E
l 15 de abril es el día de nacimiento del gran
Líder camarada
Kim Il Sung, Presidente
eterno de la República Popular Democrática de
Corea.
El pueblo coreano conmemora anualmente esta
fecha histórica como Día de Sol, recordando con gran
emoción las proezas revolucionarias del máximo
encarnador de todo lo precioso, sublime, sagrado y
honroso de la Corea socialista.
La idea Juche, bandera de
la patria y la nación
El Presidente
Kim Il Sung es el fundador de la
doctrina Juche, nueva ideología directriz consistente
en que uno es el dueño de su destino y tiene la fuerza
capaz de forjarlo.
En sus Memorias “En el transcurso del siglo”
escribió:
“Al analizar la situación del movimiento
nacionalista y del comunista incipiente en nuestro
país, advertí con seriedad que la revolución no se
debía hacer de esta manera.
De ahí que tuviera la convicción de que cada
nación puede hacer triunfar su revolución, sólo
cuando la cumple bajo su propia responsabilidad y
con sus propias fuerzas, y que debe solucionar de
manera independiente y creadora todos los
problemas surgidos en ese proceso. Esto constituyó el
punto de partida de nuestro pensamiento, lo que hoy
se llama idea Juche”.
Después de aclarar el principio de la idea Juche
en la conferencia de los dirigentes de la Unión de la
Juventud Comunista y la Juventud Antimperialista,
que tuvo lugar en Kalun en 1930, desarrolló y
enriqueció sin cesar su doctrina, esclareciendo
nuevos problemas presentados en la práctica
revolucionaria. Al materializarla plenamente en la
revolución y la construcción, convirtió a Corea en un
poderoso país socialista, independiente,
autosostenido y autodefensivo.
En abril del año pasado se efectuó en Corea el
congreso mundial de la idea Juche, y en su informe
Bishuwanas, presidente del Instituto Internacional
de la idea Juche y secretario general del consejo
internacional del Premio
Kim Il Sung, señaló:
“El Presidente
Kim Il Sung es genial pensador y
teórico, y gran Líder que creó la imperecedera idea
Juche, que ocupa la más alta y brillante posición en
la historia de ideologías de la humanidad, y abrió la
época de la independencia.
Gracias a él, las masas populares han podido
acoger nueva era de la historia en la lucha contra el
imperialismo y el colonialismo y para la libertad y la
redención definitiva.
…
La idea Juche hoy y mañana también alumbrará
el mundo con rayos luminosos, transmitiendo los
nombres del Presidente
Kim Il Sung y el Dirigente
Kim Jong Il
.”
Victoria en dos guerras
revolucionarias
La historia contemporánea de Corea es la de
lucha contra el poderoso enemigo del mundo y para
forjar su destino con su propia fuerza y enaltecer la
dignidad y el honor de la nación.
La primera guerra revolucionaria del pueblo
coreano fue contra el imperialismo japonés. En 1905
Milagro de Corea
y el Presidente Kim Il Sung
Monumento a la idea Juche que transmite
eternamente los méritos del Presidente
Kim Il Sung
que concibió la idea Juche.
►
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COREA DE HOY No. 4, 2013
el imperialismo nipón armado con modernos equipos
técnico-militares ocupó militarmente nuestro país
con la ambición de conquistar todo el continente
asiático.
El Presidente
Kim Il Sung presentó la línea de
la lucha armada antijaponesa, basada en la firme
convicción de que si un pueblo, aunque sea pequeño,
confía en su fuerza y lucha con tenacidad puede
derrotar a cualesquier agresores poderosos del
imperialismo y dirigió la lucha para realizarla.
El 25 de abril de 1932 fundó la Guerrilla Popular
Antijaponesa, primeras fuerzas armadas
revolucionarias del país y declaró la guerra
antijaponesa.
El imperialismo nipón la burló como “migo en el
mar”.
El Presidente fortaleció el Ejército Revolucionario
Popular de Corea subrayando la necesidad de vencer
las ventajas militar-técnicas del enemigo con la
superioridad político-ideológica, estratégico-táctica y
movilizó a las amplias masas populares en la lucha
antijaponesa.
Al fin derrotó a los agresores japoneses mediante
la guerra guerrillera, que desarrolló sin retaguardia
estatal ni el apoyo del ejército regular y abrió la
primera brecha en el sistema colonial del
imperialismo.
La segunda guerra fue contra el imperialismo
norteamericano, que se jactaba de su “supremacía”
mundial. El imperialismo estadounidense, que desde
hace mucho tenía la ambición de ocupar toda Corea,
expandir la guerra agresiva al continente asiático y
conquistar todo el mundo, lanzó el 25 de junio de
1950 la sorpresiva agresión armada contra nuestro
país. Hacía solo cinco años desde su liberación y dos
años de la fundación de la República y fue débil la
fuerza económica.
No obstante el pueblo coreano, bajo la inteligente
dirección del Comandante Supremo
Kim Il Sung,
humilló la arrogancia del imperialismo yanqui que se
fanfarroneaba de que su victoria era cuestión de
hora, y concluyó con el triunfo la Guerra de
Liberación de la Patria que duró 3 años.
El escritor polaco Marian Belistuki escribió en su
artículo:
“Cuando el pueblo coreano desplegaba la lucha
heroica en la guerra de liberación de la patria, yo
actué como corresponsal de guerra, canté a Corea
ardiendo, canté que ninguna fuerza es capaz de
arrodillar al valiente pueblo coreano que luchaba
persistente y heroicamente para defender su patria
amada.
…
Pasé muchas horas entre los soldados y oficiales
del Ejército Popular de Corea. Vi cómo ellos lucharon
en las trincheras bajo la lluvia de balas y bombas y
cómo se lanzaron a la posición enemiga gritando:
“¡Para la patria!”, “¡Para el General
Kim Il Sung!”.
Vi a la Corea heroica.”
Construcción del poderoso
Estado independiente y
soberano
En octubre de 1945 tuvo lugar en Pyongyang el
mitin de los ciudadanos para dar la bienvenida al
regreso triunfal del Presidente
Kim Il Sung. En su
discurso éste dijo que llegó la hora en que la nación
coreana debía unir sus fuerzas para la construcción
de una nueva Corea democrática y exhortó a edificar
un Estado democrático, independiente y soberano,
contribuyendo cada cual con lo que tuviera o pudiera,
fuerzas de trabajo, conocimientos y dinero,. Todo el
pueblo se levantó al unísono al aceptar cordialmente
su proyecto de la construcción de Corea democrática,
y así comenzó la nueva historia de la creación y la
construcción.
Terminaron en 55 días la obra de regulación del
curso del río Pothong, que no se concluyó ni en 10
años de la dominación colonial, eliminaron la
unilateralidad colonial de la economía, realizaron la
reconstrucción técnica de la industria y la
agricultura, aumentaron con rapidez la producción, a
fin de cimentar la base de la economía nacional.
Después de la guerra el pueblo coreano, bajo su
inteligente dirección, creó nuevas proezas milagrosas
mostrando plenamente su capacidad en la
restauración y construcción posbélica. En tres años
de la guerra los imperialistas norteamericanos
destruyeron por completo las fábricas e instalaciones
agrícolas, las ciudades y aldeas. Redujeron a cenizas
todas las cosas de Corea y predijeron que ésta no
podría levantarse de nuevo ni en cien años.
El Presidente
Kim Il Sung señaló el correcto
camino de la restauración y construcción, con la
firme convicción de que podría erguirse de nuevo en
cualquier condición difícil, dado que contaba con el
Partido, el Poder, el pueblo y el territorio y visitó
fábricas y aldeas destruidas llamando al pueblo a la
lucha heroica. Se lograron asombrosos éxitos. Los
obreros de la Acería de Kangson restauraron el alto
horno en 40 días, mientras los fundidores del
Fundición de Hierro Hwanghae levantaron en el
terreno de un horno Martín destruido otro con doble
capacidad solo en 10 meses, y comenzaron a producir
el hierro.
El pueblo coreano, unido compactamente en torno
del gran Líder, creó un milagro tras otro,
convirtiendo sus sueños en la realidad.
En medio de la gran marcha Chollima,
produjeron el primer tractor al cabo de 35 días y el
primer camión en 40 días. Produjeron en un año 13
mil máquinas herramienta por encima del plan
estatal, y crearon la “velocidad de Pyongyang” al
montar una vivienda por cada 14 minutos.
La industrialización socialista se llevó
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