DERROTAR AL ISIS EN EL CAMPO DE BATALLA DIGITAL
JAMES WOOLSEY- CHIP REGISTER
Es necesaria una colaboración entre público y privados para destruir al estado virtual de los terroristas.
Claramente, EE.UU. y sus aliados pueden y deben enfrentar al Estado Islámico en el campo de batalla, ya sea en Siria o en Irak. Pero la guerra con el “estado virtual” del ISIS—aquellos a quienes la organización terrorista inspira en internet, como Omar Mateen en Orlando—será mucho más difícil de luchar y continuará mucho tiempo después de que las fuerzas terrestres del ISIS sean llevadas a montañas y cuevas.
Esta fase virtual de la guerra va a requerir una campaña de inteligencia masiva basada en una capacidad profunda de observar el comportamiento humano en tiempo real en el mundo digital: qué está diciendo la gente en los medios sociales, lo que la gente está mirando en la web, adónde va la gente, qué compra, con quién charlan. Sólo a través de una inversión importante en monitorear las huellas digitales de todos nosotros podremos identificar patrones de comportamiento en tiempo real que identifiquen amenazas antes que estas se materialicen.
En la década pasada hemos visto el rápido desarrollo en la envergadura y sofisticación de las redes sociales y la “web oscura” que permite a los terroristas pasar sin ser detectados. Pero ha habido avances similares en recolección de datos y análisis que nos permiten encontrar a actores malos antes que ellos ataquen.
El mundo crea 2.5 trillones de bytes de datos cada día; 90% de todos los datos existentes en el planeta tienen menos de 24 meses de antigüedad. Esa es una gran área en la cual ocultarte si eres un actor malo. Para encontrarlos, necesitaremos computadoras inteligentes para perseguirlos a través del paisaje digital.
Ganar esta fase de la guerra, y mantener a la gente segura cada día mientras ellos siguen sus vidas, conllevará ganar una carrera espacial tecnológica. “Moverse al ritmo del gobierno” no asegurará nuestra seguridad individual y colectiva. Necesitamos una colaboración pública-privada más formalizada con el foco del Proyecto Manhattan y la financiación de los programas espaciales Apollo y Mercury para estudiar la cuestión, mapear las capacidades, asignar responsabilidades, guiar el desarrollo y asignar recursos. El factor crucial del éxito aquí no será el monto de dinero gastado, sino la velocidad, eficiencia y efectividad.
También necesitamos una campaña de relaciones públicas con dos objetivos principales: interrumpir y deslegitimar el mensaje del ISIS tanto en EE.UU. como en el exterior, y restablecer la confianza en nuestras instituciones cívicas para que los ciudadanos que acatan la ley puedan tener una discusión más productiva sobre el equilibrio entre la privacidad de datos y la seguridad en Estados Unidos.
Estados Unidos tiene capacidades de inteligencia competentes, responsables y bien intencionadas. Tenemos que soltarlas sobre esta amenaza utilizando lo último en ciencia de datos e inteligencia artificial. Cualquiera que haya trabajado en o cerca de la comunidad de inteligencia estadounidense puede dar fe del hecho que nadie allí está interesado en “tus malditos e-mails”, para citar al Senador Bernie Sanders. En cambio, ellos trabajan las 24 horas, los siete días de la semana, buscando amenazas que podrían manifestarse en forma tan catastrófica como lo hicieron este mes en Orlando.
La campaña estadounidense de bombardeo y eliminar los bastiones del ISIS en Irak y Siria dañará sustancialmente la causa de los terroristas. Pero no impedirá otro Orlando.
También tenemos que atacar al “estado virtual” en el campo de batalla digital y degradar su mensaje y capacidad de influenciar a los lobos solitarios, financiar una célula o adquirir un arma de destrucción masiva.
James Woolsey es presidente del Consejo de Liderazgo de la Fundación para la Defensa de las Democracias y un ex director de la CIA. Chip Register es CEO de Sapient Consulting.