y por mi, los que leemos y escribimos este análisis.
Según todos los análisis justos e independientes, Rusia se está preparando para la guerra contra Ucrania, independientemente de lo que digan sus portavoces oficiales.
Subversión
Hay otras posibilidades disponibles para Rusia también. Ciberataques y subversión, por ejemplo.
Ucrania ciertamente ha sido objeto de la primera. Hace un poco más de una semana un número de sitios gubernamentales fueron afectados a pesar de que no había claridad de la procedencia de los ataques.
Más recientemente, el gobierno británico afirmó tener evidencia de que Moscú ha seleccionado individuos para formar un nuevo gobierno en Kiev. Más allá de las sospechas, no ha habido pruebas públicas convincentes que confirmen la influencia de Moscú en tales actividades.
Michael Kofman dice que el elemento cibernético podría jugar un papel importante de cualquier ataque ruso, porque puede diezmar infraestructura crítica e interrumpir las capacidades ucranianas para coordinar un esfuerzo militar.
Líneas borrosas entre la paz y la guerra
Cuando Rusia se anexó Crimea, oímos hablar mucho sobre “guerra híbrida o de zona gris” y sobre la supuesta negación de la operación, en la que participaron hombres uniformados, pero sin insignias militares.
Pero no había duda sobre quiénes eran esos soldados. Y Crimea fue capturada con fuerza militar clásica, más que por una decepción esotérica.
La vida en Kiev continúa. (Getty Images/)
Lo que está ocurriendo actualmente es el fundamento de la “guerra de zona gris”: el desvanecimiento de las líneas entre la guerra y la paz.
No es así como solemos ver las cosas en Occidente.
Pero las fuerzas militares rusas han articulado una doctrina sofisticada que ve la guerra y la paz como una continuidad en la que se usan distintas herramientas en distintas etapas, a veces en secuencia, a veces en conjunto, aunque con el mismo objetivo estratégico.
Y es por eso por lo que en realidad el conflicto ya se ha desencadenado. La única pregunta es hasta dónde está dispuesto a llegar el presidente Putin dentro de esa continuidad de la “zona gris”.
Corresponsal de Defensa y Diplomacia
Rusia: escaso optimismo tras respuesta de EEUU a reclamos
El rechazo por parte de Estados Unidos de los principales reclamos de Rusia para resolver la crisis en torno a Ucrania deja poco espacio para el optimismo, afirmó el vocero del Kremlin el jueves, aunque añadió que el diálogo aún es posible.
Las tensiones se han agudizado en las últimas semanas, luego de que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN expresaron el temor de que una acumulación de 100.000 efectivos militares rusos cerca de Ucrania es una señal de que Moscú planea invadir a su vecino. Rusia lo niega y ha formulado una serie de reclamos que, asegura, mejorarán la seguridad en Europa
Tal como se preveía, Washington y la alianza occidental rechazaron el miércoles firmemente y por escrito toda concesión a los reclamos principales de Moscú, al negarse a vedar permanentemente el ingreso de Ucrania a la OTAN y afirmar que la presencia de tropa y armamentos en Europa oriental no se negocian. Estados Unidos sí señaló algunos aspectos en los que se podría responder a las inquietudes rusas, lo que posiblemente abriría un camino para distender la situación.
“No hay cambio, no habrá cambio”, afirmó el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken al reiterar la advertencia de que una incursión rusa en Ucrania tendría consecuencias masivas y un fuerte costo económico.
Todos los ojos están puestos en Rusia y cuál será su respuesta entre temores de una nueva guerra europea. La decisión depende del presidente Vladimir Putin.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a la prensa que la respuesta de Estados Unidos —y una similar de la OTAN— deja “escaso lugar para el optimismo”.
Sin embargo, añadió que “siempre hay perspectivas para continuar un diálogo. Conviene tanto a nosotros como a los estadounidenses”.
El canciller ruso Serguei Lavrov observó que la respuesta estadounidense contiene algunos elementos que podrían conducir al “inicio de conversaciones serias sobre asuntos secundarios”, pero enfatizó que “el documento no contiene una respuesta positiva al asunto principal”: el reclamo ruso de no expansión de la OTAN y la no instalación de armamentos que puedan amenazar a Rusia.
Lavrov dijo a la prensa que los funcionarios presentarán sus propuestas a Putin, quien tiene la respuesta estadounidense. Peskov dijo que la reacción rusa no demorará.
Las declaraciones oficiales evasivas reflejan el hecho de que es Putin quien determina por su cuenta las siguientes medidas de Rusia. El mandatario ruso ha advertido que ordenará “medidas técnico-militares si Occidente rechaza los reclamos de seguridad rusos.
Peskov añadió que Putin y el presidente estadounidense Joe Biden decidirán si deben mantener una nueva conversación luego de dos llamadas el mes pasado.
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