Más de 12.000 personas han muerto a causa de terremotos en Afganistán en los últimos 68 años
La ubicación del país está en el límite donde se encuentran dos placas tectónicas, la placa iraní y la placa euroasiática, según la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
Iftikhar Gilani |23.06.2022
Varias personas buscan heridos, cadáveres y gente atrapada en medio de los escombros de las viviendas, después de que un terremoto de magnitud 7,0 sacudiera Afganistán y causara la muerte de al menos mil personas y otras 1.600 resultaran heridas, en las provincias de Khost y Paktika, Afganistán, el 22 de junio de 2022. (Sardar Shafaq - Agencia Anadolu)
ANKARA
Aparte de las guerras civiles y las intervenciones militares extranjeras, los desastres naturales y los terremotos también han causado destrucción y muertes masivas en Afganistán en los últimos 60 años.
El terremoto de este miércoles afectó a una región rural y montañosa del sureste de Afganistán y mató a cientos de personas.
Se considera que este ha sido uno de los terremotos más mortíferos que han azotado al país centroasiático.
Según datos compilados por la Agencia Anadolu, 12.555 personas han muerto en los últimos 68 años en Afganistán debido a terremotos masivos.
A principios de este año, 22 personas perdieron la vida en Badghis, al noroeste de Afganistán, en la frontera con Turkmenistán.
Los científicos señalan que Afganistán está situado en una región del mundo geológicamente activa, con una amenaza siempre presente de fuertes terremotos.
En febrero de 1998, 2.323 personas perdieron la vida en un terremoto que sacudió Rostaq, en la provincia de Takhar, Afganistán, y parte de Tayikistán.
Solo tres meses después, otro terremoto golpeó Badakhshan y Takhar, cobrando la vida de 4.700 personas. En 1999, otro terremoto golpeó Lowgar, Vardak y Kabul, y mató a 70 personas.
En 2002, 1.000 personas perdieron la vida en las provincias de Baghlan y Nahrin. El mismo año, 166 personas murieron en Samanghan, Kabul y Rustaq en otro terremoto.
En 2015, 399 personas murieron cuando un terremoto sacudió las montañas del Hindu Kush.
“La ubicación del país está en el límite donde se encuentran dos placas tectónicas, la placa iraní y la placa euroasiática. Al sur de Afganistán, la placa india se mueve hacia el norte, mientras que la placa euroasiática se mueve hacia el sureste”, según indicó la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que ha elaborado un mapa sismotectónico de Afganistán.
La colisión resultante del movimiento de estas placas se viene produciendo desde hace 50 millones de años, convirtiendo a Afganistán en un país vulnerable a los temblores.
Según los científicos, tanto la placa iraní como la placa euroasiática consisten en una corteza continental que no puede hundirse ni destruirse. Como resultado, las rocas entre las dos placas son empujadas hacia arriba, dando lugar a la formación de montañas.
Mientras los científicos se esfuerzan por encontrar la causa exacta del terremoto de este miércoles, la mayoría de estas perturbaciones en la región se deben al movimiento constante de la placa iraní, que aumenta la presión sobre la corteza terrestre.
Según el Fondo Mundial para la Reducción de los Desastres y la Recuperación (GFDRR), el riesgo de terremotos se clasifica como alto, lo que significa que hay más del 20% de posibilidades de que terremotos potencialmente dañinos sacudan la región.
Además del movimiento de las placas tectónicas, hay muchas fallas pequeñas que interactúan en las montañas del Hindu Kush, en esta región tan accidentada.
Los trabajadores humanitarios están preocupados por la capacidad del Gobierno interino afgano, liderado por los talibanes, para hacer frente a la reciente tragedia debido a sus problemas de liquidez.
Creen que incluso antes de que los talibanes se hicieran cargo de Afganistán, en agosto del año pasado, el país enfrentaba una sequía y un desplazamiento masivo provocado por el conflicto y la pobreza extrema.
Según el Banco Mundial, hasta el 43% del PIB de Afganistán fue financiado por ayudas extranjeras durante el Gobierno anterior, liderado por el expresidente Ashraf Ghani.
Alrededor del 75% del gasto público se financió con subvenciones de ayudas exteriores, mientras que el 90% de los afganos vivían con un ingreso de menos de dos dólares al día, y se estima que 18,4 millones de personas, casi la mitad de la población del país, necesitaban ayuda humanitaria.
La congelación de los activos del país y de la ayuda internacional, una medida destinada a detener el flujo de dinero a los talibanes, tiene el riesgo de convertir al pueblo afgano en víctimas colaterales.
El terremoto de este miércoles afectó a una región rural y montañosa del sureste de Afganistán y mató a cientos de personas.
Se considera que este ha sido uno de los terremotos más mortíferos que han azotado al país centroasiático.
Según datos compilados por la Agencia Anadolu, 12.555 personas han muerto en los últimos 68 años en Afganistán debido a terremotos masivos.
A principios de este año, 22 personas perdieron la vida en Badghis, al noroeste de Afganistán, en la frontera con Turkmenistán.
Los científicos señalan que Afganistán está situado en una región del mundo geológicamente activa, con una amenaza siempre presente de fuertes terremotos.
En febrero de 1998, 2.323 personas perdieron la vida en un terremoto que sacudió Rostaq, en la provincia de Takhar, Afganistán, y parte de Tayikistán.
Solo tres meses después, otro terremoto golpeó Badakhshan y Takhar, cobrando la vida de 4.700 personas. En 1999, otro terremoto golpeó Lowgar, Vardak y Kabul, y mató a 70 personas.
En 2002, 1.000 personas perdieron la vida en las provincias de Baghlan y Nahrin. El mismo año, 166 personas murieron en Samanghan, Kabul y Rustaq en otro terremoto.
En 2015, 399 personas murieron cuando un terremoto sacudió las montañas del Hindu Kush.
“La ubicación del país está en el límite donde se encuentran dos placas tectónicas, la placa iraní y la placa euroasiática. Al sur de Afganistán, la placa india se mueve hacia el norte, mientras que la placa euroasiática se mueve hacia el sureste”, según indicó la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que ha elaborado un mapa sismotectónico de Afganistán.
La colisión resultante del movimiento de estas placas se viene produciendo desde hace 50 millones de años, convirtiendo a Afganistán en un país vulnerable a los temblores.
Según los científicos, tanto la placa iraní como la placa euroasiática consisten en una corteza continental que no puede hundirse ni destruirse. Como resultado, las rocas entre las dos placas son empujadas hacia arriba, dando lugar a la formación de montañas.
Mientras los científicos se esfuerzan por encontrar la causa exacta del terremoto de este miércoles, la mayoría de estas perturbaciones en la región se deben al movimiento constante de la placa iraní, que aumenta la presión sobre la corteza terrestre.
Según el Fondo Mundial para la Reducción de los Desastres y la Recuperación (GFDRR), el riesgo de terremotos se clasifica como alto, lo que significa que hay más del 20% de posibilidades de que terremotos potencialmente dañinos sacudan la región.
Además del movimiento de las placas tectónicas, hay muchas fallas pequeñas que interactúan en las montañas del Hindu Kush, en esta región tan accidentada.
Los trabajadores humanitarios están preocupados por la capacidad del Gobierno interino afgano, liderado por los talibanes, para hacer frente a la reciente tragedia debido a sus problemas de liquidez.
Creen que incluso antes de que los talibanes se hicieran cargo de Afganistán, en agosto del año pasado, el país enfrentaba una sequía y un desplazamiento masivo provocado por el conflicto y la pobreza extrema.
Según el Banco Mundial, hasta el 43% del PIB de Afganistán fue financiado por ayudas extranjeras durante el Gobierno anterior, liderado por el expresidente Ashraf Ghani.
Alrededor del 75% del gasto público se financió con subvenciones de ayudas exteriores, mientras que el 90% de los afganos vivían con un ingreso de menos de dos dólares al día, y se estima que 18,4 millones de personas, casi la mitad de la población del país, necesitaban ayuda humanitaria.
La congelación de los activos del país y de la ayuda internacional, una medida destinada a detener el flujo de dinero a los talibanes, tiene el riesgo de convertir al pueblo afgano en víctimas colaterales.
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