EL MITO Y LA REALIDAD DEL DESARME NUCLEAR
La paz puede convertirse en el peligro para la paz (Robert Gates, Secretario de Defensa)
El nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START), entre los Estados Unidos y Rusia, firmado hace unos días por Barack Obama y Dimitri Medvedev, no representa un significante desarme nuclear y no hace al mundo más seguro, es sólo una modificación del tratado anterior. Estos dos países almacenaron tal cantidad de armas destructivas que su mantenimiento ya no es rentable ni les da ninguna ventaja. Actualmente, EE.UU. posee 5,200 ojivas nucleares en estado operacional y Rusia, 4,850. Ambos disponen en total de 12,350 ojivas de reserva que no están listas para lanzamiento pero no están desmanteladas. El nuevo arreglo permite a cada país tener 1,550 ojivas nucleares listas para lanzamiento a un alcance de 5,500 kilómetros, y no limita el número de las armas nucleares almacenadas. Se sabe que para destruir el mundo se necesita menos de 1,000 ojivas, entonces en realidad no ha pasado nada. La paz sigue siendo un anhelo lejano de la humanidad.
La reciente autorización de Obama de invertir cinco mil millones de dólares para mejorar la efectividad y velocidad de los misiles balísticos intercontinentales, con ojivas nucleares desplegados en tierra, a bordo de bombarderos y submarinos, y la creación de ojivas nuevas con mayor capacidad destructiva, confirma que los planes de Norteamérica siguen intactos. El nuevo tratado mantiene silencio total sobre 200 bombas nucleares tácticas B-61 de corto y mediano alcance que tiene Estados Unidos en seis bases estratégicas en Bélgica, Alemania, Italia Holanda y Turquía. ¿Y quién sabe cuantas más podría tener en sus 1716 bases militares en el extranjero: 716 en Europa, Medio Oriente, Asia, Japón y Corea del Sur; 300 en Irak y 700 en Afganistán? Si a todo esto agregamos 1,365 armas nucleares que posee la India (70), Pakistán (45), China (400), Israel (300), Francia (350) y Gran Bretaña (200), y tomamos en cuenta el recorte anunciado por Rusia y Estados Unidos, estaríamos frente a 17,015 armas nucleares listas para barrer el planeta.
Para la mayoría de la humanidad esto es horripilante, pero para la minoría globalizadora, con Estados Unidos a la cabeza, es un instrumento para conquistar, dominar y controlar el destino del mundo. Rusia representa el primer obstáculo para las ambiciones expansionistas norteamericanas. Los rusos lo saben y lo expresaron durante las conversaciones sobre el contenido del nuevo START. Obama se negó a poner límites para los nuevos "escudos" antimisiles que Estados Unidos se prepara para instalar en Polonia, República Checa y en Bulgaria, que no es de carácter defensivo sino de ataque, y no son contra Irán y Corea del Sur sino contra Rusia. Por eso, los rusos declararon que el despliegue de "escudos" norteamericanos le dan todo el derecho de abandonar este tratado.
El desarme nuclear es un mito, la carrera armamentista sigue intacta. Lo que Estados Unidos logre economizar en el recorte de ojivas nucleares lo destinará a la perfección y la creación de la nueva generación de las armas convencionales, especialmente de misiles intercontinentales balísticos capaces de alcanza cualquier blanco en el mundo en una hora, y destruirlo por completo. Esta es la nueva doctrina de guerra de Obama y se pondrá en marcha en el próximo mayo.
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