Internacional. La pandemia de coronavirus SARS-CoV-2 sigue creciendo alrededor del mundo. Con ello, la pobreza, el hambre y la desigualdad se han convertido en una constante que afecta a millones de personas.  Así lo dejó ver una investigación realizada por el periódico estadounidense The New York Times. 
Y es que de acuerdo con la Agencia de las Naciones Unidas, Programa Mundial de Alimentos, se estima que para final del 2020, alrededor de 265 millones de personas sean víctimas de hambre aguda. 

¿Cuál es la razón? 

The New York Times explica que las medidas que se han utilizado para controlar la expansión del Covid-19 en el mundo, han paralizado la economía de gran parte de la población. En este sentido, el distanciamiento social está agotando las fuentes de trabajo y los ingresos familiares van a la baja. 
A lo anterior se suma, la posibilidad de que se vean afectadas la producción agrícola y las rutas de suministro. De ser así, se incrementaría el número de gente sin medios suficientes para satisfacer sus necesidades alimenticias. 
Por si fuera poco, la crisis económica a nivel global, se acentúa por diversos factores distintos a los meramente sanitarios. Entre los más importantes se encuentran la crisis petrolera, la caída del sector turístico, el cambio climático, la violencia y los desastres humanitarios. 
¿Qué ha pasado en el mundo?
Con base en las indagaciones del medio estadounidense, la pobreza y el hambre ya comenzaron a surtir efecto en algunos países del globo terráqueo. 
En Kenia, por ejemplo, un grupo de personas realizó una estampida durante la entrega de harina y otros alimentos. Mientras tanto, en Níger, las medidas de confinamiento hacen que se eleven los precios de los productos básicos. 
Asimismo, los habitantes de las regiones más pobres de Colombia, cuelgan ropa en sus ventanas como señal de que tienen hambre y no pueden buscar alimentos. 
Finalmente, como bien lo enuncia el periódico de Estados Unidos, el Covid-19 es una enfermedad que ataca a pobres y ricos. No obstante, si de comer y cobertura de necesidades básicas se trata, las clases bajas, siempre salen perdiendo.
 ksgm