HOY -- JUEVES, 29 DE NOVIEMBRE -- ¡¡ASISTE!!


Foro Casa Lamm-La Jornada , la Embajada de Palestina en México y el
Movimiento Mexicano de Solidaridad con el Pueblo Palestino invitan a
la actividad para el 29 de Noviembre-Día Internacional de Solidaridad
con Palestina:

Conferencia: Hacia un estado Palestino en la ONU

Panelistas: Randa Nabulsi embajadora de Palestina en México, Oscar Gonzalez,
Angel Guerra Cabrera y José Steinsleger.

Casa Lamm
Alvaro Obregón 99 colonia Roma

jueves 29 de noviembre 2012
19:00 hrs.
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(tomado de La Jornada, jueves, 29 de noviembre de 2012
http://www.jornada.unam.mx/2012/11/29/opinion/034a1mun


Gaza: prisión no... y la victoria de Palestina en la ONU
Ángel Guerra Cabrera/II

Debo explicar a los lectores por qué en la segunda parte de este
artículo realizo una modificación a su título original: Gaza: prisión
no, campo de exterminio, idea que mantengo invariable. Se trata de una
necesaria actualización periodística pues al concluir la primera no
disponía de suficiente información como para calibrar el alcance del
cese del fuego acordado entre Israel y Hamas por intermedio del
presidente egipcio Mohamed Mursi –algo, por cierto imposible de lograr
con el Egipto de Mubarak– ni la dimensión de la victoria que logrará
Palestina hoy en la ONU.

Desde que Hillary Clinton se descolgó abruptamente de la gira asiática
de Barak Obama para emplearse con frenesí en la negociación de Tel
Aviv a El Cairo, se podía sospechar que algo le estaba saliendo muy
mal al sionismo en la Operación Pilar Defensivo. Confirmado, es
evidente que Hamas, lanzando al sur de Israel sus misiles caseros y
unos cuantos más eficaces suministrados solidariamente por Irán le
dobló el brazo al trío Netanyahu-Barak-Liebermann: paró el inclemente
bombardeo contra la población de Gaza, impidió la ofensiva terrestre,
orilló al agresor a aceptar sus condiciones y pese al tupido bombardeo
apenas sufrió golpes en su aparato militar. Además, Washington y Tel
Aviv reconocieron tácitamente a la organización palestina hegemónica
en la franja de Gaza, al verse forzados a negociar –aunque fuera
indirectamente– con quien culpaban del inicio de las hostilidades y
ocupa un lugar destacado en la manoseada lista estadunidense de
organizaciones terroristas.

Las concesiones hechas por Israel son menores aunque no es poco que
dejara a un lado las condiciones que antes ponía para negociar con
Hamas. El bloqueo seguirá pero cierta apertura de los pasos
fronterizos cerrados hace cinco años es un alivio considerable para la
asediada población del enclave. Israel no cambiará por ahora su
naturaleza belicista pero lo pensará muy bien para volver a las
andadas en un contexto regional e internacional de creciente
aislamiento y de superior resistencia palestina y libanesa a través de
la combativa Hezbolá.

Ahora bien, la derrota israelí es doble. Hoy la Asamblea General de la
ONU –contra la opinión y pese a las amenazas y presiones hasta última
hora de Washington, Tel Aviv y Londres– acordará por mayoría
aplastante el ingreso de Palestina como Estado observador no miembro,
que eleva su estatus y le permitiría, entre otras atribuciones,
presentar casos en la Corte Internacional de La Haya, lo que horroriza
a Israel. Promovida por Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad
Nacional Palestina, la iniciativa recibió el aval del principal líder
de Hamas, Jaled Machaal. Y es que existe un alentador proceso de
acercamiento de posiciones y unidad entre la organización islámica y
la histórica Fatah, asentada en Cisjordania, acelerado a partir de la
última agresión contra Gaza. En un cambio de postura, Machaal comunicó
telefónicamente a Abbas su apoyo desde El Cairo. Cabe recordar que el
líder de la ANP envió un delegado a Gaza tan pronto inició el ataque sionista.

El acuerdo de hoy en la ONU llama al cumplimiento de todas las
resoluciones del organismo sobre Palestina, de las que Israel se ha
burlado impunemente con el apoyo incondicional de Estados Unidos, que
ha ejercido el veto sistemáticamente en el Consejo de Seguridad en
apoyo a los crímenes de su socio contra los pueblos árabes y, en
especial, el palestino. Recupera su lugar en la agenda la retirada de
Israel a su territorio anterior a 1967, la solución de dos estados con
continuidad territorial, la distribución justa del agua, el
desmantelamiento de los asentamientos ilegales de colonos judíos, el
retorno y reparación de los refugiados palestinos y la destrucción del
muro de la infamia.

Aunque las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes,
como es notorio por las 21 condenas al bloqueo contra Cuba, la de hoy
en apoyo a Palestina tiene un gran valor político y moral. Se produce
en el 55 aniversario de la resolución de la ONU que dividió a
Palestina, en el día internacional de solidaridad con Palestina, a
unos días de la nueva derrota del sionismo en Gaza y demuestra la
soledad de Israel en el mundo. Demuestra también su inviabilidad
ulterior como Estado judío excluyente, colonial, agresivo y racista y
que el futuro es de una solución política basada en el cumplimiento de
las resoluciones de la ONU sobre el conflicto palestino-israelí.


Gaza: prisión no... y la victoria de Palestina en la ONU
Ángel Guerra Cabrera/II
D
ebo explicar a los lectores por qué en la segunda parte de este
artículo realizo una modificación a su título original: Gaza: prisión
no, campo de exterminio, idea que mantengo invariable. Se trata de una
necesaria actualización periodística pues al concluir la primera no
disponía de suficiente información como para calibrar el alcance del
cese del fuego acordado entre Israel y Hamas por intermedio del
presidente egipcio Mohamed Mursi –algo, por cierto imposible de lograr
con el Egipto de Mubarak– ni la dimensión de la victoria que logrará
Palestina hoy en la ONU.

Desde que Hillary Clinton se descolgó abruptamente de la gira asiática
de Barak Obama para emplearse con frenesí en la negociación de Tel
Aviv a El Cairo, se podía sospechar que algo le estaba saliendo muy
mal al sionismo en la Operación Pilar Defensivo. Confirmado, es
evidente que Hamas, lanzando al sur de Israel sus misiles caseros y
unos cuantos más eficaces suministrados solidariamente por Irán le
dobló el brazo al trío Netanyahu-Barak-Liebermann: paró el inclemente
bombardeo contra la población de Gaza, impidió la ofensiva terrestre,
orilló al agresor a aceptar sus condiciones y pese al tupido bombardeo
apenas sufrió golpes en su aparato militar. Además, Washington y Tel
Aviv reconocieron tácitamente a la organización palestina hegemónica
en la franja de Gaza, al verse forzados a negociar –aunque fuera
indirectamente– con quien culpaban del inicio de las hostilidades y
ocupa un lugar destacado en la manoseada lista estadunidense de
organizaciones terroristas.

Las concesiones hechas por Israel son menores aunque no es poco que
dejara a un lado las condiciones que antes ponía para negociar con
Hamas. El bloqueo seguirá pero cierta apertura de los pasos
fronterizos cerrados hace cinco años es un alivio considerable para la
asediada población del enclave. Israel no cambiará por ahora su
naturaleza belicista pero lo pensará muy bien para volver a las
andadas en un contexto regional e internacional de creciente
aislamiento y de superior resistencia palestina y libanesa a través de
la combativa Hezbolá.

Ahora bien, la derrota israelí es doble. Hoy la Asamblea General de la
ONU –contra la opinión y pese a las amenazas y presiones hasta última
hora de Washington, Tel Aviv y Londres– acordará por mayoría
aplastante el ingreso de Palestina como Estado observador no miembro,
que eleva su estatus y le permitiría, entre otras atribuciones,
presentar casos en la Corte Internacional de La Haya, lo que horroriza
a Israel. Promovida por Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad
Nacional Palestina, la iniciativa recibió el aval del principal líder
de Hamas, Jaled Machaal. Y es que existe un alentador proceso de
acercamiento de posiciones y unidad entre la organización islámica y
la histórica Fatah, asentada en Cisjordania, acelerado a partir de la
última agresión contra Gaza. En un cambio de postura, Machaal comunicó
telefónicamente a Abbas su apoyo desde El Cairo. Cabe recordar que el
líder de la ANP envió un delegado a Gaza tan pronto inició el ataque sionista.

El acuerdo de hoy en la ONU llama al cumplimiento de todas las
resoluciones del organismo sobre Palestina, de las que Israel se ha
burlado impunemente con el apoyo incondicional de Estados Unidos, que
ha ejercido el veto sistemáticamente en el Consejo de Seguridad en
apoyo a los crímenes de su socio contra los pueblos árabes y, en
especial, el palestino. Recupera su lugar en la agenda la retirada de
Israel a su territorio anterior a 1967, la solución de dos estados con
continuidad territorial, la distribución justa del agua, el
desmantelamiento de los asentamientos ilegales de colonos judíos, el
retorno y reparación de los refugiados palestinos y la destrucción del
muro de la infamia.

Aunque las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes,
como es notorio por las 21 condenas al bloqueo contra Cuba, la de hoy
en apoyo a Palestina tiene un gran valor político y moral. Se produce
en el 55 aniversario de la resolución de la ONU que dividió a
Palestina, en el día internacional de solidaridad con Palestina, a
unos días de la nueva derrota del sionismo en Gaza y demuestra la
soledad de Israel en el mundo. Demuestra también su inviabilidad
ulterior como Estado judío excluyente, colonial, agresivo y racista y
que el futuro es de una solución política basada en el cumplimiento de
las resoluciones de la ONU sobre el conflicto palestino-israelí.