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La inteligencia del Estado mexicano identifica al Ejército Popular Revolucionario (EPR) como uno de los siete grupos armados con reivindicaciones sociales y políticas –para no llamarlos guerrilla– que operan en el país.
Apareció en México en 1996 y desde entonces ha tenido contadas presentaciones públicas y ataques contra bases militares y oleoductos. Entre ellos, uno a ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Querétaro en julio de 2007.
Tras años de silencio, el EPR reapareció esta semana con un comunicado publicado en su órgano oficial El Insurgente, en el que rechaza la creación de la Guardia Nacional propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Además, descalifica toda su política, tachándolo de ‘político de oficio’, pues durante su campaña pidió el regreso de los militares a sus cuarteles y hoy procede en sentido contrario, impulsando una Guardia Nacional, la cual ‘es un viejo plan con otro nombre que tiene sus antecedentes desde el sexenio de Ernesto Zedillo y se inscribe en una política contrainsurgente’.
En el documento puede leerse:
La conformación de la Guardia Nacional constituye la continuidad del Estado policiaco militar y el reforzamiento de la militarización en todo el territorio nacional, aquella existe de facto y opera en diferentes estados de la República aún sin la formalidad constitucional”.
Asimismo, advierte que el marco jurídico del nuevo cuerpo de seguridad –integrado por policías militares, navales y federales– en realidad difiere en nada de la Ley de Seguridad Nacional, que nació y murió en 2018, y que pretendía regular las operaciones militares en tareas de seguridad pública.
También critica la política del perdón que propone López Obrador en referencia a posibles delitos cometidos por expresidentes y exfuncionarios, al considerar que esta convalida la impunidad, sobre todo en casos de desaparición forzada.
Al respecto, el EPR asegura que la política de ‘punto y aparte’, como la ha llamado López Obrador, ‘conduce a los mismos derroteros de violencia de Estado e impunidad’ que los gobiernos anteriores de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con información de Infobae, el Ejército Popular Revolucionario apareció por primera vez el 28 de junio de 1996, durante un acto público de memoria que conmemoraba el primer aniversario de la llamada matanza de Aguas Blancas, Guerrero, en la que diecisiete campesinos de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) fueron acribillados por grupos paramilitares.
Desde entonces se ha mantenido activo, aunque poco visible, y reclama a las autoridades la presunta desaparición forzada de dos de sus integrantes, Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes, ocurrida en 2007.
Una de las últimas actividades ocurrió a mediados de noviembre de 2014, cuando el grupo armado se atribuyó la explosión de artefactos en una tienda de autoservicio de Ecatepec, Estado de México, donde no hubo víctimas, pero sí muchos destrozos.
Con información de El Sol de México, Infobae y Excélsior.
Fotografías de El Sol de México e Infobae.
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