La última explosión nuclear que se registró en ese enclave produjo el derrumbe de un túnel a 700 metros de la cumbre
El derrumbamiento ha creado una especie de chimenea que puede expulsar material radiactivo al entorno
Dos grupos de científicos chinos han alertado este miércoles de que el complejo subterráneo utilizado por Corea del Norte para sus pruebas nucleares, ubicado en la montaña Mantap, en la provincia de Hamgyong Norte, se encuentra al borde del colapso, según revelaron al diario South China Morning Post.
Según otra publicación, Inkstone, tras analizar los datos recolectados por cerca de 2.000 medidores de intensidad sísmica, el equipo de expertos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hefei (al este de China) concluyó que la última explosión nuclear que se registró en ese enclave en septiembre de 2017 produjo el derrumbe de un túnel situado a 700 metros de la cumbre.
Aquel ensayo fue el más poderoso de los seis que ha realizado Corea del Norte y nada más producirse numerosos expertos que vigilan la base nuclear de Punggye-ri -creada en torno a la elevación de Mantap- alertaron sobre el obvio deterioro que había sufrido la montaña, donde se registraron numerosos temblores, incluido uno de 4,6 en la escala Ritcher.
La página web 38th North, una de las más reputadas en este sector, dijo que "no había duda de que se habían abierto grietas significativas" posiblemente alcanzando la superficie, lo que podía propiciar escapes de gases y partículas radioactivas.
Con 2.100 metros de altura, los túneles excavados en Mantap han sido el escenario de cinco de las seis pruebas atómicas norcoreanas. Las cuatro primeras no parecieron dañar la estructura del monte pero la explosión del último artefacto que se estima tenía una potencia de 100 kilotones abrió un boquete de 200 metros de diámetro en la cúspide, según el informe difundido por el equipo de Hefei.
Riesgo radiactivo
Los expertos chinos creen que la elevación ha perdido su estabilidad geológica y no podría resistir ninguna otra prueba nuclear, lo que restaría simbolismo al anuncio que realizó Kim Jong-un el pasado viernes en el que informó sobre la clausura de Punggye-ri y la congelación de sus ensayos atómicos.
Otro grupo de geólogos de la Agencia de Terremotos de Jilin llegó a la misma conclusión y dijo que el derrumbamiento creó una especie de chimenea que puede expulsar material radiactivo al entorno.
Zhao Guodong, especializado en la contención de desechos nucleares, afirmó que Pyongyang debería dejar que geólogos chinos visiten el lugar para evaluar los daños que se han producido.
"Podemos colocar una gruesa capa de tierra sobre el derrumbamiento, rellenar las grietas con cemento especial o limpiar las zonas contaminadas con una solución química. Hay muchos métodos para lidiar con este problema. Todo lo que necesitan (hacer) es preguntar", manifestó al SCMP.
El reciente anuncio de Kim fue considerado como un mensaje conciliador destinado a facilitar el éxito de la cumbre que tiene previsto protagonizar este viernes en la Zona Desmilitarizada, donde se reunirá con el presidente sureño Moon Jae-in.
El ministro de Asuntos Exteriores surcoreano, Kang Kyung-wha, ha asegurado hoy que esta cita histórica "será el punto de partida para sentar las bases de la desnuclearización de la península de Corea y una guía para ayudar a que la próxima cumbre entre Corea del Norte y los Estados Unidos sea un éxito".
Kang ha explicado que aunque el punto cardinal de la entrevista será la demanda de Corea del Sur y EEUU para que Corea del Norte desmantele su programa nuclear, ambos dirigentes también discutirán sobre medidas concretas para aliviar la tensión militar, y una posible reactivación de la cooperación económica y humanitaria entre los dos países.
"Un régimen de paz haría posible prevenir posibles conflictos militares mantener una cooperación económica próspera", ha declarado.
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