Guerra y Paz: Marketing del Capital
Guerra y Paz: Marketing del Capital
Si hay algo que debemos saber e integrar, es que todas las decisiones que se toman en torno a estos dos grandes temas, la guerra y la paz, están fuera del alcance de las cámaras. No son los políticos quienes abren procesos de paz o deciden iniciar una guerra, obedecen órdenes a cambio de una jubilación suculenta y anticipada. Tampoco son los pueblos, pues somos los menos interesados en irnos de nuestras propias tierras para morir en otras.
Colombia es la otra gran finca de los dueños del capital, antes era más rentable venderle armas y coches, a cambio de comprarles cocaína a los que administran esa finca. Hoy, todo ha cambiado, el negocio es otro.
Interesa el control del territorio por muchas razones. Los recursos mineros, los bosques de maderas, y sobretodo Agua. Esto sucede en toda Suramérica, que posee las fuentes más extensas del precioso y escaso líquido. Al mismo tiempo se venderá el “Progreso” de cemento bien maquillado de centros comerciales con salas de fiesta y de cine para anestesiar-nos y promoverlo.
Es tan fácil como quitarle un dulce a un niño.
Cualquiera firmaría, sobre todo la gran golpeada clase baja y media que inspirada en la bonanza tiene por fin la oportunidad de salir de pobre, de “enriquecerse” y pegar el salto social mientras siente como fluye el capital por sus venas. La promesa es tentadora, el futuro “halagüeño” de grandes ciudades.
La guerrilla en definitiva se silencia porque es un habitante bastante incómodo de la finca para el plan del nuevo camino del capital. Sin pretenderlo eran guardianes del territorio de la Madre Tierra, sin embargo nos han dejado más de cincuenta años de guerra y un dolor tremendo. Pero comparado con los directores de esta orquesta y lo que está por caer, son hermanitas de la caridad. Y al lado está Venezuela, que interesa abrir camino a la reconquista de toda Suramérica.
Geopolítica simple y pura.
Colombia casi seis millones de desplazados por la guerra.
Por este lado del charco más de lo mismo. Fijarse ahora en Siria. Antes sucedió lo mismo en Afganistán, Libia, Iraq etc..
Los refugiados llegan por miles a las costas Europeas. links:
Link: https://www.youtube.com/watch?v=j-e3iVYtYME
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Preguntarse de dónde provienen las armas y el capital que financian las guerras. Folow the money.
La verdad solo está en tu interior, en silencio y lejos de la Tv y cámaras de los noticieros. No te lo van a contar, por supuesto son parte del circo del capital con un guión muy bien estudiado.
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La abominable Máquina de Relojería
Occidente – Mientras el cono Sur vive la fiesta del boom económico por el aterrizaje de los capitales golondrina, el norte vive la represión de la huida de estos más la aplicación de políticas suicidas de austeridad impuestas a cañón por los títeres de turno encargados de exprimir al pueblo bajo la disculpa de las llamadas crisis perfectamente diseñadas a conveniencia de unos cuantos pocos. Tal como ocurre con las guerras, el casino está muy bien orquestado.
La construcción, la industria automotriz e inmobiliaria están en auge en el Sur y se destinan ingentes cantidades de dinero proveniente de los mercados financieros y del narcotráfico en proyectos de interés económico particular – que no social – en construir ciudades símbolos del progreso barrigón. El cemento y la tecnología unidos en un modelo de vida que gira en torno a la acumulación, a la esclavitud; inclusive de quienes creen controlar el proceso. El hombre social abducido por la periferia, lejos del interior, lejos de cualquier duda o cuestionamiento, lejos de la armonía con su entorno, con la naturaleza y con sus semejantes; perpetúa la lucha de clases en este modelo evangelizador de obediencia, de novelas y de uniformidad del pensamiento.
Latino América en general, exceptuando a algún país en la “mira”, cumple a rajatabla las órdenes de los dueños del Mundo Temporal, ese mencionado 8% que posee el 80% de la riqueza material que controla los movimientos de aquí y de allí, y que pretende derivar el presente y futuro de los habitantes del Planeta Tierra.
Serán quizás veinte años más sumidos en el “progreso” donde luego no habrá tierra libre – sin pagar – donde poner un pié desnudo sobre la Madre Tierra; todo está privatizado. Luego vendrán las conocidas burbujas inmobiliarias, la locura del ajuste de los precios, los recortes, y las políticas de rescate a bancos y amigables corporaciones financieras. La fórmula es eficaz, calcada a las aplicadas hoy en la vieja Europa y en la América Hopi.
La naturaleza nuevamente es asediada; la tala de los bosques, la minería a cielo abierto, el desplazamiento de los indígenas y campesinos que en su mediada ofrecen resistencia ante una industria militar bien aceitada; la guerra su fiel encomienda.
Hay que reconocer y aprender mucho de los señores de las guerras y de los títeres del capital, de los adoradores del nuevo dios El Dinero: Funcionan en perfecta sincronía, una abominable máquina de relojería.
Si pudiéramos imitarles por lo menos en esa Unidad de movimiento podríamos rediseñar nuestro presente y futuro. Los niños, y las nuevas generaciones nos lo agradecerán, ya que aunque parezca increíble existen padres abducidos del progreso que aún a sabiendas de las consecuencias de su devastador negocio se lavan las manos, y dicen, que ellos a gozar del botín, esa problemática “futura” se encargarán de resolverla, si es que pueden, sus propios hijos. Me quedé de piedra.
Jose Tamayo – Repotero - tote@lacajadepandora.eu
A continuación una reflexión de J. Krishnamurti
Terminar… Mientras VivimosSiempre preguntan qué sucede después de la muerte, pero nunca preguntan qué sucede antes de la muerte, qué sucede ahora en su vida. ¿Qué es su vida? Trabajo, oficina, dinero, dolor, lucha, escalar los peldaños del éxito, esa es su vida y la muerte termina con todo esto. Por tanto, ¿es posible, mientras viven, terminar, terminar con su apego, su creencia?..Terminar, la belleza de terminar algo voluntariamente sin motivo alguno, sin placer, ¿pueden hacerlo? En el terminar hay un nuevo empezar. Si terminan, sucede algo, las puertas se abren, pero antes de terminar, quieren estar seguros de que las puertas estén abiertas. Por eso nunca terminan, nunca terminan con su motivo. Comprender la muerte es vivir la vida, terminar internamente.
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