EL VOTO CARECE DE SENTIDO EN UNA SUPREMACÍA DE LA CORRUPCIÓN
JUAN CASTRO SOTO
En lo que se perfila como la mayor abstención elec-
toral de los últimos sexenios, la elección de jueces
se convertirá en el voto más caro e inútil de la his-
toria, y quizá del mundo.
También será el mayor acarreo de funcionarios y mili-
tantes del partido Morena, tal y como fue con la presidente
Sheinbaum y con los candidatos al poder judicial. Toda
una farsa, y no les importa que todos lo vean. Es el ci-
nismo como nunca.
Con el argumento contra la corrupción, se elegirán por
voto “popular” a funcionarios del poder judicial. Si esto
fuera la solución, los diputados, senadores y presidentes
serían intachables, mas la corrupción brota a borbotones
en los 3 poderes y niveles de gobierno. El golpe de Estado
al poder judicial, la supremacía en el Congreso y las pa-
sadas elecciones presidenciales son el más descarado
ejemplo de corrupción. Esto ya es peor que una república.
Dicha elección de jueces estará amañada hasta sus úl-
timos detalles. La decisión ya está tomada, “el tamal ya
está hecho”. Será, como reconoció de sí misma la pseudo presidente
Sheinbaum, un mero trámite. Son los corruptos de derecha recibiendo cla-
ses de honestidad por parte de otros aún más corruptos, de izquierda.
Les basta un voto para imponerse, y cualquier partido, cualquier candi-
dato, va de mal en peor. Nunca como ahora, los ciudadanos podrán cons-
tatar que la diferencia entre votar y no votar es prácticamente nula. Y esto
será el remate de la debacle partidista, perder el miedo a no obedecer.
Urnas vacías y casillas desoladas será el preludio de un México nuevo.
Porque la abstención electoral no significa el consentimiento a las autori-
dades: significa que los ciudadanos han comenzado a empoderarse.
No votar significa la organización de autonomías en los ámbitos econó-
mico y político; la autodefensa de las comunidades ante el crimen organi-
zado de narcos, policías y militares; significa comunidades ejerciendo jus-
ticia contra delincuentes de pistola y de cuello blanco mediante tribunales
populares; nuevos modelos de economía y de justicia.
No votar dará nacimiento a una verdadera democracia sin partidos po-
líticos; al dinero alternativo y el no pago de impuestos. Es la construcción
de un nuevo paradigma social que supere la dicotomía de las supuestas
derecha e izquierda, de capitalismo y socialismo, de ricos y pobres, em-
pleados y patrones; que deje atrás las repúblicas siempre aristócratas. Es
la organización de un país para todos y no sólo para unos cuantos. Y esto
sí será una revolución y una verdadera metamorfosis.
La abstención electoral no empeo-
rará las cosas: las mejorará, porque se
activará la creatividad y la imaginación
ciudadana, el ingenio del mexicano,
su solidaridad cartacterística.
La pasividad y la apatía se queda-
rán en la silla. Ya no iremos a votar, ni
a protestar, ya no a exigirles nada, el
pueblo tomará el poder en sus manos.
Y la población de Tultitlán puede
empezar por organizarse para retirar
los nuevos nombres de calles que les
impone el gobierno morenista. Si no
se puede esto, ¿entonces qué?
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