EL ESTADO ISLÁMICO, ¿ES ISLÁMICO?
EL ESTADO ISLÁMICO, ¿ES ISLÁMICO?
¿Qué tan "Islámico" es el EI? Desde que este grupo de origen iraquí cobró un papel más importante en todo Medio Oriente, y con cada nueva noticia (falsa o verdadera) que es publicada a lo largo y ancho de internet, musulmanes y no musulmanes, estudiosos, analistas, comunicadores y políticos han hecho una afirmación contundente: EL ESTADO ISLÁMICO NO ES ISLÁMICO, Y NO REPRESENTA A NINGÚN MUSULMÁN.
Para examinar la situación desde una perspectiva realista y objetiva, esta Agencia presentará por primera vez en español un artículo escrito por Aymenn Jawad al-Tamimi y Amarnath Amarasingam, bajo el título original de "Es ISIS islámico, y otros 'tontos' debates".
El artículo base que reproducimos aquí está alojado en el Middle East Forum.
Para seguir con la presentación, sólo basta decir que nosotros NO ESTAMOS AFIRMANDO QUE EL EI SEA O NO SEA ISLÁMICO, en todo caso, nosotros lanzamos una pregunta al aire e invitamos a nuestros lectores a responderla por sí mismos, según lo que concluyan al leer el presente trabajo.
"¿Ahora piensan que somos judíos? Jaja," contestó un combatiente del Estado Islámico (EI) en Siria cuando se le preguntó qué pensaba sobre el debate público actual sobre si el EI es en realidad islámico. Luego pasó a formular el argumento, como a menudo hacen muchos de estos combatientes hacer al ser entrevistados, de que no sólo el EI esislámico, sino que es la forma más pura y prístina del Islam, la manifestación más alineada con lo que Dios y su Profeta habían destinado desde el principio. Otro combatiente, de Sudáfrica, cuando se le preguntó cómo sabía que el EI era legítimo, remarcó que "Sólo utilicé mi cerebro."
"La verdad nunca es respaldada por las masas", dijo. "Siempre son los grupos más pequeños los que se mantienen firmes en la verdad. La migración se convierte en una obligación cuando un califato es establecido en los fundamentos de la Sharia, y los musulmanes de todo el mundo no tienen excusa válida para permanecer entre los infieles en tierras enemigas."
Esta línea de argumentación de los miembros del EI y, sin duda, de muchos otros movimientos salafistas-yihadistas crea un dilema importante para las comunidades musulmanas de todo el mundo. ¿Cómo se supone que deben hacer frente a los movimientos violentos dentro de su fe, pequeños en número, pero que reclaman una mayor autenticidad religiosa, y una mayor reivindicación de la verdad? Aunque esta pregunta y el debate en torno a ella ha sido un trasfondo persistente en las sociedades occidentales al menos desde el 9/11, el más reciente repunte en la conversación se produjo después del artículo de portada de Graeme Wood en Atlantic y las numerosas respuestas que le siguieron. Fue una conversación de bienvenida, incluso si, como Wood recientemente apuntó, el "debate es en su mayoría una tontería."
"Argumentar que el EI no es "islámico", en un sentido normativo es falso y engañoso".
De hecho, es una tontería por varias razones diferentes. En primer lugar, el debate se da en gran medida entre un punto de vista "académico" del Islam y las divisiones dentro de él, pacíficas o no, y una visión normativa del Islam, que busca distanciarse de las formas rígidas, conservadoras y violentas de la religión que se practica por la gran mayoría de los musulmanes de todo el mundo. Argumentar que el EI no es "islámico" en un sentido normativo es argumentar, hasta cierto punto, que el salafismo no es una rama del Islam y que la yihad no es un concepto noble en la religión, argumentos que son falsos y engañosos y obstaculizan gravemente los intentos por comprender estos movimientos correctamente.
Aunque hubo alguna discusión posterior al 9/11 sobre si "al-Qaeda era islámica", el debate no era tan climatizado como lo es hoy con el EI. al-Qaeda fue en muchos sentidos más fácil de separar - eran hombres extraños con barbas viviendo en cuevas lejanas. (Pero) cuando los jóvenes musulmanes en los países occidentales se unen en un número suficientemente significativo, se plantea la cuestión de la autenticidad islámica más agudamente. Esto sucede a pesar de que al-Qaeda y el EI no son tan diferentes en su compromiso con la teología salafista violenta. La única diferencia, como Cole Bunzel señaló recientemente, es que el EI la practica "con mayor severidad."
En segundo lugar, lo que ha faltado desde prácticamente todos los artículos escritos sobre el tema hasta el momento es un análisis sostenido de documentos primarios del EI y entrevistas reales con los combatientes yihadistas en Siria e Irak. Echar un vistazo a los documentos del EI, y a sus murales, carteles, comunicados de prensa y otras publicaciones, así como realizar entrevistas con los mismísimos combatientes, ofrece una mejor comprensión de las fuentes de inspiración de la ideología del grupo, que desafía las caracterizaciones simples.
En términos generales, la ideología del EI se basa en una narrativa que es bien conocida, como que el mundo musulmán ha estado en declive debido a la falta de un califato en el que los musulmanes puedan cumplir con su fe al vivir de acuerdo a la ley islámica. El estado del mundo musulmán de hoy se pone en contraste con un período idealizado de la historia - la llamada "Edad de Oro" del Islam, no sólo en referencia a los califas 'bien guiados' que inmediatamente sucedieron a Muhammad, sino también al califato de los Omeyas y Abasíes, extendidos a través de la época medieval, que colocó al mundo musulmán más adelante en desarrollo científico y humano que a Occidente.
"Documentos y publicaciones del EI muestran respeto por las cuatro escuelas tradicionales de la jurisprudencia suní desarrolladas durante el período medieval".
Como resultado de esta proyección sobre un período medieval idealizado, documentos y publicaciones del EI no adoptan un mero enfoque de "volver a las fuentes básicas" (en este caso, el Corán y la Sunna incorporados en los hadices y la vida del Profeta). Más bien, se pone un gran énfasis en mostrar respeto por las resoluciones y opiniones de las autoridades de las cuatro escuelas tradicionales de la jurisprudencia suní desarrolladas durante el período medieval. Desde luego, eso no significa que ninguna autoridad se da a los pensadores yihadistas modernos o a la 'reforma' purista salafista-wahabita que data del siglo 18, a menudo invocada para describir la inspiración del EI.
Si bien las declaraciones de Abu Musab al-Zarqawi, Osama bin Laden, Sayyid Qutb, y varios estudiosos wahabíes pueden encontrarse en detalle en los documentos y publicaciones del EI, también hay documentos considerables citando la opinión de las cuatro escuelas de tradición jurídica islámica. Por ejemplo, en uncomunicado distribuido en el área de Faluya (reverso del comunicado) sobre el ofrecimiento de oraciones en el Eid al-Adha y Eid al-Fitr, tres diferentes categorías de opinión se dan sobre si son obligatorias, citando las cuatro escuelas para ilustrar la gama. En otros casos, el concepto de Iymaa' (consenso) entre los Ahl al-'Ilm (teólogos, juristas, etc.) es resaltado, por ejemplo, en un sermón de viernes para las mezquitas de la provincia de Nínive sobre las divisiones del Islam y la incredulidad.
Uno podría seguir, pero es en el ámbito de las fetuas del EI en particular - emitidas por su Diwan al-Eftaa wa al-Buhuth - donde la impresionante capacidad de encontrar opiniones de juristas y teólogos medievales se pone al descubierto. Muchos de ellos son desconocidos para la mayor parte del mundo exterior, incluidos los musulmanes contemporáneos. El mejor ejemplo es la fetua que emitió el EI para justificar la quema del piloto de Jordania (Moaz al-Kasasbeh), considerado un 'apóstata'.Muchos se apresuraron a decir que esta práctica está absolutamente condenada en el Islam, pero el EI citó la opinión de juristas Hanafies y Shafies para reivindicarlo como permisible, incluyendo una cita específica de un jurista egipcio Shafi del siglo 15.
Aunque el enfoque del EI se puede desestimar como "citación selectiva" de la tradición, el hecho es que los críticos del EI pueden ser acusados de lo mismo. El problema es que con un enorme corpus de literatura islámica y ninguna autoridad infalible central como el Papa para regular las enseñanzas, muchas de las acciones del EI, vistas como atroces en este tiempo, puede encontrar un lugar dentro de la inmensidad de la tradición islámica.
Podemos descartar esas pruebas, alegando que el EI sólo está citándolos con el fin de ganar legitimidad y credibilidad entre sus seguidores, pero ese es precisamente el punto: Se sienten seguros de que tienen una base teológica coherente en sus acciones. Por supuesto, es inexacto decir que el EI es Islam completamente, pero etiquetarlo como un movimiento anti-islámico es tomar una postura normativa, y en última instancia, contraproducente. Es un argumento que no tiene en cuenta algunas pruebas muy básicas relativas al movimiento y su historia, e impide la comprensión adecuada de lo que ellos creen y hacia dónde se dirigen.
Aymenn Jawad al-Tamimi es miembro de Shillman-Ginsburg en el Middle East Forum.
Amarnath Amarasingam es un becario en postdoctorado en la Universidad de Dalhousie.
Amarnath Amarasingam es un becario en postdoctorado en la Universidad de Dalhousie.



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