Estado islámico: un ataque a la solidaridad de la izquierda turca con Kobane
Jóvenes Socialistas turcos se han unido a la campaña para reconstruir la devastada ciudad de Kobanê en Siria: La hemos defendido juntos. La vamos a reconstruir juntos
30/07/2015 - Autor: Esen Uslu - Fuente: Blog Sin Permiso
En respuesta a la llamada de la Federación de Asociaciones de Jóvenes Socialistas turcos, cientos de hombres y mujeres jóvenes se han unido a la campaña para reconstruir la devastada ciudad de Kobanê en Siria. Su lema es: "La hemos defendido juntos. La vamos a reconstruir juntos". Especialmente motivados por la participación de las jóvenes kurdas, eran internacionalistas que apoyaban la revolución que está teniendo lugar en el Kurdistán sirio (las tierras kurdas en el norte de Siria) y querían mostrar esa solidaridad internacional con la justa
causa de los kurdos.
causa de los kurdos.
Les preocupaban sobre todo las necesidades de los más pequeños, y habían recogido artículos para bebés, además de juguetes y libros. También planeaban construir una clínica para niños, una biblioteca y una zona de juegos. Todo ello iba a ser entregado por un grupo de 200 jóvenes turcos que viajaron a la ciudad de Suruç en la provincia de Urfa, justo al norte de la frontera turca con Siria. Fueron recibidos por simpatizantes locales, así como por otros grupos que participan en actividades de solidaridad y prestan asistencia a Kobanê.
Algunos de ellos eran muy jóvenes, pero otros habían estado en el fragor de la lucha para apoyar a Kobanê durante los combates contra el Estado islámico. Algunos habían sido detenidos como resultado de diversas acciones que se organizan por toda Turquía. Su solidaridad chocó con el desdén de la administración islámico-nacionalista. Incluso cuando estaban camino de Suruç, fueron detenidos y sometidos a un control de identidad. Dos de ellos fueron detenidos en virtud de órdenes emitidas por los tribunales, mientras que el resto pudo continuar hasta la ciudad Suruç.
Sin embargo, el gobernador de la provincia de Urfa les anunció que no se les permitiría continuar juntos hasta Kobanê. Sólo se permitió a veinte cruzar a Siria. El resto ni siquiera pudo acercarse a la frontera.
Sus anfitriones locales ya habían hecho los preparativos necesarios para los 200 pudieran alojarse en un centro cultural, pero el acoso de la policía continuó y fueron escoltados hasta la puerta de sus habitaciones. Por supuesto, como jóvenes revolucionarios estaban acostumbrados a este tipo de tratamiento de las autoridades y mantuvieron la moral. Incluso su corta experiencia de la política turca fue suficiente para enseñarles algunos hechos básicos: toda acción internacionalista, y en particular el apoyo a los kurdos, provoca la ira del estado.
A la mañana siguiente, el 20 de julio, tuvieron un desayuno comunal en unas mesas dispuestas en el jardín del centro cultural, después de lo cual se reunieron para hacer una declaración a la prensa, en protesta contra las acciones de la policía y la decisión del gobernador, y enfatizaron que, a pesar de las medidas represivas, estaban decididos a llevar a cabo lo que habían comenzado. Invitaron a los periodistas, así como otros espectadores, al jardín.
A la mañana siguiente, el 20 de julio, tuvieron un desayuno comunal en unas mesas dispuestas en el jardín del centro cultural, después de lo cual se reunieron para hacer una declaración a la prensa, en protesta contra las acciones de la policía y la decisión del gobernador, y enfatizaron que, a pesar de las medidas represivas, estaban decididos a llevar a cabo lo que habían comenzado. Invitaron a los periodistas, así como otros espectadores, al jardín.
Bajo su pancarta y después de un breve discurso y las consignas, tuvo lugar la explosión. La mayoría culpan un atacante suicida del Estado islámico. La bomba mató a 32 jóvenes brigadistas e hirió a otros 70. Ocho de los heridos siguen en estado crítico, y 11 han tenido que ser operados. Alrededor de 40 de los heridos fueron posteriormente dados de alta en el hospital. Entre los muertos se contaban también algunos militantes de más años del Partido Socialista de los Oprimidos, incluyendo un camarada cuyo hijo había muerto luchando en
Kobanê. También hubo entre las víctimas militantes de la izquierda pro-kurdo del HDP (Partido Democrático del Pueblo). Muchos de los jóvenes camaradas muertos habían sido participantes activos en las protestas del Parque Gezi en 2013.
Kobanê. También hubo entre las víctimas militantes de la izquierda pro-kurdo del HDP (Partido Democrático del Pueblo). Muchos de los jóvenes camaradas muertos habían sido participantes activos en las protestas del Parque Gezi en 2013.
El 21 de julio, 28 cadáveres fueron devueltos a las familias después de los exámenes post-mortem, mientras que se hacen pruebas de laboratorio para confirmar la identidad de otros.
Las fotos de los fallecidos se encuentran disponibles en un álbum conmemorativo en Facebook, incluyendo algunas imágenes que capturan admirablemente su espíritu durante el viaje de la solidaridad: una exposición conmovedora.
Proceso de paz
La historia reciente de Turquía está llena de incidentes en los que decenas de kurdos han sido asesinados. Por ejemplo, 34 jóvenes aldeanos kurdos fueron bombardeados por la fuerza aérea de Turquía en diciembre de 2011. Sin embargo, el 'proceso de paz' iniciado por el alto el fuego unilateral declarado por Abdullah Öcalan, el dirigente preso del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) redujo el número de este tipo de incidentes.
Las negociaciones, en las que los parlamentarios HDP fueron portadores de mensajes entre Öcalan, encarcelado en la prisión de la isla Imrali, y el cuartel general del PKK en las montañas de Qandil, allanaron el camino para nuevas negociaciones para encontrar una solución pacífica al conflicto kurdo.
El punto culminante de las negociaciones fue la declaración conjunta de Dolmabahçe, el 28 de febrero de 2015. Los ministros del gobierno y los parlamentarios del HDP celebraron una conferencia de prensa tras la Declaración, que incluye el llamamiento a elaborar una nueva Constitución democrática basada en la igualdad de todos los ciudadanos, así como la reforma de las administraciones locales y provinciales y la renuncia permanente a la lucha armada, que debe acordar un congreso del PKK.
Desde entonces, el proceso ha dado marcha atrás. Durante la campaña electoral, en junio, el aparato del AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo), a instancias del presidente de la república, Recep Tayyip Erdoğan, ha repudiado el acuerdo, y ha regresado a la vieja retórica de confrontación, con la esperanza de mantener su control sobre sectores muy religiosos de la población kurda. Durante la enconada campaña electoral turca, el HDP fue objeto de ataques violentos, y dos oficinas provinciales del partido fueron voladas. Otras dos explosiones acabaron con un mitin masivo en Diyarbakir, matando y mutilando a decenas de participantes.
Como era de esperar, la animosidad entre los kurdos y el AKP aumentó. Tras el resultado de las elecciones, la Constitución requiere la formación de un gobierno -si es necesario, una coalición- y, si estos intentos fracasan, deberán convocarse nuevas elecciones, por lo que el gobierno en funciones del AKP quiere extender todo lo posible las negociaciones, y mantenerse en el gobierno hasta finales del otoño. El HDP, sin embargo, está dispuesto a recuperar la iniciativa en el proceso de paz, y por tanto ha pedido la formación de un gobierno de coalición lo más pronto posible. Ha llamado incluso a la convocatoria urgente del parlamento, a pesar de
las vacaciones de verano, para hacer frente a las cuestiones más urgentes, sin ningún resultado.
las vacaciones de verano, para hacer frente a las cuestiones más urgentes, sin ningún resultado.
El socio de coalición del AKP más probable es el MHP – el Partido de Acción Nacionalista, de los infames Lobos grises. Su actual discurso rechaza tal gobierno de coalición, pero durante la elección del presidente del Parlamento apoyó al candidato del AKP. La fusión de las dos grandes familias de la derecha turca más reaccionaria parece la mejor opción para Erdoğan de frenar cualquier avance en el proceso de paz, ya que el MHP está totalmente en contra de cualquier acuerdo de paz.
Hasta la semana pasada, el AKP coqueteaba con el CHP (Partido Republicano del Pueblo). Sin embargo, la masacre de Suruç ha acabado de hecho con esta posibilidad.
El factor Estado islámico
La prensa turca e internacional está repleta de comentarios que afirman que el bombardeo fue una acción "contra Turquía”. Es un profundo error y, en realidad, un análisis equivocado de sus objetivos.
Es cierto que el hombre que plantó las dos bombas en Diyarbakir en mayo de 2015 resultó ser un miembro turco del EI. Sin embargo, fue evidente la manera extrañamente benigna en que fue tratado por la policía. Anteriormente había sido detenido y puesto en libertad, a pesar de sus supuestos vínculos con el EI. Su familia había denunciado su desaparición y temía que hubiese ido a luchar con el EI en Siria.
Y tampoco sería una sorpresa si el presunto atacante suicida de Suruç también es un miembro del EI. Hace seis semanas una fuente fiable escribió en las redes sociales que los servicios de inteligencia turcos sabían que seis u ocho atacantes suicidas se habían infiltrado en Turquía con el fin de causar el caos. Esta noticia fue publicada y muy discutida en la prensa turca.
Sin embargo, dado que el AKP ha cambiado su actitud hacia el proceso de paz, este tipo de ataques terroristas coinciden claramente a corto plazo con su objetivo de atacar a los kurdos, la izquierda y el HDP – y una atrocidad similar podría quizás también ocurrir contra la comunidad Alevi. Este tipo de acciones terroristas solo beneficia a quienes persiguen la formación de una coalición derechista temporal y luego obtener la mayoría absoluta en unas elecciones generales anticipadas.
El gobierno del AKP también está planeando una acción militar unilateral en Siria con el pretexto de "perseguir en caliente a los terroristas”. Ya ha desplegado tropas y equipos para el ataque. Sus socios internacionales, como Qatar y Arabia Saudita, están dispuestos a presionar a Irán militarmente en Siria. El dinero y el armamento llegan a los grupos salafistas islamistas en Siria a través de Turquía.
Así que el futuro del Kurdistán sirio y el norte de Siria, así como el proceso de paz en Turquía, parece bastante sombrío. En la actualidad, el AKP está reorientándose e intenta arrastrar con él a toda la derecha hacia un precipicio peligroso. Dada esta amenaza, el HDP ha pedido a todos los parlamentarios que se oponen a estas atrocidades que apoyen su propuesta de convocar urgentemente el parlamento – pero necesitan casi el doble del número de sus
diputados para presentar una moción de este tipo.
diputados para presentar una moción de este tipo.
Haciendo uso tanto de la acción parlamentaria y la extraparlamentaria, el HDP ha llamado a la gente a participar en las procesiones fúnebres de los compañeros muertos y a llevar a cabo unas ceremonias "dignas de los revolucionarios". También ha pedido a sus aliados del Bloque por la Paz anti-AKP organizar una manifestación masiva en Estambul contra el terrorismo islamista.
Esen Uslu es un analista político residente en Estambul que contribuye artículos regularmente a las revistas Sercesme y Sakayak.
Traducción para www.sinpermiso.info : Enrique García
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