Entre los abrazos de López Obrador y la guerra de noticias falsas: 6 claves para entender la crisis del coronavirus en México
La llegada de los primeros brotes del coronavirus al país latinoamericano se ha convertido en el nuevo campo de batalla entre el presidente de México y sus opositores, a través de reproches, mentiras y posturas encontradas.
La epidemia provocada por el virus SARS-CoV-2 (mejor conocido por la enfermedad que provoca, covid-19) desató un nuevo clima de confrontación política en México entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y sus detractores.
Luego de que algunas acciones del mandatario frente a la crisis fueran criticadas por sus opositores, el Gobierno mexicano ha tenido que luchar para contrarrestar una serie de información falsa e imprecisa, al mismo tiempo que intenta contener el crecimiento de la pandemia en el país.
Una historia de desencuentros que evidencia el ambiente político de crispación que prevalece en México entre quienes apoyan y rechazan las medidas adoptadas por el presidente.
1- "Hay que abrazarse"
El 28 de febrero, la Secretaría de Salud informó sobre el primer caso confirmado de covid-19 en México.
Días más tarde, cuando se reportaron cinco casos confirmados de covid-19 en el país, el mandatario mexicano realizó una polémica declaración.
"Hay quien dice que por lo de coronavirus no hay que abrazarse. Pero hay que abrazarse, no pasa nada; así.Nada de confrontación, ni de pleitos", dijo el mandatario el pasado 4 de marzo.
Las declaraciones se producían luego de que algunos opositores y analistas de medios criticaran la manera en que López Obrador abrazaba y besaba a personas de todas las edades durante sus giras de trabajo por todo el país.
Con el paso de los días, la explicación de López Obrador generó polémica y mucha confusión.
El 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó el brote de coronavirus como una pandemia global.
Tras el anuncio del organismo internacional, el presidente señaló que su administración actuaría ante el coronavirus "con base en criterios científicos, escuchando a expertos que orientarán las políticas y acciones".
Sin embargo, las declaraciones de López Obrador fueron sacadas de contexto por parte de sus detractores, lo que contribuyó a generar un clima de confusión generalizado, mientras el presidente señalaba que algunos videos que se estaban publicando eran parte de una campaña en su contra para perjudicar a su administración.
Más de quince días después de haber declarado que había que abrazarse pese al coronavirus, el escenario cambió y las autoridades hicieron llamados a mantener la sana distancia. Pero los videos con la afirmación de López Obrador se siguen reproduciendo en redes sociales sin aclarar el contexto.
2- El muerto falso y el "escudo protector"
Para el 15 de marzo, Joaquín López Dóriga y Raymundo Riva Palacio, dos influyentes periodistas mexicanos, publicaron en Twitter la supuesta "primicia" del primer fallecido por coronavirus en México, aunque la información resultó ser falsa y tuvieron que reconocer el error, luego de que los familiares del empresario José Kuri salieran a desmentir la noticia junto con la Secretaría de Salud.
El caso generó una fuerte polémica en redes debido a que, en mayo de 2019, la Presidencia de México difundió una lista de periodistas que recibieron recursos millonarios por parte de la administración anterior, del expresidente Enrique Peña Nieto, de 2013 a 2018. Dicha lista era encabezada por López Dóriga, quien recibió 251 millones de pesos (10,3 millones de dólares), mientras que Riva Palacio también apareció entre los 10 periodistas más beneficiados, con 31 millones de pesos (1,2 millones de dólares.
Ambos periodistas han mantenido una postura crítica ante el presidente López Obrador, quien a su vez ha acusado en reiteradas ocasiones a los medios de comunicación de mentir y manipular la información con fines políticos.
"Tenemos que evitar que haya alarmismo, amarillismo, porque hay gente muy irresponsable. Están muy molestos los que se dedicaban a robar y ahora ya no pueden. Los medios de información, no todos desde luego, están enfurecidos. No paran de infundir miedo, pero no debemos dejarnos engañar", dijo López Obrador, dos días después de que la Secretaría de Salud confirmase el primer fallecimiento por coronavirus en México, el 18 de marzo.
El primer deceso oficial se registró el mismo día que López Obrador mostró unas imágenes religiosas que le obsequió la gente durante sus giras por el país, argumentando que la "honestidad" era su "escudo protector" ante la crisis económica y social detonada por el coronavirus.
Un comentario que también generó críticas entre sus opositores, quienes cuestionaron que la declaración del presidente no estuviera apegada a criterios científicos.
Este sería apenas el primer episodio de una serie de confrontaciones, desencuentros y aclaraciones entre el Gobierno mexicano y la prensa, en el contexto de la pandemia del coronavirus.
3- "No dejen de salir"
El 22 de marzo, el presidente pidió a los mexicanos no caer en pánico y salir a comer a restaurantes para contribuir a fortalecer la economía local, ante las afectaciones generadas por la pandemia global.
"Vamos hacia adelante. No dejen de salir. Todavía estamos en la primera fase. Yo les voy a decir cuándo no salgan. Pero si pueden hacerlo, y tienen posibilidad económica, sigan llevando a la familia a comer a los restaurantes, a las fondas, porque eso es fortalecer la economía familiar, la economía popular. No hacemos nada bueno, no ayudamos, si nos paralizamos sin ton ni son, de manera exagerada", dijo López Obrador en un video difundido en redes, durante una gira por Oaxaca.
"En su momento el presidente les va a decir cuándo habrá que guardarnos, pero ahora todavía, con sana distancia, podemos seguir conviviendo", agregó.
Aunque el mandatario mexicano dio esta sugerencia en el marco de la Fase Uno del plan de contingencia contra el coronavirus —en la que no estaba contemplado el aislamiento para no desgastar innecesariamente a la población antes de tiempo—, las declaraciones de López Obrador causaron polémica en redes, debido a que contradecían las recomendaciones generales de la Organización Mundial de la Salud para que la gente se quedara en sus casas.
Tras las críticas, el mandatario mexicano resaltó el deber de "cuidar la salud y al mismo tiempo la economía", por lo que pidió no adelantar vísperas y ajustarse a la ruta diseñada por los expertos.
El 24 de marzo, el Gobierno mexicano anunció que entraba en vigor la Fase Dos del plan de contingencia por coronavirus. Dicha fase incluye medidas de "contención comunitaria" como la suspensión de concentraciones masivas y actividades laborales.
El 27 de marzo, el presidente López Obrador emitió un mensaje en el que pedía "redoblar" las medidas de restricción para detener la expansión del coronavirus. "Tenemos que estar en nuestras casas y guardar la sana distancia", dijo el mandatario.
El 31 de marzo, la Secretaría de Salud anunció un decreto para activar el estado de emergencia sanitaria nacional por la epidemia del nuevo coronavirus, lo que permitirá contar con mayores recursos económicos y administrativos para afrontar la pandemia.
4- ¿Respuesta tardía?
Mientras tanto, la oposición ha utilizado distintos argumentos para criticar la actuación del Gobierno mexicano.
El primer ataque de la derecha se centró en cuestionar la "tardía reacción" de la administración de López Obrador frente a la crisis.
Sin embargo, Cristian Morales, representante de la OMS en México, celebró la antelación con la que las autoridades mexicanas respondieron al brote de coronavirus.
"Cuando uno compara justamente lo que han hecho otros países que están viviendo situaciones muy complejas –como países europeos: Italia, España, Francia, Alemania, etcétera–, uno puede ver en la comparación del desarrollo de la epidemia que las medidas de distanciamiento social se toman cuando ya llevamos tres o cuatro veces más casos de los que había hasta el día de hoy en México", señaló Morales en entrevista difundida por el Centro de Información de las Naciones Unidas en México.
Un ejemplo de ello es la manera en que las autoridades mexicanas suspendieron las clases en los niveles de educación básica y parques públicos desde el pasado 16 de marzo, cuando solo había 100 contagios (en España esta medida se tomó con 1.000 casos y en Italia con más de 2.000).
Pero la reacción del Gobierno mexicano sería apenas una de las primeras batallas discursivas por tratar de generar una opinión favorable o negativa sobre la actuación del presidente López Obrador frente a la crisis del coronavirus.
5- Reproches, mentiras y aclaraciones
A través de redes, simpatizantes e integrantes de la derecha, como el expresidente Felipe Calderón, uno de los mayores adversarios de López Obrador, cuestionaron que el Gobierno no realizara suficientes pruebas para detectar el covid-19, en comparación a otros países.
El discurso de la presunta falta de pruebas se replicó con fuerza entre los opositores al Gobierno. Ante las críticas, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, encargado de dirigir la estrategia para contener la epidemia de coronavirus en México, salió ante los medios a explicar los detalles de las medidas tomadas.
El epidemiólogo señaló que no existe evidencia científica que asegure que un mayor número de pruebas de detección del covid-19 permita conocer con mayor detalle el número de casos reales. Por ello, explicó López-Gatell, no existe evidencia científica de que realizar 6.000 pruebas por millón sea mejor que realizar 5 pruebas por millón, como ocurre en EE.UU., o 6,5 pruebas por millón, como ocurre en el caso mexicano.
"Lo relevante es la tendencia de progresión en el tiempo y cómo se dispersa en el espacio. Esto es así al grado que los sistemas de vigilancia centinela de ciertas enfermedades, como la influenza, que utilizan la mayoría de los países europeos, EE.UU., Canadá y México, y que es lo que recomienda la OMS, en lo que se basan es en un modelo semejante a las encuestas, lo que uno ve es una muestra en tiempo real. Lo importante no es el número de casos, la clave es el punto de inflexión de la curva epidémica", señaló López-Gatell.
De este modo, México ha puesto en marcha un modelo de detección de coronavirus llamado Centinela, que lleva registros y monitoreos regulares de infecciones respiratorias agudas para detectar los nuevos brotes de alguna enfermedad, en lugar de hacer miles de pruebas, como hizo Corea del Sur.
El especialista indicó que en la Fase Uno se realizaron 9.000 pruebas de detección de covid-19 en México. En la Fase Dos se pretenden realizar 35.000 pruebas más para observar por dónde van los brotes comunitarios. Y para la Fase Tres, el Gobierno mexicano pretende suministrar 70.000 pruebas más.
Sin embargo, las explicaciones técnicas ofrecidas por el Gobierno mexicano no han sido suficientes para contener la epidemia de información falsa difundida en redes y algunos medios opositores contra el presidente López Obrador.
Tal fue el caso con el rumor de que el Gobierno presuntamente estaba ocultando el número de casos reales de coronavirus al clasificarlos como neumonía, de acuerdo con supuestos doctores anónimos. Versiones que fueron difundidas en televisión y otros medios de comunicación como hechos, a pesar de que los mismos medios reconocieron que no pudieron verificar dicha información.
En respuesta a la falsa versión difundida, el subsecretario López-Gatell emitió una nueva aclaración ante los supuestos casos de neumonía atípica, publicando enlaces a las bases de datos utilizadas por el Gobierno para detectar los brotes y, de paso, desmentir las acusaciones de un supuesto ocultamiento de casos de covid-19.
Otros columnistas opositores a López Obrador difundieron información de que el Gobierno mexicano había prohibido que hospitales privados realizaran las pruebas para la detección del covid-19, declaración que, una vez más, fue desmentida por la Secretaría de Salud, cuyos funcionarios explicaron que los laboratorios privados interesados en aplicar la prueba tenían que acreditarse ante las autoridades para evitar engaños a la población.
Hasta el 25 de marzo existían al menos 11 laboratorios privados donde se pueden practicar pruebas de detección de covid-19.
De ahí que el presidente López Obrador y sus simpatizantes acusaron una campaña de desinformación orquestada por grupos de derecha, con el fin de golpear políticamente al Gobierno.
6- Primero los pobres: "nada de rescates" a privados
Otro punto que ha desatado controversia son las medidas sociales que el Gobierno mexicano ha anunciado para afrontar la epidemia del coronavirus.
López Obrador anunció que su prioridad sería atender a los sectores más vulnerables de la población, lo que incluye "blindar" a los pobres. En este sentido, el Gobierno mexicano anunció una serie de medidas para mantener y adelantar los apoyos económicos de los programas sociales, además de emitir un decreto para que los adultos mayores puedan resguardarse en sus casas con goce de sueldo y de otorgar créditos para las pequeñas y medianas empresas.
"Primero los más necesitados, yo creo que esto lo comparten todos los mexicanos. Ya nada de rescates al estilo del periodo neoliberal, que les daban a los bancos, a las grandes empresas. No, que ni estén pensando en que van a haber condonaciones de impuestos u otros mecanismos que se usaban antes", dijo el presidente el pasado 23 de marzo.
López Obrador resaltó la prioridad de su administración, justo cuando analistas y algunos medios han señalado que las aerolíneas mexicanas, y en específico Aeroméxico, la más grande del país, podrían declararse en bancarrota tras las millonarias pérdidas ocasionadas por la epidemia de coronavirus y varios años de dificultades financieras.
Pero la principal polémica se dio por la manera en que el presidente López Obrador aseguró que no habrá ningún tipo de condonación fiscal por el coronavirus, con el fin de contar con los recursos necesarios para afrontar la crisis, sin endeudar al país.
Una postura que fue criticada por cámaras del sector empresarial, quienes exigen que el Gobierno mexicano tome medidas ante la debacle económica ocasionada por la pandemia.
Un adelanto de la nueva crisis con la que tendrá que sortear el presidente López Obrador, una vez que el riesgo por la epidemia del coronavirus comience a decaer.
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