Una mujer mata a cuatro soldados libios al inmolarse junto a su hijo de tres años en Sirte
La mujer, con su pequeño de la mano, anunció a los soldados que iba a entregarse, momento en el que hizo estallar el explosivo
Al menos cuatro soldados de la Alianza de Milicias del oeste de Libia han muerto este viernes y 23 más han resultado heridos en un ataque suicida perpetrado por una mujer que les hizo creer que iba a rendirse, en la ciudad libia de Sirte.
Responsables militares de la citada alianza, dirigida por la ciudad de Misrata, han explicado a Efe que la mujer, cuya nacionalidad no especificaron, les anunció que iba a entregarse y se presentó con un niño de tres años de la mano.
"En ese momento estalló el explosivo. Cuatro de nuestros soldados murieron y otros 23 tuvieron que ser atendidos de heridas de diversa consideración en el hospital de campaña", levantado a las puertas del barrio de Al Bahariya, el único que aún no ha sido arrebatado a los fanáticos, explicó.
Las milicias del oeste de Libia emprendieron el pasado junio una ofensiva militar para recuperar el control del puerto mediterráneo de Sirte, conquistado por la rama libia de la organización yihadista Estado Islámico en febrero de 2015.
Tras dos meses sin apenas avances, las tropas libias comenzaron a abrir brecha a partir del primero de agosto, fecha en la que Estados Unidos se sumó a la ofensiva con bombardeos aéreos sobre esta urbe en la que nació, y murió años después apaleado, el dictador Muamar Gadafi.
Desde entonces, la aviación militar norteamericana ha realizado un total de 420 misiones de combate, según datos ofrecidos por el comando central del Pentágono en África.
Sirte, víctima del caos y la guerra civil
Responsables de inteligencia militar en Sirte consideran, por su parte, que quedan unas 40 edificaciones por conquistar y limpiar de trampas y aseguran que la reconquista podría completarse en pocos días.
Según fuentes de la Alianza, en las últimas 48 horas decenas de mujeres y de niños han salido de las zonas aún bajo control yihadista y se han entregado a las fuerzas libias aliadas portando banderas blancas. "Hoy el número de familias que se han rendido ha sido mayor que en otros días", agregaron.
Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que hace cinco años la comunidad internacional apoyara el alzamiento rebelde en Bengasi y contribuyera militarmente a la caída de Al Gadafi.
Cinco años después, tres gobiernos, uno respaldado por Naciones Unidas, otro en Trípoli (oeste) y otro en el Tobruk (este) luchan por hacerse con el poder y el control de los recursos petroleros con ayuda de decenas milicias que cambian a menudo de bando.
De la situación se han beneficiado grupos yihadistas como la rama libia del Estado Islámico, Boko Haram o la organización de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) que han penetrado y extendido su influencia en el país.
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