El mundo mira hacia Israel y el Vaticano
Bernardo Ptasevich
Esta semana las telenovelas y los partidos de fútbol internacional tendrán gran competencia ya que los televisores a través del mundo estarán pendientes de dos acontecimientos que acaparan el interés de millones de personas. Con implicaciones diferentes, políticas, sociales, religiosas, y hasta comerciales, no hay quien no haya dedicado unos minutos de su tiempo a comentar u opinar al respecto.
El arribo del Presidente de EEUU
Luego de su primer periodo presidencial en el que Barak Obama ha eludido visitar a Israel, tenemos el placer para unos y el disgusto para otros, su presencia en Tierra Santa. Su conflictiva relación con el Primer Ministro israelí en la que primaron las diferencias y hasta los desaires mutuos fue el motivo de su larga ausencia. Pero como dicen que lo más lindo de las peleas son las reconciliaciones, vamos a tratar de aplicarlo a la situación actual.
La formación de un nuevo gobierno, en la que participan políticos y dirigentes que se supone llevarán a Netanyahu a una política más moderada en todos los sentidos, ha creado esta nueva oportunidad. Algunos de ellos, como la nueva ministro de justicia Tzipi Livni son viejos conocidos con los que ya ha tratado los asuntos bilaterales. Es así que el Presidente de los Estados Unidos llega sólo unas horas después de confirmada la nueva situación política en Israel.
No se esperan grandes novedades ni soluciones en los temas referentes a la paz con los palestinos. Ni siquiera cambios importantes referente al tema de Irán, su visita no cambiará el peligro que representa la situación en Siria, no evitará el uso de armas químicas en ese país ni la estampida de la O.N.U que piensa seriamente en no continuar su misión en la zona. Hezbollah continuará con sus amenazas y su trabajo terrorista sin importarle siquiera que tan importante figura mundial se encuentre de visita en los alrededores. La economía de Israel en la que ya se anuncian aumentos de impuestos como primera medida del nuevo gobierno tampoco sufrirá cambios por recibirlo.
Un hecho de gran trascendencia
La visita de Obama es un hecho de gran trascendencia para Israel. Estados Unidos, tan criticado por su relación con América Latina en la que se lo ve con malos ojos, y también por el mundo islámico extremista, ha sido siempre el aliado principal de Israel. Escuchamos siempre que Israel no existiría si los religiosos no hubiesen conservado la tradición judía, lo cual es verdad. También que no existiría si nuestro ejército, nuestros soldados y nuestro pueblo no lo hubiese defendido ofreciendo incluso sus vidas lo que obviamente es cierto. Pero debemos reconocer que tampoco existiría Israel, por lo menos como es hoy nuestro país, si no hubiese contado con el apoyo de los sucesivos gobiernos estadounidenses que con sus altibajos y hasta con sus errores nos ha acompañado cada vez que la comunidad internacional, incitada por nuestros enemigos, trato de ponernos contra la pared.
Uno quisiera decir que nos arreglamos solos, pero esa no es la realidad. También escuchamos que como somos el pueblo elegido nunca perderemos una guerra, que nuestro potencial bélico tampoco permitirá que nadie nos haga daño. La tecnología que tiene nuestro país hace una diferencia que permite defendernos, pero también en eso dependemos de la buena voluntad y las relaciones con nuestros aliados que nos brindan muchas veces elementos necesarios como en apoyo económico y político Lamento advertir que hasta el Barcelona, una máquina casi perfecta de jugar al fútbol no puede ganar todos los partidos. Pero esto no es fútbol, ese deporte y negocio en
El arribo del Presidente de EEUU
Luego de su primer periodo presidencial en el que Barak Obama ha eludido visitar a Israel, tenemos el placer para unos y el disgusto para otros, su presencia en Tierra Santa. Su conflictiva relación con el Primer Ministro israelí en la que primaron las diferencias y hasta los desaires mutuos fue el motivo de su larga ausencia. Pero como dicen que lo más lindo de las peleas son las reconciliaciones, vamos a tratar de aplicarlo a la situación actual.
La formación de un nuevo gobierno, en la que participan políticos y dirigentes que se supone llevarán a Netanyahu a una política más moderada en todos los sentidos, ha creado esta nueva oportunidad. Algunos de ellos, como la nueva ministro de justicia Tzipi Livni son viejos conocidos con los que ya ha tratado los asuntos bilaterales. Es así que el Presidente de los Estados Unidos llega sólo unas horas después de confirmada la nueva situación política en Israel.
No se esperan grandes novedades ni soluciones en los temas referentes a la paz con los palestinos. Ni siquiera cambios importantes referente al tema de Irán, su visita no cambiará el peligro que representa la situación en Siria, no evitará el uso de armas químicas en ese país ni la estampida de la O.N.U que piensa seriamente en no continuar su misión en la zona. Hezbollah continuará con sus amenazas y su trabajo terrorista sin importarle siquiera que tan importante figura mundial se encuentre de visita en los alrededores. La economía de Israel en la que ya se anuncian aumentos de impuestos como primera medida del nuevo gobierno tampoco sufrirá cambios por recibirlo.
Un hecho de gran trascendencia
La visita de Obama es un hecho de gran trascendencia para Israel. Estados Unidos, tan criticado por su relación con América Latina en la que se lo ve con malos ojos, y también por el mundo islámico extremista, ha sido siempre el aliado principal de Israel. Escuchamos siempre que Israel no existiría si los religiosos no hubiesen conservado la tradición judía, lo cual es verdad. También que no existiría si nuestro ejército, nuestros soldados y nuestro pueblo no lo hubiese defendido ofreciendo incluso sus vidas lo que obviamente es cierto. Pero debemos reconocer que tampoco existiría Israel, por lo menos como es hoy nuestro país, si no hubiese contado con el apoyo de los sucesivos gobiernos estadounidenses que con sus altibajos y hasta con sus errores nos ha acompañado cada vez que la comunidad internacional, incitada por nuestros enemigos, trato de ponernos contra la pared.
Uno quisiera decir que nos arreglamos solos, pero esa no es la realidad. También escuchamos que como somos el pueblo elegido nunca perderemos una guerra, que nuestro potencial bélico tampoco permitirá que nadie nos haga daño. La tecnología que tiene nuestro país hace una diferencia que permite defendernos, pero también en eso dependemos de la buena voluntad y las relaciones con nuestros aliados que nos brindan muchas veces elementos necesarios como en apoyo económico y político Lamento advertir que hasta el Barcelona, una máquina casi perfecta de jugar al fútbol no puede ganar todos los partidos. Pero esto no es fútbol, ese deporte y negocio en
el que siempre hay revancha.
Israel no puede permitirse perder una sola batalla, una sola guerra. Está en juego la propia existencia. El apoyo implícito en la visita del Presidente Obama es muy importante en ese sentido. Confirma ante sus ciudadanos, ante los israelíes y ante nuestros enemigos que el lazo y la alianza entre ambos países está vigente.
Es un mensaje fuerte que vale mucho. Por ello hay que dejar las etiquetas, los rencores y los fanatismos de lado para ser objetivos respecto a la situación. La revancha de quienes no aman a los Estados Unidos no es un buen camino para nuestros intereses y está enfrentada a la realidad que nos toca vivir. Estamos de ese lado de la balanza, nos guste o no nos guste. Estados Unidos es el peso que equilibra las cosas para que podamos continuar en nuestro camino de crecimiento.
La reconciliación de nuestros presidentes abrirá la posibilidad de otros cambios, mejoras en los negocios, mayor ayuda, la apertura de nuevas vías de comunicación con nuestros vecinos, (aunque no se logre la paz) y sobre todo la reinserción en el mundo internacional del que últimamente nos hemos separado tanto. Por eso, como anfitriones a quien nos apoya, debemos dar la bienvenida a Barak Obama y dar una oportunidad a los cambios que hacen falta para que Israel sea de nuevo un país respetado y querido por la mayoría del mundo occidental.
Francisco, el nuevo Papa argentino
En el Vaticano también están puestas las miradas del mundo. Jorge Bergoglio, un personaje tan amado como odiado y tan polémico dentro de Argentina, es el nuevo Papa al que el mundo cristiano venerará como su líder espiritual. El Papa Francisco ha sido duramente criticado por lo que dicen fue su actuación durante la dictadura. Algunos lo critican por sus acciones y otros por lo que no hizo. Si lo primero es cierto va a ser difícil probarlo ya que hubo juicios al respecto y no salió culpable. Lo que llaman su omisión ante lo que pasaba, es subjetivo y muy difícil de juzgar. Fue una época dura en la que no se hablaba con la libertad que hoy se hace. Si bien su máximo cargo al frente de la Iglesia pudo merecer otras actitudes sólo estando allí y en ese momento podríamos saber qué hubiésemos podido hacer en su lugar.
Tampoco es querido por la Presidenta argentina. El ha sido muy critico con este gobierno y con ella. El silencio inicial y casi la ignorancia del hecho que tuvo en principio Cristina Kirchner se convirtió rápidamente en un viaje al lugar de los hechos, saludos, buenos deseos y hasta un pedido para que el Papa medie en el asunto de las Islas Malvinas.
Como siempre, Cristina no ha dejado pasar la oportunidad de estar en las vidrieras y hoy el Vaticano está en todos los televisores del mundo que la muestran como si hayan sido amigos de toda la vida. En contraposición hay mucha gente que lo quiere. El nuevo Papa tiene fama de trabajar al lado de los pobres y de ayudarlos. Respecto a la comunidad judía argentina se habla muy bien sobre Francisco y se festeja su elección al frente del Vaticano. El estuvo acompañándolos en los momentos difíciles en los homenajes por los muertos en los atentados, alentándolos y promoviendo un acercamiento que es muy valorado. Quizás tengamos por primera vez en el Vaticano un amigo de Israel y de los judíos en todo el mundo. Los hechos nos dirán en poco tiempo si esto será así o si la presión de los duros del Vaticano cambiará sus pensamientos o su forma de actuar. Foto: GPO Facebook.
Israel no puede permitirse perder una sola batalla, una sola guerra. Está en juego la propia existencia. El apoyo implícito en la visita del Presidente Obama es muy importante en ese sentido. Confirma ante sus ciudadanos, ante los israelíes y ante nuestros enemigos que el lazo y la alianza entre ambos países está vigente.
Es un mensaje fuerte que vale mucho. Por ello hay que dejar las etiquetas, los rencores y los fanatismos de lado para ser objetivos respecto a la situación. La revancha de quienes no aman a los Estados Unidos no es un buen camino para nuestros intereses y está enfrentada a la realidad que nos toca vivir. Estamos de ese lado de la balanza, nos guste o no nos guste. Estados Unidos es el peso que equilibra las cosas para que podamos continuar en nuestro camino de crecimiento.
La reconciliación de nuestros presidentes abrirá la posibilidad de otros cambios, mejoras en los negocios, mayor ayuda, la apertura de nuevas vías de comunicación con nuestros vecinos, (aunque no se logre la paz) y sobre todo la reinserción en el mundo internacional del que últimamente nos hemos separado tanto. Por eso, como anfitriones a quien nos apoya, debemos dar la bienvenida a Barak Obama y dar una oportunidad a los cambios que hacen falta para que Israel sea de nuevo un país respetado y querido por la mayoría del mundo occidental.
Francisco, el nuevo Papa argentino
En el Vaticano también están puestas las miradas del mundo. Jorge Bergoglio, un personaje tan amado como odiado y tan polémico dentro de Argentina, es el nuevo Papa al que el mundo cristiano venerará como su líder espiritual. El Papa Francisco ha sido duramente criticado por lo que dicen fue su actuación durante la dictadura. Algunos lo critican por sus acciones y otros por lo que no hizo. Si lo primero es cierto va a ser difícil probarlo ya que hubo juicios al respecto y no salió culpable. Lo que llaman su omisión ante lo que pasaba, es subjetivo y muy difícil de juzgar. Fue una época dura en la que no se hablaba con la libertad que hoy se hace. Si bien su máximo cargo al frente de la Iglesia pudo merecer otras actitudes sólo estando allí y en ese momento podríamos saber qué hubiésemos podido hacer en su lugar.
Tampoco es querido por la Presidenta argentina. El ha sido muy critico con este gobierno y con ella. El silencio inicial y casi la ignorancia del hecho que tuvo en principio Cristina Kirchner se convirtió rápidamente en un viaje al lugar de los hechos, saludos, buenos deseos y hasta un pedido para que el Papa medie en el asunto de las Islas Malvinas.
Como siempre, Cristina no ha dejado pasar la oportunidad de estar en las vidrieras y hoy el Vaticano está en todos los televisores del mundo que la muestran como si hayan sido amigos de toda la vida. En contraposición hay mucha gente que lo quiere. El nuevo Papa tiene fama de trabajar al lado de los pobres y de ayudarlos. Respecto a la comunidad judía argentina se habla muy bien sobre Francisco y se festeja su elección al frente del Vaticano. El estuvo acompañándolos en los momentos difíciles en los homenajes por los muertos en los atentados, alentándolos y promoviendo un acercamiento que es muy valorado. Quizás tengamos por primera vez en el Vaticano un amigo de Israel y de los judíos en todo el mundo. Los hechos nos dirán en poco tiempo si esto será así o si la presión de los duros del Vaticano cambiará sus pensamientos o su forma de actuar. Foto: GPO Facebook.
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