La Liga Árabe acuerda crear una fuerza militar conjunta
El nuevo cuerpo militar tendrá como objetivo combatir a "los grupos terroristas”, en alusión al autodenominado Estado Islámico
RICARD GONZÁLEZ El Cairo 29 MAR 2015 - 14:27 CEST
Abdelfattá al Sisi, el presidente de Egipto, anunció en la ceremonia de clausura de la cumbre anual de la Liga Árabe que los líderes de los países miembros de esta organización han llegado a un principio de acuerdo sobre la creación de una fuerza militar conjunta para afrontar las amenazas a la seguridad regional. La decisión, propuesta inicialmente por el propio presidente egipcio hace varias semanas, llega mientras Siria e Irak experimentan sendas guerras civiles, y pocos días después del inicio de una campaña militar liderada por Arabia Saudí en Yemen contra posiciones de las milicias Huthi, el grupo que dio un golpe de Estado el pasado mes de febrero.
De acuerdo con la declaración final de la cumbre, celebrada en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, durante los próximos días se creará una comisión formada por responsables militares de alto nivel de los países miembros que se encargará de concretar los detalles relativos a la fuerza de respuesta rápida conjunta. En teoría, el nuevo cuerpo militar tendrá como objetivo combatir contra “los grupos terroristas”, en una referencia velada al autodenominado Estado Islámico (EI), la milicia yihadista que controla una amplia franja de territorio en Siria e Irak.
En cambio, el texto no hace ninguna referencia a Irán, percibido como una amenaza por buena parte de los países árabes, y muy especialmente Arabia Saudí. De hecho, el presunto expansionismo de Teherán dominó, de forma directa o velada, los discursos de la mayoría de jefes de Estado que participaron en la ceremonia de apertura de la cumbre de Sharm el Sheij. La mayoría de países árabes acusan a Irán de proporcionar apoyo militar a los rebeldes Huthi, que también profesan una rama del chiísmo.
En caso de confirmarse la creación de la fuerza de intervención conjunta, la Liga Árabe se sacudirá la fama adquirida durante décadas de ser una organización incapaz de actuar de forma decidida a causa de sus divisiones internas. Actualmente, 10 países árabes forman parte de la coalición que está llevando una operación militar en Yemen desde el pasado jueves, y que cuenta con el apoyo de Washington y diversos países europeos, pero que ha sido condenada por Irán.
La crisis en Yemen se inició el pasado mes de septiembre, cuando las milicias Huthi ocuparon militarmente Saná, la capital del país. Tras varios meses ejerciendo una fuerte presión sobre el gobierno del país, el pasado mes de febrero dieron un golpe de Estado y depusieron al presidente Abdrabbo Masur Hadi, que huyó a su bastión de Adén, la segundad ciudad más importante del país. Hadi está considerado el presidente legítimo por parte de la comunidad internacional, y el sábado participó en la cumbre de Sharm el Sheij, en la que pidió la continuación de los bombardeos hasta forzar la “rendición” de los Huthi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario