DEMOCRACIA, AUTONOMÍAS Y LIBRE ALBEDRÍO NO PODRÁN SER
JUAN CASTRO SOTO
el 16 al 20 de enero se realizó en Davos, Suiza, la 53° sesión
del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés),
con el título “Cooperación en un mundo fragmentado”. Asis-
tieron más de 2,700 líderes de 130 países, incluidos más de 50 fun-
cionarios de Estado y más de 600 directores ejecutivos.
WEF "se compromete con líderes de la sociedad a formar agen-
das globales, regionales y de la industria". El objetivo en 2023 es
"trabajar juntos en la energía, clima y naturaleza", entre otros temas.
Klaus Schwab, el mismo que apoya la pedofilia, fundador del
WEF, es autor del libro “Covid: El Gran Reinicio”, sobre un nuevo
orden mundial, donde los gobiernos participan más agresivamente.
El WEF impulsa la “Agenda 2030”, a fin de poner en práctica este
“Gran Reinicio” y revolucionar todos los aspectos de la sociedad.
Se trata de un discurso hipócrita, pues son ellos mismos los que
han contribuido al “mundo fragmentado” que ahora quieren compo-
ner, o fragmentar más; son los que han degradado la naturaleza, los
que han envenenado a la población mundial con toda clase de fár-
macos, agroquímicos y desechos tóxicos, causando millones de
muertes ‒ culpando finalmente a la gripe‒. Son los mismos que ma-
nipulan la inflación, el desabasto de productos, la hambruna y, en suma,
todas las crisis. La supuesta preocupación por el cambio climático ha sido
una de sus máscaras para atraer a grupos opositores.
Mas la verdadera élite no estuvo ahí, sino sus empleados, esto es, go-
bernantes y directores, para que sepan lo que deben hacer desde los go-
biernos y corporaciones empresariales, al frente de la ejecución ‒como en
la plandemia covid, parte de la Agenda 2030‒. Nadie fue a discutir o pro-
poner, sino a obedecer lo que ya se decidió desde arriba.
Más que una conspiración, es su realización, para controlar el mundo
que ya poseen. No ocultan su plan de gobierno mundial y prácticamente
llaman ‒ordenan‒ a que cooperen en adueñarse del futuro, donde las au-
tonomías, la diversidad cultural y el libro albedrío no podrán ser.
"No podríamos reunirnos en un momento más desafiante", dijo Sch-
wab, "nos enfrentamos a tantas crisis simultáneamente”. Y preguntó,
“¿Qué se necesita para dominar el futuro? Creo que tener una plataforma
‒respondió él mismo‒, donde participen todas las partes interesadas de
la sociedad global. Gobiernos, empresas, sociedad civil, la generación jo-
ven. Es el primer paso para cumplir con los desafíos".
En este nuevo orden mundial se busca eliminar las fronteras, y con ello,
los países y sus gobiernos. Podemos decir que es una traición a la falsa
democracia que han estado promoviendo durante tantos años.
En definitiva, para ellos la democracia no forma parte del nuevo orden
mundial. Todo será dirigido desde arriba. Y los gobiernos son cómplices
cuando
asisten a estas
reuniones, sobre todo si acatan sus
disposiciones como la vacunación y
callan sobre las fuerzas tiránicas que
buscan someter a todo el orbe.
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