Como seguramente algunos recuerdan, el crimen de “Los 43” de Ayotzinapa se cometió la noche del 26 de septiembre de 2014.

En las próximas horas se cumplen ocho años de una masacre que desde entonces fue utilizada por el candidato y luego presidente, López Obrador, para engañar y engatusar a propios y extraños.

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Sin embargo, hace horas –el 24 y 25 de septiembre–, la columnista del diario Reforma, Paniley Ramírez, hizo público un resumen del Informe de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, que confirma lo que aquí advertimos en su momento, que el gobierno de Obrador manipuló los hechos para exonerar a sus aliados y vengarse de sus enemigos.

Y es que el valor del “Informe” revelado por la columnista –primero en su entrega para Reforma, del 24 de septiembre, y luego en sus redes sociales, al día siguiente–, es que “los chats” de los integrantes del grupo criminal, Guerreros Unidos, las confesiones y transcripciones de lo ocurrido aquel 26 de septiembre de 2014 aparecen “sin testar”.

Es decir, que en el “Informe” difundido por la columnista no aparecen borrados –tachados en negro–, los fragmentos que de manera deliberada la autoridad pretendió ocultar a los ojos ciudadanos, con una clara intensión de distorsionar y alterar la verdad, más por lo sensible de la crueldad revelada.

Y es que a la luz del “Informe” completo y sin mutilaciones que reveló la periodista, queda claro que es falso que el de “Los 43” haya sido un crimen de Estado, como lo aseguró Alejandro Encinas, el presidente de la “Comisión de la Verdad”.

Tampoco es cierto que “la verdad histórica” fue “una construcción y un invento político”, como lo dijo Alejandro Encinas frente al presidente, en una de sus mañaneras, en Cadena Nacional de Radio y Televisión.

Pero acaso lo más grave, es que el gobierno federal y el presidente de la “Comisión de la Verdad” –el mismo Alejandro Encinas–, borraron las pruebas de que el principal responsable del crimen se llama José Luis Abarca, el mismo al que en días pasados exoneró el gobierno de AMLO; el mismo al quien López Obrador entregó la candidatura de la alcaldía de Iguala el 12 de mayo de 2012 y el mismo quien financió al partido Morena, desde aquellos años.

Hace semanas, xxx Alejandro Encinas, el presidente de la inconstitucional “Comisión de la Verdad” del caso de “Los 43”, dio a conocer un Informe de las indagatorias realizadas, pero en dicho documento más del 90% de los testimonios, los chats y las versiones estenográficas de testigos y presuntos responsables permanecen “testadas”.

Es decir, que por instrucciones de Alejandro Encinas del “Informe de la Comisión de la Verdad” fueron borrados todos los testimonios que detallaban la forma en que los estudiantes fueron secuestrados, torturados y asesinados.

Testimonios que confirman que los normalistas fueron confundidos con rivales del grupo Guerreros Unidos y que, por eso, José Luis Abarca ordenó matarlos a todos; lo mismo que establece la “verdad oficial” del ex procurador Jesús Murillo, hoy preso como producto de una venganza de López Obrador.

Lo testimonios también confirman que el grupo criminal Guerreros Unidos ordenó incinerar los cuerpos de los normalistas pero, como eran muchos cadáveres, los repartieron entre los jefes de la banda criminal y cada uno se deshizo de los cuerpos como pudo; algunos fueron quemados, otros disueltos en ácido y muchos otros desmembrados y sepultados.

La revelación de la columnista de Reforma, Peniley Ramírez, en su entrega titulada: “Ayotzinapa, el encubrimiento”, –que se suma a revelaciones previas del también columnista de El Universal, Héctor de Mauleón–, desató la furia del gobierno de López Obrador y de su claque y sus aplaudidores, quienes lanzaron una demencial persecución contra Peniley Ramírez.

El más indignado fue el propio Alejandro Encinas, quien en sus redes difundió los siguientes mensajes:

“Condeno la lamentable filtración de la información entregada a la #FGRMéxico por la Comisión de #Ayotzinapa. Es absolutamente irresponsable y una falta de respeto a los padres y madres de los estudiantes desaparecidos.

“En todo momento se debe preservar el interés superior de las víctimas ante un asunto tan delicado. Este tupo de filtraciones, lejos de ayudar a la investigación, la perjudica y abre paso a la impunidad.

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“Solicito a la #FGRMéxico que inicie una indagatoria para investigar y castigar a quien resulte responsable de esta grave filtración”. (Fin de la cita)

Lo risible del tema es que días antes, apenas el 21 de septiembre, López Obrador celebró las filtraciones de Julian Assange, de quien dijo: “es un Quijote de la libertad de expresión y no merece estar en la cárcel; debe convertirse en una célebre causa para periodistas y medios de todo el mundo”.

Es decir: “que se hagan las filtraciones, pero en los bueyes del compadre”. Las “filtraciones” que ayer aplaudían hoy las satanizan.

Claro, porque hoy las “filtraciones” los exhibe como lo que siempre han sido; rufianes en el poder.

Se los dije.