EFEParís14 nov 2015
Tímidamente, pero sin caer en la paralización, París se despereza este sábado presa del estupor y el miedo, aunque con la extraña sensación de que lo sucedido anoche, más que una sorpresa, es un temor confirmado.
"Quien más quien menos podía esperarse algo así. Sabemos que Francia está en el punto de mira de esos salvajes, pero nunca puedes pensar que llegarán tan lejos", comenta a Efe Fatima, empleada de una panadería que, al igual que otros comercios, ha abierto sus puertas a primera hora de la mañana.