El problema de la salud de AMLO llevó al extremo los peores rumores
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) realizó una gira de trabajo por el sur del país. Estuvo en los estados de Veracruz, Quintana Roo y Yucatán. Su programa transcurrió normalmente hasta el domingo cuando, en Mérida, tuvo que suspender la gira por afectaciones a su salud.
La salud del presidente de la república es un asunto de Seguridad Nacional, por lo que es un tema de interés para los ciudadanos. Al respecto es importante la información oportuna y veraz. Lo contrario dispara la especulación y propicia el surgimiento de rumores y versiones sin fundamento que suelen, en ocasiones, alarmar y exagerar la realidad.
El domingo por la mañana en Mérida, Yucatán, inició la versión de que el presidente se había sentido mal. El Diario de Yucatán comentó que posiblemente se habría desmayado. Se dijo también que sufrió un “desvanecimiento”. Ante la circunstancia decidió suspender su programa de trabajo y cancelar la gira.
A las diez de la mañana un avión de la Fuerza Aérea Mexicana trasladó a López Obrador a la ciudad de México para ser atendido. Cinco horas después corrió el rumor de que habría sufrido un infarto mientras desayunaba.
El vocero de presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, intentó detener las versiones sobre el traslado de emergencia del presidente a la CDMX. Afirmó que eran rumores falsos, que no era cierto que López Obrador se hubiera desmayado, que estaba bien de salud y continuaría con su gira de trabajo.
Mediante su cuenta de Twitter, a las 15:27 horas, López Obrador informó sobre su estado de salud. “Ni modo, amigas y amigos: salí positivo a COVID-19. No es grave. Mi corazón está al 100 y como tuve que suspender la gira, estoy en la Ciudad de México y de lejitos festejo los 16 años de Jesús Ernesto. Me guardaré unos días. Adán Augusto López encabezará las mañaneras. Nos vemos pronto”.
Con su mensaje el presidente salió a detener los rumores que ya circulaban en los medios y en las redes sociales que, de inmediato, recogieron las versiones originadas en Mérida.
La interpretación sobre el quebranto de la salud de López Obrador en redes sociales fue catastrófica. Ahí se dijo que “tuvo un problema cardiovascular que repercutió en uno de los nervios faciales, el cual hizo que la boca se fuera de lado, se cerrara el ojo y tuviera perdida de sensibilidad del lado derecho, así como imposibilidad para hablar correctamente todo eso aunado a un preinfarto.”
La salud de cada uno es un asunto personal. La del presidente de la república es un tema de interés nacional. El diagnostico real sobre el estado de salud de López Obrador no lo conoceremos con certeza porque es para los grupos que se disputan el poder es un asunto que solo les compete a ellos. En su visión de la realidad los ciudadanos no son relevantes en este tema.
Los políticos en el poder salen a defender su interés y divulgan la versión que más les conviene sobre el estado de salud del presidente. Los medios de comunicación salen a especular ante la falta de una versión objetiva sobre la salud de López Obrador. El asunto es grave y no cabe ni la mentira de unos ni el engaño de otros. El tema es delicado. La estabilidad de la nación está en juego.
Es el momento en el que las voces calificadas de los médicos especialistas deben salir a informar sobre el estado real de salud del presidente de la república, para detener las versiones catastróficas y dar paso a la verdad. Al escenario de que el presidente pronto se reestablecerá y reanudará sus actividades. O asumir las consecuencias legales y políticas sobre su ausencia definitiva del Poder Ejecutivo por estar imposibilitado por su salud.
Ni los políticos que mienten, ni los medios que especulan son confiables en este momento. Las redes sociales continúan con su flujo de “noticias”.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, presidió la mañanera. Informó que el presidente López Obrador se encuentra aislado y recuperándose en Palacio Nacional.
"No hubo ningún traslado de emergencia, no hubo ningún desvanecimiento como algunos han pretendido hacer creer. Las especulaciones son producto de la malquerencia de algunos. Goza de cabal salud”.
Las versiones sobre la salud de López Obrador que se originan en el gobierno siguen la práctica de ocultar la información, como ha sucedido siempre que un presidente enferma o es operado. El asunto es un secreto, cuando debería ser trasparentado por ser de interés público. Es inevitable, en unos días conoceremos la verdad.
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