Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

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martes, 6 de mayo de 2014

EL PROFETISMO DE MUHAMMAD (paz y bendiciones)

EL PROFETISMO DE MAHOMA.
         A. El PUNTO DE VISTA ISLAMICO SOBRE EL PROFETISMO DE MAHOMA.
         1.- DEFINICION DE PROFETA.
         Según el islam el profeta – nabí – es aquel que anuncia a los hombres un mensaje de Alá; aquel — según comenta Taftazani — que envía la Verdad a la criatura. 
         La teología musulmana distingue dos tipos de nabí : el nabí que sólo es profeta en sentido restringido, y el nabí que, además de ser profeta, es Enviado o rasul. El primero recibe un mensaje, pero no tiene necesariamente la misión de anunciarlo; basta con que los humanos lo reconozcan como profeta y que como a tal lo honren; !es una especie de profeta fainéant! El Enviado recibe la misión de manifestar a los hombres una ley religiosa: Moisés anuncia la Tora (un libro), y Jesús le añade el Evangelio. El Enviado es un anunciador y un advertidor, porque anuncia un Dios Providente — que recompensa por hacer el bien –, y un Dios Sancionador que castiga si se hace el mal. Por último, el Enviado es el Guía de la Comunidad de los Creyentes.
         2. MUHAMMAD RASUL ALLAH : Mahoma es el Enviado de Alá.
         Cinco veces al día, en el momento de la llamada a la oración ritual, el muecín proclama la xahada o profesión de fe musulmana: "No hay más Dios que Alá y Mahoma es su Profeta" (La ilah il·la Allah wa-Muhammad rasûl Allah!). 
         Para los musulmanes estas dos proposiciones son dos axiomas teológicos inseparables y complementarios, hasta el punto de constituir el pilar fundamental del islam, el único verdaderamente necesario para ser considerado musulmán. Este credo sitúa el binomio Alá – Mahoma en el mismo plano transcendental, manifestando así la gran importancia que el islam atribuye a su Profeta. 
         Mahoma proclama repetidamente ser "como misericordia para todo el mundo" (21, 107), el enviado a los ciudadanos de la Meca (42,7), a los cuales todavía ningún profeta había visitado. Su misión es la de anunciarles el Corán o revelación divina. 
         El Corán se define así mismo como: 
         — "… un Corán noble, contenido en una Escritura escondida que no tocan sino los purificados" (56, 77-79) 
         — "… la Revelación del Señor del universo " (26, 192) 
         — "… un Corán glorioso, en una Tabla bien guardada" (85, 21-22) 
         — " … la Escritura clara " (43,2) 
         — " … inaccesible a lo falso… (41,42) 
         — "… aclaración de todo " (16,89) 
         — "… remedio para los males de vuestros corazones…." (10,57) 
         — "… Al oírla se estremecen quienes tienen miedo de su señor; luego se calman en cuerpo y espíritu al recuerdo de Dios." (39,23) 
         — "…la Revelación… en lengua árabe clara (26, 192-195) 
         — "… quien revela a Su siervo signos claros para sacaros de las tinieblas a la luz…" (57,.9)
         3.- LA REVELACIÓN DEL CORÁN
         La revelación islámica se denomina tanzil, es decir, bajada. El Corán — tal como se conserva en su arquetipo celestial, Ummu-l-Kitab –, bajó sobre Mahoma de una sola vez durante el mes sagrado del Ramadán, en la noche de Qadar, por mediación del ángel Gabriel. Después, a lo largo de su misión profética, la bajada se iba efectuando de manera escalonada, según lo requirieran las circunstancias. Los exégetas y estudioso del Corán han escrito numerosos libros sobre las Asbâb al-Nuzûl, es decir, las causas o circunstancias de la revelación. Por ejemplo, las revelaciones:
a) ¡ Perezcan las manos de Abu Lahab ! !Perezca él ! 
     Ni su hacienda ni sus adquisiciones le servirán de nada. 
    Arderá en un fuego llameante, 
    y su mujer, la acarreadora de leña, 
    a su cuello una cuerda de fibras. (111, 1-5)
b) Los cristianos han dicho que el Mesías es el hijo de Alá. 
    ¡ Que Alá los aniquile ! ¡ Qué equivocados están ! (9,30)
están motivadas por unas circunstancias bien distintas la una de la otra. El primer texto está provocado por la enemistad resentida de Abu Lahab hacia su sobrino Mahoma, pues el tío acaba de retirar el apoyo social y económico al nuevo profeta y éste, amparándose en el escudo de la revelación, le responde lanzándole una maldición. 
         El segundo texto alude a la lucha de Mahoma contra los cristianos, a quienes acusa de politeístas.
         4.- LA VISIÓN INAUGURAL DEL PROFETA MAHOMA
         Antes de empezar su misión, algunos profetas bíblicos gozaron de una manifestación divina especial : Moisés y la zarza ardiendo, Isaías y el trono mayestático, Ezequiel y las visiones divinas… Mahoma también. 
         Fue hacia el año 610. Mahoma tenía cuarenta años, desde hacía quince estaba casado con la rica Khadija, natural de la Meca, y, según sus hagiógrafos, iba todos los años al monte Hira, cercano a la Meca, donde se aislaba del mundo en una gruta. El exégeta Al – Tabarí explica como fue la visión inaugural del profeta:
         " Para el Enviado el comienzo de la revelación fue la visión verídica que se le apareció como el astro del amanecer. Había experimentado la necesidad de retirarse a la soledad en una gruta del monte Hira. Allí las noches de luna resplandeciente se dedicaba a la contemplación: después regresaba a casa con el fin de aprovisionarse para estancias sucesivas. Hasta que la Verdad le llegó inesperadamente diciéndole :
         ‘¡Mahoma! Tú eres el Enviado de Alá! – Estaba de pie y caí de rodillas al suelo, y, enajenado, eché a correr. Fui en busca de Khadija y le grité : "¡Tápame! ¡Tápame!", hasta que el terror se desvaneció. ‘
         Otra vez se me apareció diciéndome : "¡Mahoma! ¡Tú eres el Enviado de Alá! " Entonces pensé en arrojarme a un precipicio y, cuando me disponía a hacerlo, se me presentó una vez más diciéndome : "¡Mahoma ! Soy Gabriel y, tú, el Enviado de Alá. ¡ Lee !" "No sé leer", dije. Me abrazó y me apretó por tres veces tan fuertemente que ahogaba; caí a tierra, exhausto. Y me dijo : "¡Lee en nombre de tu Señor Creador ! " Y leí.
         Fui en busca otra vez de Khadija y le dije: "Hoy he temido por mi vida." Y le expliqué lo que me había pasado. Ella me dijo: " Estate contento, ¡ por Alá ! Alá nunca te causará ningún daño. ¡Por Alá! ¿Acaso no te sientes unido a tu familia? ¿ No eres fiel a tu palabra, leal, sufrido, generoso con tus huéspedes, defensor de los que dicen la verdad ? "
         Entonces me condujo a Waraqa bin Nawfal b. Asad y le dijo: "Escucha atentamente al hijo de tu hermano." Me preguntó y le conté lo que me había ocurrido. Me dijo : " Esto es el Namús, la Ley, bajada en el pasado sobre Moisés. ¿Ojalá fuese joven! ¡Ojalá alcanzase mi vida para asistir al momento en que serás expulsado de tu tribu !" Le dije: 
" ¿ Me expulsarán ? " Y contesté : "Nunca nadie ha llevado consigo lo que tú llevas sin ser tachado de enemigo. Si me hubiese sido concedido vivir tu día, te habría ayudado firmemente." (Al-Tabarí, Tarikh, 1/6, pág. 531)
         5.- PROFETA Y HOMBRE DE ESTADO VICTORIOSO
         La misión de Mahoma no fue fácil ni un camino de rosas. El Enviado hubo de enfrentarse a los intereses económicos, comerciales y religiosos de las familias adineradas de la Meca, a los beduinos del desierto y, también, a algunos miembros de su propia familia. Hubo de luchar también contra los cristianos de Najran y contra las tribus judías de Medina, donde los Qaïnoca, los Banu Nadir y los Banu Qoraïza poseían los palmerales y las mejores tierras. Judíos y cristianos — a todos los cuales Mahoma acusaba de ocultar y falsificar las Escrituras — no reconocieron nunca el carácter de profeta que él se atribuía. El resultado fue, en una primera etapa, la expulsión de judíos y cristianos de sus tierras : la tribu de los Banu Quraïza fue exterminada; en una segunda etapa, significó la expulsión definitiva de judíos y cristianos de la Península Arábiga. Mahoma es la excepción a la sentencia evangélica de que nadie es profeta en su tierra. Claro que Mahoma se vio favorecido no sólo por el poder de convicción de su palabra, sino por el poder bélico de sus guerreros. 
 
         B. PUNTO DE VISTA CRISTIANO
         1.- ¿QUÉ SE ENTIENDE POR PROFETA?
         La palabra "profeta" puede tener tres significados:
         a) un sentido bíblico y teológico : los profetas del Antiguo Testamento han sido inspirados por el Espíritu de Dios con el fin de poner de manifiesto o revelar el plan salvador de Dios respecto a la humanidad. En cierta medida los antiguos profetas han sido las figuras y los precursores de Cristo, Verbo de Dios y, en consecuencia, Profeta por excelencia. En Él se encuentran todas las "palabras" proféticas y todas las manifestaciones divinas: Él es La Palabra de Dios hecha hombre. Él es, en definitiva, LA manifestación de Dios a los hombres. 
         b) un sentido religioso: en la línea de las religiones comparadas, el término "profeta" se aplica a fundadores de religiones y de órdenes religiosas, a santos con un gran carisma personal… 
         c) un sentido profano : es profeta aquella persona que por su inteligencia superior, su sensibilidad y su clarividencia, prevé los aconteceres futuros de la historia o se ha adelantado a su tiempo : Ghandi, Luther King, Karl Marx…
         Mahoma, en calidad de fundador de una religión universal y de una Comunidad sacralizada, puede ser perfectamente considerado profeta de acuerdo con la segunda acepción del término. No obstante la importancia no está en incluirle dentro de un tipo u otro de profetismo, sino en saber si Mahoma ha sido o no favorecido por el carisma divino de profecía.
         Es necesario recalcar que, en teología comparada, los conceptos: revelación, inspiración, profetismo, Biblia y Corán no tienen la misma substancia semántica para los exégetas musulmanes que para los exégetas cristianos.
         Para los musulmanes el término tanzîl (revelación)ha sido un hecho momentáneo, perfectamente circunscrito en el tiempo, inesperado y mecánico. Se trata de la bajada – en el sentido real de la palabra — de un libro celestial en el que aparece escrito un texto sagrado : el Corán, y que baja inesperadamente sobre Mahoma por mediación del ángel Gabriel, portador del libro. Mahoma, bajo la presión del ángel, aprende su contenido y, desde ese momento, se convierte en profeta, enviado y anunciador del mensaje de Alá. Así se cumple la última revelación de Alá a los hombres. El hecho de la revelación ha durado unos instantes y su contenido no es más que la reproducción fiel de un escrito eterno que el Corán denomina Umm al-Kitab, es decir, la Madre de las Escrituras. 
         La inspiración profética — al-wahi- consiste en discernir el momento oportuno en el cual el profeta ha de recitar la parte de revelación apropiada a cada momento. Así, pues, el profeta Mahoma se convierte en una especie de magnetófono que reproduce fielmente el texto divino que el ángel le enseñó. Es importante señalar que el texto sagrado, el Corán, ha precedido la Umma o Comunidad musulmana; podríamos decir que en el principio fue el Libro; gracias a él surgió el pueblo, la comunidad musulmana universal.
         Para los cristianos la Revelación bíblica nos manifiesta la voluntad salvadora de Dios; se ha ido mostrando de una manera dinámica i pedagógica a lo largo de los siglos, a través de la historia de Israel, su pueblo elegido: Dios, que en otro tiempo habló a nuestros padres en diferentes ocasiones y de muchas maneras por los profetas, os ha hablado, en estos días postreros, por medio de su hijo… (Hebreos, 1, 1-2)
         Abundan los profetas bíblicos; la Biblia nos habla de los más importantes. Tenían orígenes y condiciones sociales bien distintas : Abraham era un jeque trashumante; Moisés vivió cerca de la corte del Faraón; David un rey, en ocasiones de conducta poco ejemplar; Isaías un notable de la corte; Jeremías, hijo de un sacerdote; Amós, un pastor… No obstante un rasgo común los unía a todos : la fidelidad al Espíritu de Dios y a su Palabra; nunca se sirvieron de ella para justificar su propia conducta, como tampoco utilizaron jamás su prerrogativa de profeta para sacar beneficios personales.
         2. LA NUEVA VISION CRISTIANA DEL ISLAM
         Algunos orientalistas y teólogos occidentales consideran que Mahoma, aun siendo un personaje extra-bíblico, es un profeta, y que el Corán es un libro revelado que marca el apogeo de la Revelación extrabíblica. Esta teoría ha sido denominada "la nueva visión cristiana del islam".
         A) Sus impulsores:
         1.- Louis MASSIGNON :
         Para este orientalista, convertido al catolicismo merced a la obra del místico y mártir musulmán Al-Hal· laj,
         El Corán es un libro inspirado, cosa que niegan los cristianos y los judíos, del mismo modo que la inspiración de los Evangelios es negada por Israel. En la dura lengua árabe, en el duro Corán están contenidas muchas semillas de gracia, todavía enterradas bajo la arena del desierto del exilio. 
         La lengua árabe del Corán está marcada con el sello de la inspiración porque el árabe coránico, bajo la presión de la angustia de un acto de fe monoteísta de abandono al Dios único, recorre, en el fondo de su desamparo de circunciso excluido (como Agar y sus llantos en el desierto), a la invocación de los Nombres, cada vez más antiguos, proféticos, sagrados, salvadores, el significado semítico de los cuales queda impregnado de una promesa divina : Jesús Hijo de María (los dos Nombres Puros), Moisés (el santo de la zarza ardiendo), Abraham (el primer converso, el sacerdote del sacrificio ). Este impulso de devoción teocéntrica, que solamente puede haber sido inspirada, ha originado en árabe este " milagro intelectual " extraño que los árabe denominan I’jaz, es decir, la incompatibilidad del Corán. 
         Mahoma es, sobre todo, aquel que, en la soledad, oyó la palabra fulminante y la articuló fielmente. El Enviado se sitúa entre los grandes inspirados que adoptaron a Dios por Guía permanente. Es el Profeta Negativo que niega los falsos misterios ante los cristianos de Najran. Mahoma es el campeón de un monoteísmo intransigente que hace del islam la joya de la transcendencia divina.
         2. Charles LEDIT, discípulo de Massignon. 
         Según Ledit
         Mahoma recibió el carisma de PROFECÍA DIRECTIVA que se inscribe como la piedra angular en el desarrollo del progreso teologal de una comunidad humana a la cual le falta todavía por atravesar una etapa religiosa. El Corán es portador de gracia divina, contiene un sentido oculto, esotérico, transcendental, capaz de un progreso teológico, desconocido actualmente por los mismos musulmanes, que acabará por desembocar en Cristo. 
         El islam no ha recibido la gracia de penetrar en el misterio de Cristo, porque, sobre todo, ni el mismo Mahoma ni sus seguidores han entendido el mensaje del Corán.
         3. Y. Mubàrak : teoría de las VIAS PARALELAS. El islam representa el Ismael espiritual. 
         La cuestión estriba en reconocer en el islam un destino original y divino en el interior de la historia religiosa de la humanidad, independiente de la Iglesia. El islam, a pesar de no reconocer a Cristo como lo hace la Iglesia, no deja por ello de conducir a los musulmanes hacia el encuentro salvador con el Cristo escatológico. Cristianos y musulmanes caminan conjuntamente hacia Cristo, pero siguiendo unas vías que no se hallan en este mundo, puesto que son vías paralelas. Su punto de encuentro es en el infinito, convergiendo en el Cristo de la Parusia, momento conocido, para los musulmanes, como la "Segunda Hégira" . Este encuentro marcará el fin de la misión profética de Mahoma. 
         El Corán es un libro realmente inspirado, bueno sin reservas, una especie de biblia truncada para uso de musulmanes. Los musulmanes son los "justo de fuera", a los que no se trata en absoluto de conducir, al precio que sea, hacia la conversión : el islam realiza plenamente el papel de intercesor entre Dios y los "pueblo de los excluidos" y la gente del desierto. El islam es para el mundo, en la línea árabe, lo que el cristianismo en la línea judía, un Ismael espiritual, paralela a un Israel espiritual. En definitiva, es la reivindicación del Corán cuando proclama un abrahismo musulmán, no judío ni cristiano, sino "árabe".
         4.- Michel HAYEK : EL MISTERIO DE ISMAEL
         Siguiendo con el pensamiento de Mubárak, M. Hayek escribe :
         Mahoma reactualiza el Ismael espiritual que reclama su parte de la herencia paterna de la cual ha sido expoliado por el hermano pequeño (Isaac). Tratándose de Ismael hay algo más allá cuando un cristiano lo considera a partir de la Biblia. Una profecía del Génesis concierne a él desde hace más de dos mil años, pero ha permanecido inmovilizada. Expulsado del desierto, veinticinco siglos más tarde, Ismael toma conciencia de nuevo en la persona de Mahoma. La figura de su padre aparece sorpresivamente en su memoria, y, yendo a la casa paterna, se da cuenta de que ha sido víctima de determinadas privaciones. Reclama la parte de herencia paterna que le pertenece y la reivindica a los otros herederos de Abraham, conforme al testamento que Abraham hizo en su lecho de muerte. 
         El islam, fenómeno religioso y social de origen árabe, actualiza de nuevo a Ismael, cuya raza prolonga y cuyo patrimonio hereda. De pie, en guardia, con la espada en la mano, en el dintel de la Biblia, el islam inmoviliza la historia sagrada en ese instante arcaico, rechazando, provisionalmente, entrar en el grupo de los "Elegidos" sin las garantías suficientes.
         Así, pues, resumiendo, se puede decir que:
         1. La Nueva Visión une de nuevo Mahoma a Abraham por medio de Ismael, hijo primogénito del patriarca y padre supuesto de los árabes. Por lo tanto la raza árabe, enraizada en Abraham, no ha podido ser abandonada indefinidamente por Dios al "Valle infecundo" de la Meca para morir, allí, de sed. 
         2. Mahoma es la respuesta tangible de la acogida divina a la plegaria que Abraham e Ismael dirigieron a Alá con el fin de que un día sus descendientes le reconociesen como único Dios, el Dios de sus padres. La raza árabe se une de nuevo, pues, a la Biblia bajo el mismo título y legitimidad que se unen a ella los judíos y los cristianos. 
         3. A través del Islam el viejo Ismael carnal — desheredado y excluido — se transforma en el Ismael espiritual, consciente de sus derechos hereditarios y decidido a seguir su destino personal y definitivo : ser el punto de partida de una religión aparte, original, irreductible. Esta religión, el islam, se caracteriza por el monoteismo arcaico, absoluto y ajeno a cualquier referencia a la Promesa bíblica de un Salvador. 
         4. Aunque situado psicológicamente antes de Cristo, el islam no rechaza la figura de Jesús : es un gran profeta, y, paralelamente a los cristianos, espera su llegada al final del mundo en calidad de Juez y de Signo de la Hora Suprema. 
         5, Así, el islam y el cristianismo son dos caminos de salvación diferentes, paralelos, pero que acabarán por juntarse en la Parusia.
         B) Argumentos :
         Según esos orientalistas,
         1. Mahoma ha gozado del carisma profético porque en el Corán no hay nada que sea positivamente contrario a los misterios cristianos. Sólo hay silencios. Sus críticas contra los cristianos sólo van dirigidas contra los herejes y, por lo tanto, contra los falsos misterios.
         2. El islam siente una verdadera nostalgia de Jesús. Como el cristianismo, el islam tiende hacia el Cristo escatológico, es decir, hacia la Hégira suprema.
         3. El islam respeta profundamente a Jesús y a María, su madre. Al contrario que la "atroz calumnia" de los judíos, los musulmanes reconocen la virginidad de María, la absoluta pureza de su alma, algo que se asemejaría, en las comunidades cristianas del siglo VII, a su inmaculada concepción.
         4. La salvación de millones de musulmanes : si Mahoma fuese un falso profeta, " ¿ qué sería de la Providencia divina permitiendo engañar a los millones de musulmanes que creen en Alá y en su enviado ?"
         5.Dios creó a Mahoma para castigar las comunidades cristianas orientales. Las polémicas teológicas las dividían, la riqueza y el orgullo dominaban a la gente de iglesia. En definitiva, las comunidades cristianas se habían convertido en infieles al Espíritu de Cristo. En el fondo Mahoma no hizo sino destruir unas Iglesias corruptas
 
         C. CRITICA DE LA NUEVA VISIÓN : EL ISLAM REAL.
         El propósito de este texto no es rebatir punto por punto los cinco argumentos de la Nueva Visión Cristiana del islam; pienso que el argumento decisivo que nos permitirá inclinarnos por la aceptación o el rechazo de un posible carisma profético de Mahoma será ver, en definitiva, qué importancia otorga realmente el Corán a Jesús y a Mahoma.
                  1.- EL ISLAM Y JESÚS
         1- Las afirmaciones cristianas respecto a Jesús en el Corán :
         Es de destacar cómo Mahoma parece sorprendido por la amistad que los cristianos manifiestan a sus seguidores, por la mansedumbre y la compasión de sus corazones, a imagen del Mesías, hijo de María, que fue bueno con su madre, y no fue violento ni desgraciado (19, 32) 
         Mahoma siente por Jesús y por su madre un respeto enraizado en los escritos de los Evangelios apócrifos de la Infancia y no en la figura de Jesús como es presentada por los cuatro evangelistas. 
         Así, en el Corán, la concepción milagrosa de Jesús es anunciada por un ángel a María, joven virgen que vivía oculta y aislada de los suyos: ¡ María ! Dios te ha escogido y purificado. Te ha escogido entre todas las mujeres del universo. ( 3, 42)
         Jesús nace bajo una palmera sin la presencia de ningún hombre (19, 22-26) 
         Siendo pequeño, en la cuna ya habla como un anciano para defender la pureza de su madre (19, 29-30) 
         Más tarde da vida a pájaros de barro, cura ciegos y leprosos, resucita muertos, desvela secretos y abroga parte de la Ley de Moisés (3, 49-50) 
         El Corán se sirve de afirmaciones sobre Jesús totalmente cristianas. A Jesús pertenecen la Escritura, la Sabiduría, la Torá y el Evangelio (5, 110), y, lo que resulta más sorprendente, le pertenece el privilegio de ser el Mesías (3, 45), el Verbo de Alá (4, 171), la Palabra de verdad (19, 34), el Espíritu de Alá (2, 87) y el Signo escatológico de la Hora del Juicio (43, 61), atributos todos ellos empapados de resonancias bíblicas y cristológicas.
         2.- Las negaciones coránicas sobre Jesús:
         Ante tantas afirmaciones halagadoras sobre Jesús — no se olvide que el Corán es la Escritura, exenta de dudas (2,2) — sentimos la tentación de preguntarnos : ¿reconoce Mahoma, por lo menos implícitamente, la divinidad de Cristo? Y si así la reconoce, ¿ los musulmanes no son ya cristianos? ¿Y los cristianos no somos ya musulmanes sin que ni unos ni otros nos demos cuenta de ello? Para resolver estas cuestiones acudimos una vez más al Corán, pues no podemos recortar las afirmaciones anteriores extrapolándolas de su contexto. 
         En efecto, en numerosos pasajes el Libro es taxativo en sus negaciones:
            Negación de la divinidad de Jesús : Jesús no es Dios : No creen, en realidad, quienes dicen : ‘ Dios es el Ungido, hijo de María ‘ (5, 17) Ni el Hijo de Dios : Y los cristianos dicen : El Ungido es el hijo de Dios (…) ! Que Dios los maldiga ¡ ¡ Cómo pueden, pues, ser tan desviados ! ( 9, 30) Ni tampoco el tercero de una tríada: ! Gente de la Escritura ¡ (…) ! No digáis ‘ Tres’ ¡¡ Basta ya, será mejor para vosotros¡ Dios es sólo un Dios Uno. ¿Gloria a él ¡ ¿ Tener un hijo…? ( 4, 171) 
            Negación contundente de la crucifixión de Jesús: (Dios ha sellado loscorazones de los judíos ) por haber dicho: ‘ Hemos dado muerte al Ungido, Jesús, Hijo de María, el enviado de Dios, siendo así que no le mataron ni crucificaron, sino que les pareció así. " (4, 157) 
            Resquemor persistente de la aureola divina de Jesús. Así, el calificativo hijo de María que Mahoma nunca olvida de mencionar cuando habla de Jesús, tiene un sentido estrictamente restrictivo. Quiere dejar bien claro el carácter puramente humano de Jesús: Tal es Jesús, hijo de María, para decir la Verdad, de la que ellos dudan. (19, 34) 
            - El uso de expresiones restrictivas : solamente, no … más que: "Ante Alá todos los Enviados son unos servidores, sin ningún tipo de distinción entre ellos ("Él no es sino un siervo a quien hemos dispensado nuestra gracia " (43, 59). O " Jesús, Hijo de María, es solamente el enviado de Dios.. ( 4, 171) 
            Los milagros de Jesús no pueden serle atribuidos, ya que el poder y el permiso para hacerlos son un favor particular de Dios (5, 110) 
            - Jesús es el Signo de la Hora. Pero ¿ de qué clase de Jesús se trata cuando sabemos que el Jesús que el islam espera vendrá para romper la Cruz, matar el cerdo, casarse y procrear, imponer la yizia (impuesto a los cristianos que viven en tierras musulmanas), y fustigar a la gente para que todo el mundo sea musulmán" ? (Al-Thaalabí, Qisas al-Anbiá).
            Musulmanes sinceros dicen creer ellos también en Jesús y que a menudo sienten más respeto por él que los propios cristianos. Seguros de sí mismos, y a pesar de que no han leído jamás ningún evangelio, citan aquellos atributos cristológicos del Corán, desgraciadamente tan ampulosos de forma como vacíos de contenido y que de muestran a las claras que las similitudes entre el Isa ibn Maryam, es decir, Jesús hijo de María, del Corán y el Jesús de los Evangelios no son más que coincidencias puramente formales. En cuanto al respeto que dicen que el islam siente por Jesús más bien se trata, creemos, de un respeto puramente cultural, como el que cada uno de nosotros pueda sentir por el personaje de Hammurabi, por ejemplo, aquel famoso soberano y legislador babilónico del segundo milenio antes de Cristo, y cuya estela podemos contemplar en el Louvre. Aparte del interés histórico de esta pieza de museo, es dudoso que la figura de Hammurabi pueda afectar en nada a nuestras creencias y a nuestra idiosincrasia personal y social.
            En definitiva, el Jesús que Mahoma dice respetar poco tiene que ver con el Jesús de los creyentes cristianos para los cuales Jesús es la Palabra de Dios, su Hijo encarnado, el Redentor del mundo.
                  2. LA PREEMINENCIA DE MAHOMA EN EL ISLAM
            No hay más Dios que Alá. Y Mahoma es su profeta. (shahâda)
            Para los creyentes musulmanes estas dos proposiciones son axiomas teológicos inseparables y complementarios que constituyen el pilar fundamental del islam, el único rigurosamente necesario para ser considerado musulmán. Este credo sitúa el binomio Alá – Mahoma en un mismo plano transcendental, manifestando así de una manera preclara la gran importancia que el islam atribuye a su Profeta. Cuando el Islam apareció en la Península arábiga su originalidad no se basó en la predicación acerca de la existencia de un solo Dios : judíos y cristianos, fuertemente implantados en Arabia, hacía siglos que creían en ello. La novedad residió en el hecho de que una sagrada Escritura fuese revelada en lengua árabe y por un profeta árabe.
         1. Mahoma es el sello de los profetas y de la profecía.
         En el inicio de su misión Mahoma dice ser un mortal como vosotros (18, 110). Ciertamente sus hagiógrafos hacen de él un ser aparte y afirman que tenía el sello de la profecía marcado en la espalda. Esta huella lo asimila a Melquisadec, quien desde su nacimiento llevaba grabado en el pecho el sello del sacerdocio, y a Job, quien también tenía la misma marca. Los teólogos utilizan este hecho legendario para deducir de él un postulado teológico: Mahoma no sólo lleva grabada la marca de la profecía, sino que él mismo es el sello de los profetas (33,40), aquel que confirma todas las profecías anteriores y que cierra definitivamente el ciclo de la profecía universal. Un versículo coránico dice : (…) Jesús, hijo de María, dijo ‘ ¡ Hijos de Israel! Yo soy el que Dios os ha enviado, (…), y os anuncio un Enviado que vendrá después de mí, con pruebas claras. (61, 6)
         2. Mahoma es el Paracleto prometido por Jesús
         En el Corán Jesús dice también : Yo soy el que Dios os ha enviado, y como nuncio de un Enviado que vendrá después de mí, llamado Ahmad (61, 6). 
         Los exégetas consideran que ahmad es un nombre propio equivalente aMahoma. En realidad el término ahmad es un adjetivo superlativo que significaloado en un grado sublime ; y posee la misma forma que el adjetivo akbar tan usado en el grito de guerra islámico Al.lahu akbar, o sea, ¡Alá es el más grande! En el evangelio de Juan Jesús promete a sus discípulos la venida del Paracleto(Espíritu Santo), en arameo menahhemana. A partir de la asonancia de este nombre con el nombre del Profeta Muhammad se pretende que Mahoma es el Paracleto, el ahmad prometido por Jesús. 
         El título de Paracleto aplicado a Mahoma es indisociable del tema de sello de la profecía. Ambos hay que situarlos dentro de un ambiente de lucha entre el islam naciente y el maniqueísmo, presente en Arabia en tiempos de Mahoma y conocido de los musulmanes de los siglos VII y VIII. En efecto, entre las doctrinas maniqueas y la profetología musulmana existe un enlace formal, ya que ambas poseen una perspectiva idéntica: en el maniqueísmo y en el islam la historia de la humanidad se despliega a través de una cadena de profetas sucesivos, iluminadoresenviados, profetas de la humanidad. Adán es la primera manifestación y Manes la última como sello de los profetasenviado de la última generación Paracleto. En el islam, el papel de Mahoma no es sino un calco de Manes.
         3. Mahoma, el único profeta.
         Cuando se habla del Profeta, generalmente la gente piensa en Mahoma. El profeta árabe ha llegado a ser el profeta por excelencia, y, finalmente, el único. Los musulmanes han conseguido difundir una visión de la historia religiosa de la humanidad centrada en Mahoma, khairu-l-Bariyyala mejor de las criaturas,modelo de la humanidad. Cuando, para definir al islam — en tanto que dogma religioso específico – se habla de monoteísmo, sería mejor hablar de monoprofetismo o de unitarización del profetismo en la persona de Mahoma, de su vida y de su mensaje tal como han sido oficializados en los textos fundadores del islam: el Corán, el Hadîth (Sunna), los Maghâzî (Expediciones militares del profeta y de sus compañeros) y la Sîra (biohagiografía del profeta del islam) . En estos textos Mahoma es presentado como el Bello modelo digno de ser imitado por todos los creyentes (33, 21)
         Hablar del islam fundamental calificándolo de monoprofetismo puede parecer paradójico, porque su mensaje proclama el reconocimiento de los profetas anteriores, judíos o no, y se presenta con apariencia de amplia tolerancia doctrinal. En realidad estos profetas — y de manera significativa Jesús, hijo de María –, no hacen sino repetir — totalmente desconectados de cualquier contexto histórico o histórico-literario –el mensaje que Mahoma anuncia en un Corán árabe (12, 1-3) y que autentifica con su sello.
         Así, pues, Mahoma pretende ser el Profeta por antonomasia, el que reduce el profetismo (en particular el bíblico) a un único mensaje y a un único mensajero : el Corán y Mahoma mismo. Evidentemente, desde una óptica cristiana, estas pretensiones difícilmente se pueden aceptar, pues niegan sus dogmas fundamentales : la Santísima Trinidad, la encarnación del Verbo, la divinidad de Jesús y su Redención universal.
         Por otra parte no es lógico que un grupo de teólogos cristianos quieran enseñar a los musulmanes de qué modo han de interpretar el Corán…, como tampoco lo sería si los ulemas (doctores) del islam pretendieran enseñarnos a interpretar la Biblia.Acercarse al islam es un deber para los cristianos, como acercarse al cristianismo es un deber también para los musulmanes.Desgraciadamente ese interés y ese acercamiento sólo parecen surgir del lado cristiano. El diálogo teológico entre cristianos y musulmanes, hasta ahora, no ha sido más que un ronco balbuceo y su futuro se intuye muy difícil, por no decir imposible.

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