¿Está próxima una guerra civil en Oaxaca?
La moneda está en el aire
SR: DIRECTOR.
Me envió un amigo de Oaxaca este artículo. Me parce bastante interesante. Ojalá puedas publicarlo en tu periódico. No pone su nombre porque ya sabes qué tal se las gastan por allá.
Saludos
M. en E.A. María del Consuelo Carranza y Simón
Es muy lamentable lo que está ocurriendo con los policías en Oaxaca, si bien es cierto que es de las peor pagadas a nivel nacional y en cuestión de preparación y profesionalismo deja mucho que desear, también es cierto que han sido víctimas de falsas promesas sexenio tras sexenio; yo estuve presente cuando el “gobierno del cambio”, prometió mejoras salariales y laborales (conservo el discurso grabado), promesas que al día de hoy no han sido cumplidas.
Aumento salarial, mejoras laborales, bonos, profesionalización, aumento en la póliza de seguro de vida, hasta la posibilidad de adquirir sus hogares por medio de créditos, y aspirar a la jubilación, fueron sólo algunas de las promesas que Gabino Cué Monteagudo, dejó en prenda en su primera visita al cuartel de la Policía Estatal en Santa María Coyotepec, en aquel diciembre de 2010.
A menos de dos años que el actual gobierno deje el poder, la corporación sigue sumida en un lamentable abandono, en donde a pesar de los esfuerzos del ex titular Marco Tulio López Escamilla, la profesionalización y las mejoras laborales se quedaron a medias. López Escamilla regresó a su amada Policía Federal, rebasado por los compromisos políticos, las presiones y las pasiones de Cué Monteagudo.
Qué lástima y qué tristeza que la mala administración y los abusos en la dependencia por parte de su relevo Alberto Esteva Salinas y su camarilla traída desde el Gobierno del Distrito Federal, y algunos locales corridos de la Secretaría de Cultura como el siempre ausente en sus labores Hugo López Velasco, hayan servido para hacer crecer el descontento y el hartazgo de la tropa y el personal administrativo.
Con jornadas laborales extenuantes, el uso del equipo, personal y recursos para la implementación de una campaña “con valores”, plataforma que Esteva Salinas pretendía utilizar para subirse al tren a la gubernatura, dio oportunidad para que grupos y operadores políticos vieran la ocasión de acrecentar el descontento y derivar en la actual crisis que se vive en la dependencia.
Tan lamentable y reprobable es haber utilizado a los elementos como carne de cañón, como tan reprobable es que gracias a la incapacidad e incompetencia de unos cuantos esté tan cerca el surgimiento de una guerra civil, en donde los iguales derramarán sangre innecesariamente, situación que ya ocurrió la madrugada de este viernes
La Gendarmería se vio rebasada debido a las verdades a medias vertidas por el gobierno de Cué en los medios de comunicación, quien había reportado sólo 800 elementos inconformes, llegando a más de dos mil al momento de medir fuerzas.
La moneda está en el aire, la renuncia de Cué, una batalla campal, la muerte y por ende surgimiento de nuevos mártires, así como una alianza entre maestros de la Sección 22 y policías estatales, son las únicas salidas a un conflicto que tuvo solución desde las primeras inconformidades manifestadas en contra de Esteva Salinas, y sus ambiciones de pobre niño rico con hambre de poder.
Me envió un amigo de Oaxaca este artículo. Me parce bastante interesante. Ojalá puedas publicarlo en tu periódico. No pone su nombre porque ya sabes qué tal se las gastan por allá.
Saludos
M. en E.A. María del Consuelo Carranza y Simón
Es muy lamentable lo que está ocurriendo con los policías en Oaxaca, si bien es cierto que es de las peor pagadas a nivel nacional y en cuestión de preparación y profesionalismo deja mucho que desear, también es cierto que han sido víctimas de falsas promesas sexenio tras sexenio; yo estuve presente cuando el “gobierno del cambio”, prometió mejoras salariales y laborales (conservo el discurso grabado), promesas que al día de hoy no han sido cumplidas.
Aumento salarial, mejoras laborales, bonos, profesionalización, aumento en la póliza de seguro de vida, hasta la posibilidad de adquirir sus hogares por medio de créditos, y aspirar a la jubilación, fueron sólo algunas de las promesas que Gabino Cué Monteagudo, dejó en prenda en su primera visita al cuartel de la Policía Estatal en Santa María Coyotepec, en aquel diciembre de 2010.
A menos de dos años que el actual gobierno deje el poder, la corporación sigue sumida en un lamentable abandono, en donde a pesar de los esfuerzos del ex titular Marco Tulio López Escamilla, la profesionalización y las mejoras laborales se quedaron a medias. López Escamilla regresó a su amada Policía Federal, rebasado por los compromisos políticos, las presiones y las pasiones de Cué Monteagudo.
Qué lástima y qué tristeza que la mala administración y los abusos en la dependencia por parte de su relevo Alberto Esteva Salinas y su camarilla traída desde el Gobierno del Distrito Federal, y algunos locales corridos de la Secretaría de Cultura como el siempre ausente en sus labores Hugo López Velasco, hayan servido para hacer crecer el descontento y el hartazgo de la tropa y el personal administrativo.
Con jornadas laborales extenuantes, el uso del equipo, personal y recursos para la implementación de una campaña “con valores”, plataforma que Esteva Salinas pretendía utilizar para subirse al tren a la gubernatura, dio oportunidad para que grupos y operadores políticos vieran la ocasión de acrecentar el descontento y derivar en la actual crisis que se vive en la dependencia.
Tan lamentable y reprobable es haber utilizado a los elementos como carne de cañón, como tan reprobable es que gracias a la incapacidad e incompetencia de unos cuantos esté tan cerca el surgimiento de una guerra civil, en donde los iguales derramarán sangre innecesariamente, situación que ya ocurrió la madrugada de este viernes
La Gendarmería se vio rebasada debido a las verdades a medias vertidas por el gobierno de Cué en los medios de comunicación, quien había reportado sólo 800 elementos inconformes, llegando a más de dos mil al momento de medir fuerzas.
La moneda está en el aire, la renuncia de Cué, una batalla campal, la muerte y por ende surgimiento de nuevos mártires, así como una alianza entre maestros de la Sección 22 y policías estatales, son las únicas salidas a un conflicto que tuvo solución desde las primeras inconformidades manifestadas en contra de Esteva Salinas, y sus ambiciones de pobre niño rico con hambre de poder.
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