Represión policial desencadenó el primero de los dos enfrentamientos ocurridos
Dejan seis heridos choques entre normalistas y policías en Guerrero
Morena debería sumarse a los padres de los 43 y llamar a no votar, responde ONG a AMLO
Un momento durante la acción policial contra normalistas de Ayotzinapa, ayer a la entrada de ChilpancingoFoto Lenin Ocampo
Sergio Ocampo Arista
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 29 de marzo de 2015, p. 3
Domingo 29 de marzo de 2015, p. 3
Tixtla, Gro.
Tras ser reprimidos por policías a la entrada de Chilpancingo, estudiantes de la Normal de Ayotzinapa incendiaron ayer por la tarde dos camionetas, tres motocicletas y oficinas de la comandancia de la Secretaría de Seguridad Pública municipal, ubicada a la salida de Tixtla.
Antes, al mediodía, a la entrada de Chilpancingo, policías estatales antimotines interceptaron a un grupo de normalistas y pretendieron quitarles los camiones en que viajaban procedentes de Zumpango de Neri. Los agentes les lanzaron gases lacrimógenos y los jóvenes respondieron con palos y piedras. En la trifulca los uniformados detuvieron a dos jóvenes; otros dos alumnos y cuatro policías estatales salieron lesionados, entre ellos un comandante de apellido Rojas.
Tras el enfrentamiento, los normalistas se trasladaron a su escuela, pero al pasar por la comandancia de la policía municipal en Tixtla incendiaron los vehículos y las oficinas.
El síndico procurador de Tixtla, David Martínez Valadez, afirmó que los estudiantes
pasaron y tiraron bombas molotov, quemaron el inmueble y nuestros policías se resguardaron, porque esa indicación tienen, de no responder ninguna agresión, eso no se vale. Dijo que los estudiantes habían retenido por varios minutos a cuatro policías municipales, a los que desarmaron.
Vidulfo Rosales Sierra, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, explicó que antes del mediodía “los compañeros fueron a protestar en Zumpango, al regresar tomaron unos autobuses, primero se presentó un incidente con la Policía Federal, pero luego de dialogar los muchachos pasaron”.
Más adelante, en Tierras Prietas, los esperaban policías estatales antimotines, quienes
los empezaron a agredir, los muchos respondieron, (los policías) retuvieron a dos estudiantes, que fueron liberados posteriormente.
Más tarde, en Tixtla,
los estudiantes encararon a la policía municipal y también se presentó un enfrentamiento y algunos incidentes; estamos haciendo el recuento de lesionados.
Rosales manifestó:
Nos preocupa que se dé este tipo de hostigamiento y represión, argumentando que están protegiendo los bienes de la ciudadanía, y acusan de robo de autobuses, lo que según la autoridad amerita una acción penal del (gobierno del) estado.
Pero mientras se castiga a los movimientos sociales, que reclaman la presentación de sus desaparecidos, que están en lucha continua,
la delincuencia organizada actúa libremente; prueba de ello es que a diario hay muertos en Acapulco, Iguala, Chilpancingo, Tierra Caliente.
Esa
total inaplicación del estado de derecho contra la delincuencia organizada es una doble cara del gobierno y una hipocresía esa postura que asume, dijo.
Por otra parte, el abogado de Tlachinollan rechazó la propuesta que hizo el viernes el dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, para que los padres de familia apoyen a los candidatos de ese partido y no pidan no votar.
“El movimiento no comparte la postura de López Obrador, por lo menos en Guerrero; mejor Morena debiera sumarse a la lucha de los padres de familia que buscan a sus hijos y no participar en el proceso electoral; creo que ofrecer (a los normalistas y padres de familia) cargos (de procurador y secretario de seguridad a los normalistas) es el juego político de siempre.
Es una postura un poco desafortunada, porque primero pediríamos que Morena debiera sumarse a la lucha de los padres de familia, de una lucha constante e inclaudicable por la presentación con vida de los 43 desaparecidos.
Es evidente que no hay condiciones para ir a una elección: “El tejido social en Guerrero se necesita construir, entrar a un proceso de diálogo, transparente, democrático e incluyente, para agendar varios temas, primero el de la seguridad, y luego la corrupción de los servidores públicos, para ver qué pasa, y cómo resolver esos problemas con esa clase política que cada día se corrompe más.
En Guerrero, por lo menos, no hay condiciones para las elecciones. ¿A quién vamos a elegir?, preguntó.
A cuántos (José Luis) Abarca se elegirá; yo creo que los guerrerenses ya no queremos votar por alguien que desaparece a nuestros hijos. Ningún candidato lleva el tema de los desaparecidos. Al contrario, los de la clase política no miran los problemas reales, y diseñan un camino de rosas amparado en el proceso, supuestamente para dar respuesta a las demandas del pueblo, pero lo que no saben es que ellos son parte del problema, que hoy día se va a elegir nuevamente.