EL FLAGELO HISTORICO DE LAS PESTES EN MÉXICO Y LA MALDICIÓN DE CASANDRA
*ERUBIEL CAMACHO LOPEZ
“El sufrimiento humaniza, amor diviniza y el conocimiento libera” Quetzalcóatl
Es de todos sabidos que la llamada epidemia del siglo misma que la Organización Mundial de la Salud OMS reconoce ya como una pandemia global de alto riesgo, denominada Coronavirus Covid-19 o Demonio de Wuhan por esta región del centro de China donde supuestamente surgió por una zoonosis (cualquier enfermedad propia de los animales que incidentalmente o en forma fortuita puede comunicarse a las personas) en un mercado con venta de mariscos, mascotas exóticas y gastronomía milenaria como la sopa del murciélago de las frutas, etc., se expande peligrosamente en todos los países del orbe parecido a una guerra y ofensiva militar, con una poderosa arma biológica, ante la impotencia de biólogos, epidemiólogos, virólogos, microbiólogos, infectólogos y médicos quienes lejos de contenerla se sorprenden por la desconocida, rápida y vertiginosa forma de propagación que afecta ya a más de 50 países, 80 mil infectados reconocidos y cerca de 3 mil muertos por neumonía, cancelando espectáculos masivos, viajes, tránsito de personas en fronteras, carnavales y peregrinaciones como la de la Meca, incluyendo también a nuestra patria mexicana la cual ha sufrido históricamente grandes calamidades, plagas y mortandad por estas pestes surgidas desde tiempos inmemoriales. Hay que recordar que durante la Edad Media surgieron epidemias que acabaron con la mayoría de la población en Europa, como la Peste Bubónica o Peste Negra esparcida por las ratas y ratones, de allí la famosa leyenda o cuento del Flautista de Hamelin de los hermanos Grimm y la de los médicos del medievo que llevaban mascaras con picos de pájaros y bolsas con ajos en la boca y garganta, como lo fue el legendario francés y médico-vidente; Nostradamus.
Existen algunas hipótesis que, entre los Mayas prehispánicos, desaparecieron poblaciones completas de los habitantes de sus metrópolis, no solo por la acción de los volcanes, desde el preclásico formativo, clásico y postclásico, sino también por las epidemias como la de la Fiebre Amarilla Níquel o Vomito Negro que afecto a miles de habitantes principalmente de las costas desde Tamaulipas hasta Centroamérica. Ya no digamos de los Aztecas o Mexicas quienes sucumbieron a las letales epidemias como la Teozáhuatl o el Grano Divino traída por un soldado grumete de raza negra que venía en la expedición de Pánfilo de Narváez, por la cual murieron millones de pobladores mexicas por esta viruela negra que extinguió a pueblos completos incluyendo al invencible Cuitláhuac, a quien los Purépechas de Michoacán no pudieron auxiliar por lo enronchado de los cuerpos de sus emisarios que causaba temor y pánico, según consta en documentos.
Existen algunos datos fehacientes del ulterior despoblamiento de pueblos completos por estos voraces virus letales que diezmaron a los pueblos originarios, los cuales constan en las crónicas en que se quemaban en pequeñas montañas de piras humanas a miles de mujeres, niños, ancianos y guerreros muertos. Unos verdaderos holocaustos causaron todas estas epidemias presagiadas y vaticinadas funestamente en el “Tetlahuitl” o gran calamidad en los posteriores “Cocoliztli” o “pequeñas pestes” causantes de grandes mortandades humanas. Durante los tres siglos del Virreinato las esclavas indígenas eran utilizadas muchas de ellas por los novohispanos como “nanas” o cuidadoras de sus infantes y estas, para recordar, advertir y prevenir los contagios frecuentes y mortales, les cantaban una famosa canción de cuna; “Duérmete mi niño, duérmeteme ya, porque viene el coco (Cocoloztli) y te comerá”. La cual se sigue cantando hasta la fecha.
El Virreinato de la Nueva España, se caracterizó por terremotos, Tsunamis, plagas y epidemias, de Cólera, Tifoidea y fiebres raras. Nuestra “Décima Musa” o “Fénix de América”, Sor Juana Inés de la Cruz fue Víctima de las mismas en su convento Jerónimo, a una edad temprana. Inundaciones, plagas y temblores, fueron causa y culpa de muerte y exterminio también de familias completas. El muy visitado, Jardín en Coyoacán, concretamente en donde está la “Fuente de los Coyotes” fue originalmente un panteón masivo en donde gente con carretas, arrojaban y enterraban en las afueras de la ciudad, los despojos mortales y cuerpos de miles de habitantes de la capital de la Real y Noble Ciudad de México en 1800, a víctimas de esa mortal plaga de Cólera Morbus que sucumbió a nuestro país.
Ya en el siglo XIX en el México independiente, muere a los 26 años nuestro primer poeta romántico y escritor, Ignacio Rodríguez Galván, de fiebre amarilla, autor de la Profecía de Guatemoc en 1842, En 1854 la famosa soprano y consentida de Beethoven, la prusiana Enriqueta Sontag, contratada por Santa Anna para cantar el Himno Nacional, fallece de Cólera después de enfermar al tomar agua en un paseo por Tlalpan, asimismo Francisco González Bocanegra, perseguido por los juaristas y autor de la letra de nuestro Himno, muere por una plaga de Tifus en 1861. En agosto de 1883 la eximia cantante soprano Ángela Peralta el Ruiseñor Mexicano se contagia y muere de fiebre amarilla en Mazatlán, Sinaloa. En el siglo XX la Gripe Española o influenza española provoca que fallezcan la mayoría de las huestes zapatistas, en 1918 las famosas banderas amarillas, creadas para señalar la enfermedad, son colocadas en pueblos, casas y calles en donde fueron amontonados e incinerados los enfermos, moribundos y muertos por este mal que se contaron por cientos de miles, junto con ropa, camas y algunas pertenencias, otros casos podríamos enumerar, como la “Gripe porcina” hace 11 años, después bautizada como Influenza porcina (influenza H1N1) por lo que solo resta recordar la famosa “Maldición de Casandra”.
En la mitología griega, Casandra, hija del rey de Troya Príamo, fue maldecida por Apolo al renegar ésta de su amor. Le otorgó el don de la clarividencia, pero jamás nadie creería sus palabras. Si hay alguna maldición cruel es sin duda la de conocer los males que van a acontecer y no poder hacer nada por evitarlo. Ese fue el fatal destino de Casandra durante la conocida Guerra de Troya. Esto le está pasando a las mujeres y feministas mexicanas, quienes sufren hoy en día la marginación, acoso, agresión y un machismo alcoholizado que agrede, viola, y mata en un interminable feminicidio cruel e insultante, por lo cual, ya cansadas, nos llaman desesperadas a un Paro Nacional para el 9 de marzo, ante este maldito gobierno ignoto, sordo, mudo y feminicida de la 4T, que se burla de sus demandas y las acusa de “conservadoras e infiltradas por la derecha”. Aunque la idea original de un #DiaSinMujeres fue creada por feministas gringas hace dos años y patrocinadas por el judío globalista George Soros, urge apoyarlas sin condiciones. Hoy por hoy, hay que recordar, la última defensa de México-Tenochtitlan el 13 de agosto de 1521 ante el invasor hispano, cuando las mujeres salían a las calles y gritaban; “Ya No hay hombres guerreros en la ciudad que nos defiendan muchos fueron muertos peleando y otros por las plagas y pestes, solo mujeres y niños quedamos”, ¡Defendamos a México! y salieron a resistir y combatir con escudos y armas, ¡Hoy solo quedan mujeres y niños para defender a nuestra patria que se pierde ante una ausencia patriótica, ya que no hay hombres guerreros que la defiendan como antaño!, de allí la lucha ejemplar feminista, la Leyenda de la llorona Y la de nuestro joven abuelo Cuauhtémoc, el gran héroe a la Altura del Arte.
*Erubiel Camacho López periodista bloguero mexicoinformaislam.blogspot.com creador del “DIA NACIONAL DE LOS VOLCANES 20 DE JULIO” erubielcamacho43@yahoo.com.mx y las Brigadas “Ángela Peralta” AGENCIA INFORMATIVA ISLAMICA MEXICANA cel. 55 29885624 MEXICOxPAZ
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