Los malos humos
La salud, la religión y el tabaco
26/03/2013 - Autor: Ruth Molina - Fuente: Webislam
Estaba caminando tranquilamente por la calle, disfrutando de un bonito día y pensando en la suerte que tenía de poder disfrutarlo, alhamdolillah.
Pero en esos momentos me fije en una niña pequeñita que iba con su padre. Era muy graciosa y tenia mucho desparpajo, pero lo que más me llamo la atencion era lo que le decía a su padre.
Pese a su corta edad -no debía tener más de 2 añitos- le decía a su papá, que iba con un cigarró en la mano "no fumes papá". Él no le hacía mucho caso y ella insistio "no fumes que es malo".
El padre la miraba de reojo, pero no dijo nada. Fue un instante nada más, el tiempo de cruzarnos un momento. Yo continué mi camino y ellos el suyo, pero esa escena tan conmovedora me impacto mucho.
Es sorprendente que sea un niño, una criatura de corta edad, la que tenga que reñir a un adulto cuando nosotros tendríamos que ser el ejemplo a seguir para ellos. La educación que reciban en la niñez, repercutirá en su personalidad cuando sean adultos.
El fúmar es haram, eso lo sabemos todos. Esta persona no era musulmana, así que para él era normal hacerlo. En nuestra sociedad es algo comun y cotidiano, se ha convertido en una gran lacra con repercusiones muy negativas para la salud y difícil de erradicar.
Pero todavía es más grave que esto suceda entre los musulmanes y que se acepte como algo normal. Que la mayoría se dejen influir por este estilo de vida y costumbres, y se convierta en un modelo a seguir por millones de ellos, independientemente de su lugar de origen o nacionalidad.
He escuchado muchas veces lo dificíl que es dejar de fumar, que es como una droga que engancha y convierte a las personas en adictas. Pero lo fundamental es evitar llegar a esos extremos, y para ello lo mejor para nosotros es no comenzar, evitarlo y mentalizarnos que es prohibido.
El shaytan siempre estara tentandonos, pero tenemos que tener la suficiente fé y fortaleza para no caer en las tentaciones, y la mejor manera es refugiándonos en Allah, ser constantes en su recuerdo y evitar las compañías que son perjudiciales para nosotros.
Sé que estos tiempos son difíciles, además se requiere un gran esfuerzo para mantenerse firmes y no ceder a nuestras debilidades, pero tenemos que tomar conciencia al respecto y no olvidarnos de nuestras limitaciónes, procurando no traspasar la barrera que separa lo haram de lo halal.
Solo pido que Allah nos guíe por el camino recto, nos refuerce el iman para poder afrontar estas pruebas y seamos paciantes, solo Él puede.
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