La policía informó este domingo que el sospechoso de la masacre en una sinagoga en Pittsburgh declaró a los agentes que los judíos estaban cometiendo genocidio y quería que todos murieran.
"Durante el curso de su ataque mortal contra la gente de la sinagogaBowers evocó el genocidio y su deseo de matar judíos", dijo Scott Brady, fiscal del distrito oeste de Pennsylvania, en una conferencia de prensa.
En una declaración jurada de arresto difundida el domingo por la madrugada, la policía dijo que Robert Gregory Bowers alcanzó a matar a ocho hombres y tres mujeres en la sinagoga Árbol de la Vida antes de que lo hiriera a tiros un equipo policial que lo había rastreado.
(AFP)
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Bowers irrumpió el sábado por la mañana y gritó "todos los judíos deben morir", al tiempo que abría fuego contra los fieles reunidos en el día del shabat, el descanso semanal judío, para celebrar una ceremonia por el nacimiento de un niño.
Un agente agregó en el documento que mientras Bowers recibía atención médica por sus heridas, declaró que los judíos "cometían genocidio contra su pueblo".
Por el momento, debido a que no había cómplices ni aparente intención de propagar un mensaje específico, la investigación contempla los actos de Bowers como crímenes de odio y no como un caso de terrorismo doméstico.
"Nada hace indicar que alguien estuviera colaborando con él, por lo que lo hemos enfocado como un crimen de odio, pero seguimos investigando", comentó Brady.
El FBI, además, informó que ya están identificadas las 11 víctimas mortales de la masacre.
(Con información de AFP y AP)
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