¿Es posible otra revolución?
Por: *Octavio Aristeo López
En una mirada del México actual, con el Ojo de Georges Bataille y Michel Foucault, y estudioso de la realidad contemporánea mexicana; es mi obligación y responsabilidad social como investigador de las ciencias sociales, señalar el futuro del país a través del presente y pasado.
Tenemos un pasado sangriento en la lucha por el poder; la revolución mexicana de 1910 es un ejemplo de un movimiento armado, necesario para la evolución del pueblo mexicano; fue un movimiento desesperado, trágico y cruel, para arrancar de raíz la vieja y podrida clase política tiránica, clase política gobernante asesina.
Las revoluciones tienen el mismo proceso, así fue la revolución inglesa y francesa; son movimientos suicidas cuando ya no se respeta la vida, cuando la clase política gobernante asesina acaparadores de riquezas, dueña de privilegios, niegan al pueblo su derecho a vivir y limitan la libertad, no dejan otro camino.
Es el estallido de la realidad mexicana, con las traiciones en hechos sangriento de la clase política gobernante que asesina a su pueblo; es la explosión de buscar al México moderno, no se olvide, que es un movimiento popular en la búsqueda de su futuro de paz, que no sólo es cambiar leyes, sino cambiar realidades. Es una muestra de la actitud de un pueblo ignorado por las reformas.
Las revoluciones son movimientos libertadores, justiciaros y salvadores, más cuando se tienen institutos electorales como el Instituto Nacional Electoral que está controlado por los partidos políticos, es un organismo público que sirve a los partidos políticos y no a los ciudadanos; el INE es una estructura electoral viciada, que solo legitima representantes que no representan al pueblo por los vicios electorales que existen en su interior. Clase gobernante asesina que se encuentra en los partidos políticos.
Nuestra realidad mexicana tiene su propia dinámica dentro de la historia universal; tiene su propia revolución, como ahora, esta revolucionado en busca de una identidad, una unidad, en defender la vida que no respeta la clase política gobernante asesina; es un levantamiento pacifico impulsado por el respeto a la vida y a la libertad, algo que ya estaba perdido y que causa malestar ante el discurso vacío.
Los sectores medios y los empresarios están molestos, los jóvenes educados necesitan vivir y sobrevivir, los campesinos buscan el respeto a la vida, la religión no está segura del espíritu cristiano ante criminales, los caciques buscan el regreso de sus privilegios perdidos, los demócratas buscan la democracia; es la búsqueda de una nueva sociedad, depurar a la clase política de los asesinos y criminales que por acumular riquezas materiales no les importa la vida, ni la constitución, ni la vida del pueblo. Lo que sucede en México es complejo y revolucionario.
México está en movimiento, los empresarios, la iglesia, el pueblo trabajador, estudiantes, organizaciones campesinas, sindicatos, están cansados de la clase política asesina, que después se convierten en gobiernos, avalados y legalizados por el Instituto Nacional Electoral; el Instituto Nacional Electoral está compuesto por representantes de los partidos políticos no de ciudadanos. La clase política gobernante asesina que se encuentran en los partidos políticos están protegidos en el INE, que son juez y parte en cualquier proceso electoral.
Es señal que la clase política esta vieja, necesita descansar; no se puede huir ni esconder ante la responsabilidad de gobernar a su pueblo, por ello, el Presidente Demócrata puede encabezar esta revolución pacífica, para castigar a la clase política asesina, cumpliendo con el mandato constitucional, extirpar a la clase política asesina y castigar a sus colaboradores más cercanos por traición, y estar al lado del pueblo: esta es la solución.
Es la voluntad del pueblo mexicano, es la demanda del pueblo, es la voz del pueblo, el respeto a la constitución y que suceda lo antes posible; es decir, no hay tiempo, es preciso resolver de una vez. No puede esperar más. Hay que cortar el mal tiempo. Cualquier cosa puede ocurrir en estos momentos.
Los que buscan un país violento son aquellos de la clase política gobernante asesina, que desarrollan los dos conceptos fundamentales que preocupan: la violencia y la guerra, como instrumento político, por lo que es el marco de un régimen de gobierno fascista. La violencia instrumental precede a los cambios señala Hanna Arendt.
La violencia física legítima (Max Weber), que monopoliza el gobierno, tiene su origen en el pueblo, es la soberanía del pueblo, porque el pueblo es parte del Estado, es el que da el monopolio de la fuerza legítima al gobierno; si un gobernante no respeta la protesta constitucional viola la constitución y utiliza la fuerza física depositada para su resguardo y administración para proteger al pueblo; si es utilizado en reprimir y asesinar a su pueblo, es crimen de lesa humanidad.
Por ello, el Presidente Demócrata tiene que utilizar la fuerza física legitima que le proporciona el pueblo para castigar a la clase política gobernante asesina, no sacrificar a inocentes. Actuar con la mayor rapidez posible. Aplicar la disciplina incondicional, si todavía existe entre sus colaboradores más cercanos. Porque, la credibilidad del gobierno está siendo rebasada: es el momento de actuar.
Es necesario un escarmiento a esta clase política gobernante asesina, que está en contra del gobierno constitucionalmente establecido, que juro respetar la constitución; son una clase política gobernante asesina, implacable en su proceder con el gobierno constitucional y contra el pueblo; ahora fueron otros los asesinados, en un futuro cercano seremos nosotros los asesinados por esta clase gobernante asesina que busca la inestabilidad del país y que México siga en ruinas.
Es el momento histórico de que México pase a otro nivel de civilización y de crecimiento económico, no se puede lograr ante una clase gobernante asesina y corrupta que se encuentra en la clase política mexicana, este es el enemigo del gobierno constitucional no el pueblo de México; esta clase política gobernante asesina son los que ocasionan la violencia y la opresión, provocan la revolución violenta y armada: la revolución es violencia, pero no necesariamente es armada, es una ruptura violenta entre la clase política gobernante asesina con el pueblo; el pueblo ya no los acepta como gobernantes, por ello el repudio a esta clase gobernante asesina.
En México, un golpe de Estado no es una revolución, es un movimiento ilegal e inconstitucional, violento e instrumentado por la clase política gobernante asesina. Es lo que también buscan. Pero, frente a formas de represión, el pueblo encuentra nuevas formas de lucha para defender su vida, poder vivir y por la libertad, en un contexto de no-violencia.
La no-violencia es un método de lucha en contra de la clase política gobernante asesina, oponerse a la opresión y a la represión; la fuerza de la razón es superior a la fuerza física, organizar cada movimiento es esencial en este momento.
La clase política gobernante asesina convierte en rebelde al pueblo por sus crímenes de lesa humanidad. La humanidad está de luto. México está atravesado por la violencia de la clase política gobernante asesina enmascarada.
En este contexto, “Sueña el rey que es rey, y vive en este engaño mandando, disponiendo y gobernando…y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende…y que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.” (La vida es sueño, Pedro Calderón de la Barca).
La vida es un teatro melancólico y brumoso, con actores criminales y soberbios ante un pueblo humilde, humillado, indignado, maltratado, asesinado; la vida es un sueño del tirano con un viento que lanza lastimeros quejidos, tiene sueños siniestros en el que se levanta una estrella roja de fuego en los cielos, es la cólera de su pueblo decente y pensante.
Por lo que, no puedo dormir tranquilo mirando como la clase política gobernante asesina comete crímenes horribles a su pueblo, crímenes de lesa humanidad, atormentándolo, humillándolo, robando y violando la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos con impunidad. Todo por ambición de riquezas materiales y sed de grandeza.
Es el momento más oscuro de México, en el que existen relámpagos de espíritus malignos que buscan mayor derramamiento de sangre; que actúan en la ilegalidad protegidos por las instituciones gubernamentales, el aparato policiaco y armado. El Ejército tiene su origen en el pueblo, en la Revoluciona Mexicana de 1910. El Ejército mexicano es defensor del pueblo.
*Octavio Aristeo López es profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México.
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