El síndrome de Hamán
O ¿Por qué suelen los judíos contestar una pregunta con otra pregunta?
Por Israel Shamir
(Conferencia pronunciada el 5 de octubre en París en ocasión de la presentación de Notre-Dame des Douleurs, traducción al francés de libro Our Lady of Sorrow)
(Traducción : Maria Poumier, miembro de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística, www.tlaxcala. es ; revisión : Germán Leyens)
¿Debería uno procurar ser honesto y justo? Ulises, el que hace la pregunta según Homero, termina por contestar que sí, pues los dioses odian la injusticia. Pero no es así, si uno quiere echar un polvo, como tan vívidamente lo muestra Michel Houellebecq su novela Las Partículas elementales, acerca de la revolución vencida de 1968 [1]. En el pasado, la gente intentaba ser honesta, y si no lo era, tendía a avergonzarse de sí misma; pero ahora hemos renunciado. ¿Será que los dioses de Ulises que odiaban la injusticia han cambiado de parecer? O más bien, ¿ será que la humanidad ha cambiado de dioses?
El principio del gran cambio puede rastrearse en última instancia cuando surge el humanismo, es decir, cuando Europa afloja sus ataduras con lo divino para afanarse por la libertad individual y la felicidad. Pero aún sin referencia directa a Dios, la honestidad siguió basándose en un sentimiento religioso. Así, en el siglo de la razón y las luces, Emmanuel Kant planteó que el instinto que nos hace buscar la honestidad es una ley moral que está dentro de nosotros, y que se corresponde con el cielo estrellado que está encima de nosotros, lo cual es otra manera velada de referirse a Dios. Compórtate de manera tal que tus actos sean objeto de emulación para otros y valgan como ley universal, es lo que ordena el imperativo categórico kantiano, o bien, en otras palabras, “actúa según la máxima que quisieras ver imperar como ley universal”.
A pesar de su apariencia laica, la actitud kantiana está basada en el axioma oculto y muy cristiano de que los hombres son iguales (presuposició n que comparten también musulmanes, confucianos, budistas etc.). Pero si fuéramos a aceptar el axioma de la ley judaica, llegaríamos a una conclusión muy diferente. Según la ley judaica, algunos son intrínsecamente más iguales que otros, y ninguna ley universal vale tanto para las especies superiores como inferiores. Hay una ley para la minoría selecta y otra para la mayoría indígena y sucia, y otra ley más para administrar su interacción (este punto de vista lo comparten los brahmanes hindúes, pero no ha tenido influencia entre nosotros). La ética judaica se convirtió en la regla en los países donde los autóctonos se encontraron derrotados o sojuzgados al nivel más profundo, es decir en Estados Unidos y en Israel. A partir de 1968, esta ética de doble fondo ha penetrado hondamente en nuestro mundo kantiano, hasta el punto de subvertir cualquier discurso político acerca de la justicia y la honestidad.
Una ley es justa si se enuncia en términos generales y se aplica a casos específicos: no matarás, por ejemplo. En la ética kantiana (o cristiana), esta prohibición debe valer para todos para ser honesta. Pero en la ética tradicional judaica, “no matarás” significa solamente “no debes matar a judíos [2]”. Matar a otros a seres (inferiores) ni siquiera es considerado crimen. Cumpliendo plenamente con esta interpretació n, el mes pasado, los Estados Unidos deportaron a una señora alemana de ochenta años que había sido guardia en un campo de concentración [3], pero nunca pidieron la extradición de los asesinos israelíes de marinos americanos [4]. Los israelíes condenan a cadena perpetua a los árabes que matan a judíos. Pero un judío que mató a cincuenta árabes fue condenado a pagar un centavo. [5]
Si apruebas la regla general “No poseas armas nucleares”, entonces, en un mundo kantiano, esta prohibición debe referirse a todos los Estados o al menos a todos los Estados que no poseían tales armas en la época en que el Tratado de No Proliferación fue ratificado. Pero desde una perspectiva judaica, un funcionario USamericano tenía razón al proclamar que “no conviviremos con una Corea del norte o un Irán nuclearizados” a pesar de que convive muy felizmente con un Israel nuclearizado.
Los judíos aprendieron mucho de un error tonto que cometió su enemigo Hamán, personaje que figura en el bíblico Libro de Ester. Se le preguntó al primer ministro Hamán: ¿qué se debería hacer con un hombre a quien el rey quiere premiar? El pobre ingenuo contestó: convendría depararle los máximos honores”. Obviamente, Hamán pensó que el rey Ahsuerus se estaba refiriendo a él cuando el rey le hizo la pregunta. Pero pronto se evidenció que Hamán se había equivocado: el rey tenía en mente a su enemigo Mordecai; y Hamán se encontró obligado a rendir pleitesía a los judíos.
La historia la vienen repitiendo y comentando los judíos desde hace milenios, y estas fructíferas discusiones les han enseñado lo siguiente: antes de responder a cualquier pregunta general debes descubrir dónde te encuentras en la ecuación. En otras palabras, no seas kantiano, sé judío. Si Hamán hubiese sido judío (lo que no era) habría contestado a la pregunta real con otra pregunta: “¿Es judía la persona en cuestión? Y sólo después de saberlo se habría sentido cómodo para proseguir. De la misma forma, en tanto modestos sicólogos caseros, debemos añadir otra enfermedad a la larga lista de las patologías mentales: el síndrome de Hamán, una enfermedad mental adquirida en el aprendizaje del error de Hamán, que lleva a la incapacidad de aplicar el imperativo categórico kantiano.
Por padecer el síndrome de Hamán, los judíos apelan a un comodín: “¿Cómo puedes comparar?”para librarse del ángulo kantiano universal. Si un judío se queja de que los palestinos matan a civiles judíos, trata de contestar con algo así como “pero ustedes matan a sus hijos y mujeres”. Te llevarás una indignada exclamación: “¿Cómo puedes comparar?”, tal vez acompañado por una sarta de diferencias: ellos matan con explosivos pegados a la cintura, nosotros con mísiles y control remoto, etc. y lo más importante, aunque pocas veces dicho en alta voz : nosotros matamos a goyim, mientras ellos matan a judíos!
Pero… ¿a quién le importa lo que piensan los judíos? Lo importante es que los USamericanos y sus aliados han adoptado su punto de vista. Cuando los judíos eligieron como primer ministro a Menachem Begin, un antiguo terrorista, el que mandó a volar el Hotel King David [6], matando a noventa personas, hombres, mujeres y niños, Occidente aceptó a Begin por ser el resultado de una elección democrática israelí. Pero cuando los palestinos eligieron democráticamente un gobierno representativo de la mayoría y dirigido por Hamás (con sus propios nexos terroristas) , los judíos sometieron a Palestina a un bloqueo, apresaron al primer ministro de Hamás, y secuestraron las tasas aduaneras palestinos, todo ello con pleno respaldo occidental. Cuando los judíos hambrean y matan a los palestinos en Gaza, no pasa de ser “business as usual” [“los negocios como si tal cosa”] pero cuando el presidente iraní llamó a desmantelar el régimen de la supremacía judía, lo llevaron ante un tribunal judío por ser potencialmente genocida [7].
He aquí otro ejemplo de la diferencia entre lo general y lo particular. Si quieres conseguir que suelten a tus prisioneros de guerra, vas y capturas a algún soldado o civil enemigo, para procurar estar en una posición más favorable para negociar su libertad. ¿No es así? Pues si eres el Estado judío y capturas a un ciudadano libanés, llamémosle Mustapha Dirani, para tratar de salvar a tu propio prisionero de guerra Ron Arad, lo que estás haciendo es “cuidar a tu soldado”. Pero si eres libanés y agarras a un soldado judío para asegurar que suelten a tus prisioneros de guerra, entonces es una desmedida provocación [8] y un mero acto de agresión (según los escritos del escritor judío ilustrado e izquierdista Amos Oz).
Uno tiene que ser un hamaniano devoto para entender porqué el arrasamiento de Hiroshima fue un acto legítimo de beligerancia, mientras Pearl Harbor fue una atrocidad; por qué el GULAG de Stalin era una atrocidad, mientras Guantánamo es legítimo, porqué bombardear a Haifa es un crimen de guerra, pero hacerlo con Gaza no lo es, por qué la deportación de civiles judíos por los alemanes era un genocidio, mientras que la deportación de civiles alemanes por los polacos no lo era.
¿Es un bloqueo naval un acto de guerra? Pregunta interesante. Si se trata del bloqueo egipcio para impedir a la marina israelí el acceso a Eilat, es un acto de guerra, y debería ser contestado con una guerra sin límites, como sucedió en 1967. Pero si se trata de un bloqueo libanés a Líbano o a Gaza, sólo se trata de una medida de autodefensa permitida.
Si niegas una matanza, es insoportable para los parientes de los masacrados. ¿Debe hacerse algo semejante? Después que la fuerza aérea israelí bombardeó y asesinó a docenas de niños libaneses en Qana [9] en el Líbano, los medios judíos publicaron centenares de artículos negando los hechos. Dijeron que las fotos eran montajes o adulteraciones, que las fotos de un niño muerto o de un camión cargado de cadáveres se habían sacado de otros lugares. Pero cuando el historiador británico David Irving aplicó la misma crítica a las fotos de Auschwitz [10], se le llamó “negacionista”, y lo condenaron a tres años de cárcel. Udo Walendy [11] está en cárcel por dudar de la autenticidad de fotos judías, pero los judíos que ponen en duda las fotos libanesas o niegan francamente las masacres de Deir Yassin y Qana respiran todos los aires de la libertad.
Ahora, los judíos no son el único pueblo que necesita la excepcionalidad. En realidad, su ética particular se ha convertido en la ética de la clase dirigente nueva, post-sesentayochesc a, indudablemente dada a prescindir de Dios. Su historia y tradiciones se han vuelto la bandera de la gente que padece el síndrome de Hamán. Los judíos son los niños mimados de las minorías preferidas que desatan guerras despiadadas contra las mayorías por el mundo entero. Con tal de confundir al resto, unirían en un mismo grito a la exclusiva minoría de los especuladores de la bolsa con la minoría desfavorecida de los inmigrantes negros, contra la amplia mayoría de la gente común. Su obsesión con las minorías, trátese de las madres solteras lesbianas o de los inmigrantes ilegales con sida, se explica por una razón: de esta manera ellos se apoderan del terreno moral elevado que conviene para que su propia minoría sea la que mande. Ésta es también la razón por la cual tantos miembros de la mayoría rechazan a las minorías desfavorecidas, trátese de negros o de gays: es que perciben correctamente, -aunque de manera subconsciente tal vez, que a la gente que promueve las causas de unas minorías no les importa en lo más mínimo la mayoría, la mayoría de la gente común.
En los países donde la rige la ética judaica estricta, USamérica e Israel, se rebaja más aún a la mayoría. La mayoría autóctona de Palestina bajo control judío se encuentra desposeída y sus puestos de trabajo les han sido robados a los nativos y reservados a trabajadores temporales importados. La mayoría de los trabajadores nominalmente judíos se encuentran obligados a aceptar trabajos a tiempo parcial o de “autoempleo” para salvar algunos beneficios sociales. En USamérica, “los ejecutivos libran una batalla exitosa contra los salarios” escribe Paul Krugman [12] en el Internacional Herald Tribune. “Los beneficios de las multinacionales, después de pagar impuestos, han duplicado, porque la productividad de los trabajadores aumenta, pero sus sueldos no. Los hijos de los trabajadores de Wal-Mart acudían a los servicios médicos para indigentes, o carecían de seguro social, y sin embargo se pretende pagar menos aún a estos trabajadores, al negarles el empleo permanente”.
Donald Luskin, admirador de Israel y Ayn Rand, han atacado a Krugman por su “antisemitismo” (porque no denunció a Mahathir) y escribió: “Se puede medir a un hombre por lo que le preocupa. El presidente Bush es un gran tipo que se preocupa de cosas grandes como proteger a América del terrorismo global. El columnista del New York Times Paul Krugman – el más empedernido opositor a Bush en los medios y el oligarca progresista más loco – es un hombrecito que se preocupa por cosas pequeñas, como el caso de los trabajadores demasiado mal pagados por Wal-Mart”. Nosotros también somos gente menuda que nos preocupamos por cosas menores porque sabemos que las cosas grandes como la guerra al terrorismo la hacen precisamente para pagarnos menos.
Los que padecen el síndrome de Hamán saben que la gente oprimida no les va a seguir la corriente. Por eso combinan la presión económica hacia abajo con el terrorismo contra las mayorías. En Israel siempre fue legal torturar y encarcelar sin juicio. Ahora USA tiene su Ley Patriota y la Ley de Comisiones Militares, con lo cual se sitúan al nivel de Israel. El profesor palestino de la universidad de Columbia Rashid Khalidi dijo acertadamente [13] que el informe de Mearsheimer y Walt sobrestima la influencia del lobby judío en política exterior, pero también subestima su alcance en la política interior, por ejemplo en lo de la Ley Patriota. Esto es exactamente algo que venimos diciendo a cada rato: el objetivo primero del lobby judío no es Palestina, sino nuestra libertad.
Me preguntan si es necesario referirse a los judíos en general, ya que no sólo los judíos, ni tampoco todos los judíos, respaldan el gobierno de la Minoría. Es cierto, el origen no es lo importante, pues cada cual elige personalmente entre adherirse a la mayoría vejada o aspirar a ser un miembro de alguna minoría selecta. Los verdaderos héroes de la humanidad fueron los miembros de la minoría que se pasaron al lado de la mayoría. Jesús el Nazareno nació príncipe, en cuanto miembro de la casa de David, y su abuelo materno era un hombre importante en el templo; y Siddhartha Gautama se crió en un palacio, pues debía heredar el reino de su padre. Y sin embargo estos príncipes, Cristo y Buda, abrieron el camino a la mayoría. Mucha gente de origen judío también hizo este recorrido. Pero las organizaciones judías casi siempre están del lado de las minorías, tratando de hacer una excepción para los judíos aún cuando pertenecen a la casta adinerada y selecta.
Uno de sus instrumentos favoritos es la persecución de los que desean medir a los judíos con la misma vara que al resto de la humanidad. Y yo, desgraciadamente, formo parte de éstos. He llamado a la plena igualdad entre judíos y no judíos en Israel/Palestina, y a mis conciudadanos israelíes no les ha quitado el sueño, pero los judíos de Francia me llevan a juicio en Francia por “difamar a los judíos” Esto suena extraño. ¿Por qué les preocupa a los franceses lo que un ciudadano israelí les diga a otros ciudadanos israelíes acerca de su ética judía? ¿Acaso Palestina forma parte de Francia? ¿Es que Francia considera que su soberanía abarca la tierra entera? ¿O es que los franceses deberían sentirse orgullosos porque sus mandamientos judiciales llegan hasta mi ciudad de Jaffa? No tanto, pues éste es el único caso en que un tribunal francés pretenda interferir. Con otros casos, habrían desistido ya, sensatamente, como desistieron cuando los judíos franceses Flatto, Gaydamak etc. [14] corrieron a refugiarse en Israel, para ampararse de la ley francesa, con dinero francés robado. En mi caso, la República francesa cumple, sencillamente, su pequeña contribución al respaldar el excepcionalismo judío.
Esta protección es excepcional: ¿podrían acaso los turcos de Paris ir a un tribunal francés a formarle juicio a Orhan Pamuk, el gran escritor turco, por difamar a los turcos (hay turcos que lo pensaron), y acaso algún tribunal francés encontraría culpable a Pamuk? Es un cuento bastante inverosímil; ni los turcos lo van a hacer, ni los franceses lo apoyarían. No hay más que una nación por encima de la ley que puede pasar todo esto por alto.
¿Será porque los franceses no quieren ofender a una religión? Cuando la religión ofendida es el cristianismo o el Islam, se espera de sus fieles que no abran la boca. Un libro de Oriana Falacci ofensivo contra el Islam fue hallado kosher por un tribunal francés (algunos musulmanes, olvidadizos de Hamán, fueron lo bastante temerarios como para formarle juicio). Pero cuando los escritores judíos (como el francés Emmanuel Levinas) atribuyeron los maltratos nazis contra los judíos al cristianismo, ningún tribunal se metió en el asunto. Ahora, si la religión ofendida es el judaísmo, los ofensores van a la cárcel, es así de simple.
Hay una buena razón para que las leyes sean territoriales. Todos cometemos ofensas a alguna ley de algún país. Cuando fumas hierba en Holanda, sabes que esto sería ilegal bajo la ley francesa, digamos; pero sabes que estás a salvo en Holanda. Cuando tomas vino en París, sabes que violas las leyes de Arabia Saudí, pero no estás allá y no tienes por qué preocuparte. En la Unión Soviética, era ilegal leer a Soljenitzin, pero los editores franceses podían imprimir su Archipiélago. Pero hay una afrenta que es perfectamente extra-territorial, y en cualquier lugar donde se cometa, a uno le pueden castigar, es la afrenta contra los judíos.
Con vistas a que su posición excepcional quede clara, la organización que entabla demandas contra todo el mundo por ofender a los judíos, el llamado CRIF[GL1] , ahora defiende [13] el derecho del maestro francés Robert Redeker a insultar el Islam. Redeker describió a Mahoma como “un caudillo saqueador y desalmado, matador de judíos y polígamo”. Esta definición vale perfectamente para el rey David; tenía dieciocho esposas, era un caudillo desalmado y acuchilló a montones de judíos. La poligamia es una afrenta que Mahoma compartió con Abraham, con Isaac y con Jacob, pues todos los reyes que fundaron dinastías fueron despiadados jefes de guerra para empezar, que masacraron a cantidad de gente, aunque no necesariamente judíos. ¿A quién le importa si eran judíos o no judíos los masacrados? Si formulas esta pregunta, es que no padeces del síndrome de Hamán.
¿Porqué deberíamos preocuparnos o siquiera prestarle la menor atención a esta adoración universal de los judíos? No solamente por la salvación de Palestina es que debemos prestar atención y ponerle fin a esta obsesión. Nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos es lo que está en juego. Francia también es una víctima del gobierno de la minoría, o mejor dicho de la guerra de la minoría contra la mayoría. Cuando Nicolas Sarkozy, el candidato conservador que está en primera línea como candidato para las elecciones presidenciales del año que viene, se declaró “amigo de América y amigo de los judíos” [16] durante su viaje a Washington la semana pasada, él no pretendía que le encanta comer gefilte fish y/o hamburguesas (los franceses no son tan tontos); estaba dando a entender, de forma solapada, que él defendería a la minoría contra la mayoría.
En vez de oscilar entre la izquierda de Blair y la derecha de Sarkozy, unidas en su amor a las minorías ricas, debemos buscar los caminos perdidos que llevan al gobierno por la mayoría. La izquierda puede reanudar la tarea inconclusa de la revolución del 68 [17] a partir del punto en que falló, traicionada y desviada por el avance de la ética judaica entre los allegados a Cohn-Bendit, Todd Gitlin y Joschka Fischer [18]. La derecha puede redescubrir la espiritualidad masculina de Chesterton, Eliot, Evola y René Guénon [19]. Juntos pueden sacar al pueblo de la amenaza de la esclavitud en el umbral de la libertad, destruir la autoridad impuesta de los medios oficiales y las universidades, y socavar el plan “diseñado muy lejos del griterío de los electores o los lamentos de las víctimas de la sociedad, por mentes serenas y lúcidas” (Le Corbusier [ 20 ], y con esto restaurar la justicia y la honestidad del imperativo kantiano, en lugar del perverso excepcionalismo del síndrome de Hamán.
Notas :
Aclaración: las referencias en inglés figuran como hipervínculos en el texto original en inglés. La traductora y el revisor Fausto Giudice han añadido la información adicional.
[1] Sobre la revolución de 1968, véase el ensayo de Shamir “Danny azul-y-blanco”, traducido por Germán Leyens y publicado por www.Rebelión. org en: http://www.rebelion .org/opinion/ 031229shamir. htm ; véase también el debate que originó este artículo (en inglés), donde se evoca específicamente la pertinencia de la novela de Michel Houellebecq en :
http://groups. yahoo.com/ group/shamireade rs/message/ 172
[2] Conclusión oficial de un debate entre rabinos en: http://www.israelsh amir.net/ Hebrew/Heb10. htm
[3] http://www.sfgate. com/cgi-bin/ article.cgi? f=/c/a/2006/ 09/21/NAZI. TMP
[4] En ocasión del ataque israelí contra el buque militar USamericano Liberty en 1967; ver http://www.rense. com/general47/ betey.htm
[5] http://www.answers. com/topic/ kafr-qasim- massacre . Se trata de la matanza de Kafr Qasim, aldea árabe israelí situada, en 1946, fecha del suceso, en la frontera con Jordania.
[6]http://commentisfre e.guardian. co.uk/george_ galloway/ 2006/07/sixty_ years_since_ the_king_ dav.html
[7] http://ejpress. org/article/ news/western_ europe/6036
[8] http://www.ariga. com/2004- 01-27.shtml y http://www.challeng e-mag.com/ 99/edit.htm
[9] http://www.aljazeer a.com/me. asp?service_ ID=11911 ; ver también:
]http://blog. washingtonpost. com/worldopinion roundup/2006/ 08/the_qana_ conspiracy_ theory.html
[10] http://www.fpp. co.uk/Auschwitz/ docs/fake/ SWCsmokeFake. html
[11] http://www.heretica l.com/walendy/ fakes.html
[12] http://www.commondr eams.org/ views06/1007- 28.htm ; Donald Luskin es un financiero USamericano que explica en el blog http://www.poorands tupid.coma sus conciudadanos cómo el sistema conspira para mantenerles “pobres y estúpidos”. Es partidario del “capitalismo espiritual” inspirado de Ayn Rand. Ésta a su vez, rusa emigrada a USA(1905-1982) , se llamaba en realidad Alissa Zinovievna Rosembaum, conocida por su filosofía “objetivista”. Entre sus novelas se encuentra The virtud of Selfishness, 1964 (La virtud del egoísmo) http://fr.wikipedia .org/wiki/ Ayn_Rand] Mhathir Mohammad fue primer ministro de Malasia. Ver “Sultán y Shaitán”, traducido por Germán Leyens para www.rebelion. org (incluido en el volumen de Shamir La lluvia verde de Yasúf); ver sección de artículos en español de www.israelshamir. net
[13] Véase el debate sobre el ya famoso informe de Walt y Mearsheimer en http://groups. yahoo.com/ group/shamireade rs/message/ 807
[14 ; Shmuel Flatto-Sharon fue perseguido por la justicia francesa por unos 60 millones de dólares estafados; se fugó a Israel, reclamó la ciudadanía israelí y postuló para el parlamento israelí, comprando conciencias; fue elegido diputado en 1977 por su defensa del principio según el cual los israelíes perseguidos en el extranjero deben gozar de inmunidad; este principio ya lo defendía Menachem Begin, el cual quería que Israel fuese un refugio para todos los judíos inculpados en el mundo entero; para esto, invocaba la Biblia (Deuteronomo 23, 15). Flatto hizo votar una ley que prohíbe la extradición de los ciudadanos israelíes. También escribió una autobiografía- panfleto donde invoca su estatuto de sobreviviente del Holocausto y su amistad con un ministro de finanzas francés; ver: http://flattosharon .co.il/biographi e-FR.htm (en francés) ; financiero principal del sitio web sionista francés proche-orient. info; prepara en la actualidad un proyecto de canal francófono por satélite; véase: http://www.antiwar. com/justin/ j072202.html.
Sobre Gaydamak: ruso de nacimiento, con ciudadanía francesa, israelí, canadiense y angolana, fue demandado por la justicia francesa por unos 450 millones de libras inglesas ganadas en un tráfico ilegal de armas con Angola, a principios de los noventa. El hijo del presidente Miterrand, Christophe Mitterrand, fue detenido en el marco de esta investigación. Estaban involucrados en el escándalo también Pierre Falcone, traficante de armas franco-brasileñ o, el consejero presidencial Jacques Attali, etc. En Israel, se unió a otro ruso-israelí, Lev Leviev; entre ambos, tienen la exclusividad gubernamental para el negocio de los diamantes angolanos; tras sus problemas con la justicia francesa, Gaydamak renunció a la presidencia del banco ruso Rossiyski Kredit Bank. Es dueño del club de fútbol Betar, y controla el club de baloncesto Hapoel, ambos basados en Jerusalén. Para más detalles, ver: http://www.globalpo licy.org/ security/ sanction/ angola/2001/ 0326corr. htm y también http://en.wikipedia .org/wiki/ Arcadi_Gaydamak).
[15] http://www.ejpress. org/article/ 11011
[16] http://groups. yahoo.com/ group/togetherne t/message/ 23861 (en francés; en este artículo figuran los nombres de los miembros del lobby con los cuales Sarkozy tuvo una reunión, sin el menor mandato oficial del gobierno francés, y donde declaró su entera solidaridad con USrael. Los diarios franceses no han transmitido la información, comunicada por el New York Times).
[17] Véase nuevamente: http://groups. yahoo.com/ group/shamireade rs/message/ 172 y acerca de Todd Gitlin: http://www.counterp unch.org/ chretien06212003 .html ; profesor de periodismo y sociología en la universidad de Columbia. Su último libro es The intellectuals and the flan (los intelectuales y la bandera); acerca de Joschka Fischer: http://www.slate. com/id/2128286/
[18] Gilbert Chesterton (1874-1936), Thomas Eliot (1888-1965) son escritores ingleses de renombre; René Guénon (1886-1951) orientalista francés convertido al Islam, fue muy leído y admirado por la filósofa española andalusí y republicana María Zambrano; Julius Evola (1898-1974), italiano, es una importante referencia para la extrema derecha; aquí observamos que Shamir sólo lo menciona por sus aportes a la defensa de la dimensión masculina en el pensamiento. Si bien hombres y mujeres comparten el incómodo destino de no ser ni mayoría ni minoría, la defensa de la masculinidad forma parte de la sensibilidad mayoritaria y popular transgenérica, a pesar de los grupos minoritarios e influyentes que pretenden reducirla a un simple machismo trasnochado y fascistoide.
[19] Cita tomada de: http://www.city- journal.org/ html/12_4_ the_barbarians. html
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