¿Es Estado Islámico la mayor
amenaza para Occidente?
07/02/2015 - 21:02h
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Estudiantes jordanos muestran
fotografías del piloto Muaz Kasasbeh, asesinado por ISIS.
Ahí está de
nuevo, un monstruo, una amenaza, un enemigo imparable. El Estado Islámico. Un
'ente insólito' hacia el que hay que dirigir todos los esfuerzos (muy pocos
políticos) para luchar contra esa fuerza irracional que lo dirige. Un gran
Otro, que permite y permitirá justificar cualquier acción. ¿Y si a lo que se
está asistiendo es a un nuevo impulso de 'guerra contra el terrorismo' en la
misma línea iniciada por George W. Bush tras los atentados de 2001?, escribía
hace un par de meses Alain Gresh. O, como anuncia Peter Harling, ¿y si al
Estado Islámico le espera un futuro prometedor porque los principales actores
que luchan contra él (islamistas chiíes, medios seculares y gobiernos
occidentales) siguen explotando su presencia para redimirse de sus errores y
redefinen sus relaciones sobre la base de una Guerra Santa que se vuelve una
finalidad en sí misma?
Sí, Estado
Islámico muestra mucho acerca de la situación de Oriente Medio y también de la
política exterior de los países occidentales. Su formación es una de las
consecuencias de las necesarias revueltas árabes y de los fracasos
occidentales, de los cuales distrae y distraerá. Se podría decir que Estado
Islámico es el efecto de un vacío político generalizado que muestra que no se
sabe qué hacer con los nuevos escenarios de Oriente Medio, además de la
consecuencia de la forma en que el primer ministro iraquí Nuri Al-Maliki y el
presidente sirio Bashar al Asad han tratado a los suníes. Así presenta las
ambivalencias de un Occidente que ya no sabe qué decisiones tomar frente a los
dilemas que plantean las regiones del mundo árabe y, más aún, frente a sus
minorías. Luchar ahora mismo contra Estado Islámico significa aplicar la guerra
contra el terrorismo y olvidar la protección de las minorías de la misma forma
que siempre: la colonial. Nadie protesta contra la lucha frente a Estado
Islámico, ni la opinión pública de EEUU ni la mundial. Todos están de acuerdo
y, por lo tanto, no supone ninguna complicación.
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Sí, porque, es
cierto, la amenaza está ahí y no solo para Occidente y los cristianos sino
también para Oriente y el islam. Y, hace falta recordarlo, no es la primera vez
que una organización yihadista toma un gran territorio. La historia de Estado
Islámico arranca en Irak, cuando, tras la invasión de EEUU, un grupo de exmuyahidín
de la guerra afgana inauguró una franquicia local de Al Qaeda, de la que pronto
se distanció pues prefirió actuar contra el enemigo más cercano en vez del
lejano. Aprovechando y desatando la rivalidad entre suníes y chiíes (que no ha
existido siempre y ha dependido más de las enemistades entre Estados que de
cuestiones religiosas) y tras las luchas fratricidas en su propio campo de los
suníes, Estado Islámico se consolidó en el 2010. Cuando Nur Al Maliki comenzó
su represión contra los suníes y Estado Islámico se unió a la rebelión contra
el presidente sirio, quien se oponía a los suníes que antes se había esforzado
en radicalizar. A partir de entonces, la proyección del Estado Islámico ha sido
una realidad.
Lo que hace
pocos meses era un problema sectario y regional, es ahora, según afirma EEUU,
la amenaza más peligrosa con la que se ha enfrentado en años. De 800
combatientes han pasado a 17.000, armados con el arsenal estadounidense que han
ido obteniendo durante sus victorias sobre el Ejército iraquí.
Sin embargo,
muchas de sus estrategias presentan grandes debilidades. Centrándose en ellas,
se podría modificar la táctica única y de poder que supondría de nuevo la lucha
colonial contra el Estado Islámico. Para empezar, su estrategia militar es un
misterio, nada se sabe de ella solo que actúa de forma diferente en Siria o
Irak. Una gran parte de sus maniobras son psicológicas, intentan aterrorizar a
sus opositores inundando las redes sociales con imágenes y videos. Su facilidad
para controlar los territorios está basada en acuerdos con militantes locales.
Así combate con rivales débiles suníes en las zonas que conoce bien, pero decae
en contiendas más largas y serias. Poco o nada participa contra el régimen
sirio, evita la lucha directa con las milicias chiíes iraquíes y suaviza sus
enemistades con los grupos kurdos. Además de que, a pesar de su nombre, no se
apoya en ninguna teoría del Estado Islámico. En un contexto así, de momento
poco tiene que ofrecer. Parece conformarse con llenar un vacío, el de los
lugares que fueron abandonados por el régimen sirio y, su padrino, EEUU, el
noroeste de Siria y Faluya o Mosul, desatendidas por el poder central de
Bagdad.
Si algo se ha
aprendido de las últimas injerencias militares occidentales en Oriente Medio, es
que hay que actuar de forma diferente frente a Estado Islámico. Enfrentarse a
él, como la gran y única amenaza, significaría repetir “más de lo mismo”. Urge
volver sobre los factores de inestabilidad de las regiones implicadas y de los
lugares en los que se pueden proyectar. Al contrario de lo que se piensa, no
son secundarios.
07/02/2015 - 21:02h
El Estado Islámico busca una guerra mundial
Andrea Tornielli entrevista a Massimo Introvigne,
fundador del Centro para el Estudio de las Nuevas Religiones (Censur), que
sostiene que el Estado Islámico (EI) busca una guerra abierta con Occidente en
tierras musulmanas para poder agrupar bajo a su bandera a todos los islamistas
dispuestos a luchar.
–¿Qué significa ‘Dabiq’, el nombre de la revista [del EI]?
–Es el nombre de una ciudad en Siria, donde, de acuerdo con un conocido un dicho atribuido a Mahoma, tendrá lugar el último enfrentamiento entre musulmanes y cristianos al final de los tiempos, con el cual se abrirá el camino a Roma para el islam. Es una ideología apocalíptica. Se comprende entonces por qué el EI no sólo no teme sino que desea una intervención en su territorio de los estadounidenses, los europeos y también los rusos. Por eso están aumentando las provocaciones contra Rusia en Siria.
–Es el nombre de una ciudad en Siria, donde, de acuerdo con un conocido un dicho atribuido a Mahoma, tendrá lugar el último enfrentamiento entre musulmanes y cristianos al final de los tiempos, con el cual se abrirá el camino a Roma para el islam. Es una ideología apocalíptica. Se comprende entonces por qué el EI no sólo no teme sino que desea una intervención en su territorio de los estadounidenses, los europeos y también los rusos. Por eso están aumentando las provocaciones contra Rusia en Siria.
–¿Por qué el sedicente califa quiere una intervención
occidental?
–Los llamados ‘cristianos’ (europeos, estadounidenses y rusos), que se identifican con los cruzados, deben ser llevados a una guerra en territorio islámico y derrotados allí, con lo que esa invasión ‘cristiana’ mostrará al mundo islámico que Al Bagdadi es el verdadero califa, atrayendo así a los musulmanes de todo el mundo a alistarse bajo su bandera. Al leer ‘Dabiq’, vemos que entre los enemigos del EI está la facción de Al Qaeda que lucha contra Asad en Siria [el Frente Al Nusra], así como la Hermandad Musulmana, incluyendo la dirección de Hamás en Palestina y los líderes de la Hermandad que están encarcelados en Egipto. Todos ellos son considerados enemigos debido a que mantienen relaciones con los chiitas y no evitan, al menos en Palestina, la colaboración con cristianos, siempre y cuando sean anti-israelíes. Otro enemigo jurado de EI es el islamismo político turco de Erdogan, quien prometió la libertad y la igualdad de la Unión Europea para las minorías religiosas, lo que explica la furia de Al Bagdadi contra los turcomanos iraquíes en estas últimas semanas.
–Los llamados ‘cristianos’ (europeos, estadounidenses y rusos), que se identifican con los cruzados, deben ser llevados a una guerra en territorio islámico y derrotados allí, con lo que esa invasión ‘cristiana’ mostrará al mundo islámico que Al Bagdadi es el verdadero califa, atrayendo así a los musulmanes de todo el mundo a alistarse bajo su bandera. Al leer ‘Dabiq’, vemos que entre los enemigos del EI está la facción de Al Qaeda que lucha contra Asad en Siria [el Frente Al Nusra], así como la Hermandad Musulmana, incluyendo la dirección de Hamás en Palestina y los líderes de la Hermandad que están encarcelados en Egipto. Todos ellos son considerados enemigos debido a que mantienen relaciones con los chiitas y no evitan, al menos en Palestina, la colaboración con cristianos, siempre y cuando sean anti-israelíes. Otro enemigo jurado de EI es el islamismo político turco de Erdogan, quien prometió la libertad y la igualdad de la Unión Europea para las minorías religiosas, lo que explica la furia de Al Bagdadi contra los turcomanos iraquíes en estas últimas semanas.
El diario argentino Clarín ofrece
a sus lectores un análisis esquemático de las principales diferencias entre el
Estado Islámico y Al Qaeda. El paso de los años y los nuevos equilibrios
geoestratégicos en Oriente Medio hacen que el EI opere de forma bien distinta a
como lo hizo la organización de Ben Laden, empeñada de manera obsesiva en
atacar intereses occidentales y a Occidente mismo con atentados. El nuevo
yihadismo se ha hecho con fuentes de financiación y apoyo, y busca consolidad
un poder regional recurriendo a las alianzas tácticas que sea menester. Todos
estos cambios apuntan a una evolución
radical del terrorismo islamista.
[Hay] una disposición a formar coaliciones con una variedad
más amplia de socios que en décadas anteriores. En Irak, la actual ofensiva del
[EI] sólo fue posible con la participación de hombres antes leales a Sadam
Husein. Una alianza como esa habría sido intolerable diez años antes. También
hay un conjunto nuevo de relaciones entre los extremistas y los Estados de
Oriente Medio. Algunas potencias locales ahora ven a los militantes sunitas
como un elemento útil en la guerra regional por delegación, a menudo sectaria,
que lleva cuatro años. Ofrecen apoyo pasivo o activo.
De modo que esto no es simplemente una secuela de la era de Al
Qaeda. Estamos ante un paisaje totalmente nuevo habitado por militantes que son
muy distintos de los de hace unos años.
El Ejército de Naqshbandi (EN), conformado por miembros del
partido Baaz del
derrocado Sadam
Husein, ha estado apoyando al Estado Islámico en sus esfuerzos
por conquistar amplios territorios del norte del país. Sin embargo, la
brutalidad del EI y su campaña de exterminio de las minorías religiosas ha
abierto una brecha entre las dos organizaciones, hasta el punto de que ha
habido ya episodios de violencia y persecución de los yihadistas contra los
militares baazistas tras la conquista de Mosul.
En este estudio publicado por Foreing
Policy se
aventura que, si se produjera una ruptura y los baazistas lucharan junto con el
Ejército iraquí y las fuerzas internacionales, las posibilidades de erradicar
el yihadismo aumentarían notablemente.
El matrimonio parece estar desgastándose, para beneficio de
Washington y Bagdad. La creciente división entre los dirigentes del EN y el EI,
cuya brutal campaña de terror ha provocado la ira del Ejército estadounidense,
apuntan a que podría estar cerca de su final. Si el EN rompiera con el EI y
ayudara al Gobierno iraquí y a las fuerzas de EEUU en la lucha contra el
terrorismo, se habría recorrido un largo trecho hacia la estabilización del
país y quizás a una más amplia reconciliación política, donde los suníes, que
una vez dirigieron el país, podrían tener puestos de mayor poder en un Gobierno
más inclusivo liderado por chiíes.
Esto supondría una palpable, cuando no dolorosa, ironía para los
Estados Unidos, que fueron a la guerra hace once años para deponer al dictador
y poner en marcha una campaña de desbaazificación de amplio alcance que expulsó
del Gobierno y las Fuerzas Armadas a cientos de miles de experimentados
tecnócratas y comandantes militares suníes.
Matti Friedman, antigua corresponsal de Associated Press,
desvela la manera tendenciosa en que los medios de comunicación informan acerca
de Oriente Medio cuando anda implicado Israel.
Friedman explica cómo se ocultan las informaciones que cuestionan la
supuesta bondad de los grupos palestinos,
mientras se pone la lupa en cualquier contradicción de la política israelí. La
consecuencia es que, como históricamente ha ocurrido con los judíos, el juicio
tiene un componente moral prefabricado, en virtud del cual los palestinos y sus
dirigentes son las víctimas inocentes, mientras que los ciudadanos israelíes no
merecen ser tratados con ecuanimidad porque son los culpables del conflicto.
Comprender lo ocurrido en Gaza este verano significa comprender
a Hezbolá en el Líbano, el ascenso del yihadismo suní en Siria e Irak y los
largos tentáculos de Irán. Requiere averiguar por qué países como Egipto y
Arabia Saudí se ven a sí mismos ahora más próximos a Israel que a Hamás. Por
encima de todo, nos exige comprender lo que está claro para casi cualquiera en
Oriente Medio: la fuerza ascendente en nuestra parte del mundo no es la
democracia o la modernidad. Es más bien un núcleo de poder islámico que asume
formas diferentes, y a veces conflictivas, y que está dispuesto a emplear la
violencia más extrema en su intento de unir a la región bajo su control y
enfrentarse a Occidente. Aquellos que comprendan este hecho serán capaces de
mirar y conectar los distintos puntos.
Israel no es una idea, un símbolo del bien o del mal, o una
prueba de fuego sobre las opiniones progres en cenas entre amigos. Es un
pequeño país en una parte del mundo que asusta y que se está volviendo más
aterradora. Debería informarse sobre Israel tan críticamente como sobre
cualquier otro lugar, entendiendo su contexto y su debida proporción. Israel no
es una de las historias más importantes del mundo, ni siquiera de Oriente
Medio. Sea lo que sea que resulte en esta región en la próxima década, tendrá
tanto que ver con Israel como la II Guerra Mundial tuvo que ver con España.
Israel es una mancha en el mapa, una atracción con una inusual carga emocional.
La mayoría en Occidente prefiere claramente la vieja
comodidad de analizar los fallos morales de los judíos, y el familiar
sentimiento de superioridad que eso les proporciona, a confrontar una realidad
triste y confusa. Pueden convencerse a sí mismos de que todo esto no es más que
un problema de los judíos y, de hecho, culpa de los judíos. Pero los
periodistas se dedican a propagar estas fantasías a costa de su credibilidad y de
la de su profesión.
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‘drones’ iraníes ya sobrevuelan Irak
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amenaza con atacar a los yihadistas dentro de Irak
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el plan de Abás para Palestina
Nostradamus predijo el avance de ISIS
por el mundo y la Tercera Guerra Mundial
Aunque
pueda parecer sorprendente, “Nostradamus” es uno de los nombres más buscados en Internet, incluso más
popular que Osama Bin Laden o Madonna. ¿Pero porque millones de personas en el
siglo XXI estarían tan interesadas en Nostradamus y sus profecías? Pues la
respuesta a esta pregunta es muy fácil, el famoso astrólogo fue capaz de
predecir con exactitud los atentados del 11 de septiembre de 2001, el ascenso
de Hitler o el asesinato de John F. Kennedy.
En Mundo
Esotérico y Paranormal hemos dedicados varios artículos a la vida y obra de Nostradumus,
terribles predicción sobre acontecimientos que cambiaron el destino de la
humanidad. Como ya mencionados, Nostradamus predijo que en este año 2015 habría
una apocalipsis
financiero, la erupción del monte Vesubio, y que los muertos resucitarán.
¿Pero Nostradamus también predijo la Tercera Guerra Mundial y el avance del
autoproclamado Estado Islámico?
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ISIS y la
Tercera Guerra Mundial
Muchos
expertos en las profecías del profeta francés, que murió en 1566, están
convencidos de que predijo correctamente los actuales actos de barbarie
cometidos por el autoproclamado Estado Islámico (ISIS) en el Oriente Medio y en
ciertas partes de Europa para cumplir su califato. Según los expertos, la
Tercera Guerra Mundial comenzará este año como resultado de la lucha contra
ISIS, pero lo peor será que el mundo
acabará dentro de 27 años. En un principio se pensaba que
una de las cuartetas escritas por Nostradamus hablaba del calvario y la tiranía
de Irak, en particular sobre las consecuencias de la invasión estadounidense de
2003, con el surgimiento de Al-Qaeda que llevó a la organización de ISIS.
“Entrará villano, amenazador
infame,
Tiranizando la Mesopotamía
Todos amigos de adulteria dama,
Tierra horrible negra fisonomía.”
Pero ahora
algunos psíquicos e investigadores creen que esta cuarteta en particular
mencionaba el poder de ISIS. Pero la controversia ha surgido después de que
algunos expertos sugirieran que otras cuartetas de Nostradamus mencionaban que
la Tercera Guerra Mundial comenzaría en 1999 y que Osama Bin Laden era el
anticristo. Según los expertos de Psychic Lessons, si bien esta no ha sido la
primera vez que las personas han especulado sobre la posibilidad de la llegada del temido anticristo,
ciertamente parece haber mucho más interés en los acontecimientos actuales
entre los investigadores en las profecías de Nostradamus.
Este
problema con las fechas ha llevado a algunos investigadores a asegurar que en
realidad ya estamos en la Tercera Guerra Mundial, que de alguna forma se inició en 1999, y por lo
tanto acabará en el año 2026 con armas nucleares. Según las últimas noticias,
ISIS ya tendría en su poder 40 kg de uranio, de cuando ocuparon la Universidad
de Mosul en la ciudad de Irak. Pero lo peor de todo, es que quieren extender su
infernal dominio en España, Grecia y la mayor parte de los Balcanes.
El autor John Hogue, un experto
mundial en las profecías de Nostradamus cree que el astrologo francés predijo
realmente la llegada de ISIS y que el dictador Sadam Husein no era el tercer
anticristo.
“Las
cuartetas de Nostradamus son cada vez más claras cuando nos acercamos a los
acontecimientos y detalles encubiertos en sus códigos y enigmas”, dijo
Hogue. “Aquellos
que interpretan sus profecías en la era de Saddam Hussein cometieron un error
asegurando que era el anticristo. Ellos definieron incorrectamente que “Él” era
Saddam Hussein.”
Pero los
escépticos señalan que al menos el 50 por
ciento de sus profecías no se cumplieron y que la vaga terminología utilizada por el profeta francés y los
llamados códigos de Nostradamus necesitan una fuerte dosis de imaginación para
demostrar que la profecía se ha cumplido después del evento. También argumentan
que el conflicto en el Medio Oriente e ISIS son fáciles de vincular con
cualquiera de sus versos.
Pero los
expertos mantienen que Nostradmaus advirtió al mundo del llamado “Rey del Terror”, el
anticristo, que provocará el pánico y miedo entre los seres humanos. Este punto
es muy importante, porque si provocará terror entonces cabe la posibilidad de
que no sea humano. Debemos tener en cuenta de que hacer siglos los cometas y
asteroides eran conocidos como los reyes del terror.
Los
expertos en profecías aseguran que un gran
cometa o asteroide podría causar una devastación global en septiembre de 2015, aunque
otros mantiene que el “Rey del
Terror” será un
líder político que formará una alianza con Rusia para declarar la guerra a los
EE.UU. y Europa, mediante ataques nucleares a gran escala. Pero la buena noticia
es que el “Rey del
Terror” será
derrotado después de 27 años, dando paso a unos 1.000 años de paz antes de que
termine el mundo.
Como hemos podido comprobar,
Nostradamus continúa siendo nombrado casi 450 años después de su muerte.
Estamos seguros de que el consultor astrológico no se esperaba este fenómeno,
pero esperemos que no vuelva a convertirse en protagonista a finales de este
año.
iconoclasia islámica
Artículo Original.
Publicado también en INFOBAE bajo el título de “La prohibición
de la representación de Mahoma, una guerra contra la cultura misma”.
El terrorismo volvió a tocar Paris, y esta vez, a diferencia de lo que
algunos sostienen aún, el acontecimiento no estuvo ligado a Medio
Oriente. Los terroristas que mataron a una decena de personas en la redacción
del ácido semanario Charlie
Hebdo, el último miércoles, no estaban allí para protestar contra
las políticas galas en el Líbano, o para forzar al Gobierno a retirar sus
contingentes militares de tierras musulmanas. Tampoco dispararon para que el
mundo tome conciencia de los reclamos palestinos. Estos, algunos de los motivos
tradicionales apelados por los terroristas para justificar la violencia en
suelo europeo, esta vez no fueron invocados; y sin embargo nadie pareció
sorprendido frente a lo sucedido cuando se supo que el ataque fue perpetrado
por musulmanes.
El leitmotiv del ataque en teoría es simple. El
islam por naturaleza no acepta que los Profetas, como Abraham, Jesús o Mahoma,
sean representados mediante gráficos antropomórficos, mediante tallados o
dibujos que los muestren en su contorno humano. Para empezar, vale señalar que
esto explica porque algunos países musulmanes han prohibido las recientes
películas de trama bíblica como Noé (Noah) y Éxodo (Exodus: Gods and Kings).
Por supuesto, existe una
brecha importante entre una prohibición religiosa y su imposición mediante la
fuerza. Pero en esta costumbre, darle una cara al último de los Profetas es el
mayor insulto, y representa el pico de la indiferencia a las sensibilidades
musulmanas. Si bien el islam, a diferencia del cristianismo, no considera a su
fundador el hijo de Dios, sino que lo rememora como un mortal agraciado como el
último mensajero del Señor, graficarlo antagoniza con todo aquello que su
doctrina representa. La prohibición comenzó como una política para
contrarrestar las habituales prácticas de idolatría contempladas en Arabia
desde antaño. Tawhid,
la “unicidad de Dios”, solamente será velada y respetada si se concede que todo
pertenece al Creador, de modo que todo intento por diversificar la divinidad,
atribuyéndosela a hombres, signa una desviación de la religión.
El hombre, sin importar su
origen, cultura o destino, ha inevitablemente empleado figuras gráficas para
dar testimonio de los fenómenos y acontecimientos que lo impactaron. Todas las
culturas poseen un vínculo propio con lo místico y el más allá; y probablemente
sea, que en su vulnerabilidad de mortal, el hombre siempre ha buscado venerar a
sus antepasados y refugiarse en el manto de su protección. Esta trama, en
efecto universal, no ha sido ajena a la experiencia islámica. Tanto los
beduinos, los tuareg como la gente de Java, todos ellos pueblos absorbidos por
el islam, siempre retuvieron algo de su legado preislámico. Desarrollaron ritos
sincréticos entre las antiguas costumbres y los significantes islámicos
incorporados. No en poca medida, como resultado de la difusión e integración
cultural y religiosa, estas formas sincréticas terminaron ponderando el culto
de los santos como algo natural sin mayores agravantes.
A veces estas prácticas
tomaban objetos tangibles. Los beduinos, por ejemplo, nómades del desierto,
acostumbraban a venerar árboles, y los árabes de la península rendían tributo a
las tumbas de sus santones locales. Otras veces se le ascribía deidad a
arquetipos intangibles. Así, en este caso, los beréberes homenajeaban la idea
del guerrero eterno, y los persas la figura del líder sagrado, el imán.
El mundo islámico integra
un crisol de culturas esparcidas a lo largo y ancho del planeta, y la religión
provee un sostén macro que fue, es, y será interpretado con distinta intensidad
de acuerdo a las circunstancias. En este sentido, la iconoclasia islámica, esto
es, la práctica por la cual se destruyen los íconos de devoción, cualquiera que
vicie la unicidad de Dios, es un fenómeno relativamente reciente que vino de la
mano con el auge del fundamentalismo musulmán.
Visto en perspectiva
histórica, el movimiento wahabita que nació en Arabia durante el siglo XVII, y
que perdura en nuestros días bajo las fórmulas de Al-Qaeda y el Estado Islámico
(ISIS) entre otras, es el responsable por la sistemática destrucción de los
resabios de prácticas sincréticas entre musulmanes. Este movimiento se
caracteriza justamente por intentar sobreponer lo religioso, el mensaje
universal, por sobre lo cultural, lo local y lo profano. En los hechos, no se
trata tanto de una corriente de purificación religiosa como sí de una purga
religiosa. También comúnmente llamados salafiyyoon o salafistas, por su prédica de
retornar al estilo de vida original en el cual vivían los “ancentros” (salaf)
contemporáneos a Mahoma, los wahabitas llevan guerreando hace casi tres siglos:
no solamente contra los infieles, sino principalmente contra los musulmanes
que, según ellos, no son lo suficientemente estrictos en su observancia.
Los wahabitas originarios
primero libraron una guerra santa contra todos aquellos objetos de culto y
sabiduría enajenados de la senda coránica por ellos enaltecida. Aldeas enteras
recibieron la espada y perecieron en las llamas de la limpieza religiosa por
ser vistas como centros de herejía. Sus aldeanos, hombres, mujeres y niños,
fueron masacrados por apegarse a costumbres locales, que en vista de estos
inquisidores, eran anatema a la vivencia islámica verdadera. En el siglo XX,
los elementos más ortodoxos del wahabismo que no desistieron en rigor pese al
triunfo de la Modernidad, decretaron una sucesiva guerra contra la llegada de
la televisión y la radio en Arabia, contra los estatutos seculares, contra las
ruinas antiguas preislámicas y contra todo objeto y práctica que acapare
atención indeseada fuera de Dios.
En este aspecto, lo que
algunas insubstanciales
personalidades no
logran comprender, es que la guerra contra la banalización de la religión,
materia en la cual Charlie
Hebdoexpendía autoridad, esconde una guerra contra todo tipo de
libertad de expresión. La guerra fue decretada mucho antes de que Estados
Unidos se convirtiera en potencia, y ciertamente mucho antes que Israel fuese
creado.
Debemos comprender que para
el extremismo islámico, el estilo de vida occidental, material y carente de un
comportamiento religioso obsesivo, representa todo aquello que funciona mal en
este mundo, independientemente de lo que suceda o deje de suceder en Medio
Oriente. Su enemigo es la cultura misma, pretendiendo, con cierto grado de
éxito, desposeer a las colectividades musulmanas de sus respectivos rasgos
culturales autóctonos, para que estas se unifiquen en torno al islam como único
rasgo identitario supremo. Según esta mirada, las formas de lealtad y
solidaridad locales o nacionales son vistas como los equivalentes
contemporáneos de la idolatría preislámica.
Cuando los europeos afirman
que el “multiculturalismo ha
fallado”, lo que quieren decir en realidad es que los musulmanes
europeos no se ha integrado al modo de vida occidental. Ningún cristiano o
judío se ha convertido en terrorista porque un caricaturista osó poner en
ridículo su creencia. Sin importar las campañas de integración y los beneficios
extendidos del sistema de bienestar, en general ha prevalecido un sentimiento
de desarraigo entre gran parte de los jóvenes musulmanes europeos, quienes no
perciben a Francia, Alemania o Italia como su hogar. El fundamentalismo
encuentra cabida entre estos sectores, cosechando mentes para en esencia
instruir una cosmovisión asesina y antisistémica.
Dado que el islam no rinde
culto a Mahoma, si un cristiano se refiere a un musulmán como “mahometano”,
como si ambas palabras significaran lo mismo, está incurriendo en una ofensa.
Irónicamente sin embargo, ataques como el perpetrado en Paris, muestran que los
terroristas también cometen idolatría de acuerdo a sus propios términos, al
clamar por sangre para resarcir al insultado Profeta. A falta de una imagen, el
nombre de Mahoma genera en ellos tanta atracción y veneración como si se lo
deificara.
Desde ya, la matanza en la
redacción de Charlie
Hebdo no es un
fenómeno aislado sin precedente. Lo imperante es que las sociedades
occidentales entiendan que la ola de ataques contra dibujantes, artistas y
políticos críticos del islam no necesariamente responde al “choque de
civilizaciones”, sino a “la deculturación de lo
religioso” dentro de casa. En vista de esto, son los líderes
musulmanes quienes deben enfrentarse al desafío de compatibilizar, y
popularizar entre sus comunidades, la noción de que es posible ser (en este
caso) francés y al mismo tiempo musulmán.
La distinción entre
“religiosidad” y “mentalidad religiosa” que hacía Clifford Geertz,
el destacado antropólogo norteamericano, debería resonar más clara que nunca.
Mientras que la primera implica someter el comportamiento de uno a las
convicciones religiosas, la segunda implica la admiración de la creencia antes
que su práctica consistente. La “mentalidad religiosa”, propia en muchos
islamistas, quienes pese a su radicalismo están poco versados en las fuentes
islámicas, es el resultado de la ideologización de la religión en la coyuntura
moderna. Aunque con la modernización de las sociedades fue consagrado el
secularismo, paralelamente la rápida transformación de estas despertó pasiones
y nexos de solidaridad inspirados en la visión universalista de la religión. El
islam ofrece al desamparado contención, a lo que el radicalismo aporta un
sentido agudo de propósito – que trasciende la rutina de la práctica religiosa
de todos los días.
Las sociedades europeas no
deberían resignar sus valores, su cultura, ni la observancia del espíritu
crítico que fomenta el periodismo para apaciguar a sus propios ciudadanos de
extracción musulmana. El día en que así lo hicieran sentenciarían su propio
desfallecimiento. El multiculturalismo ha fracasado porque en su pretensión de
convertirse en una suerte de ética de civismo universal, ha chocado de frente
con otra ideología universal, que tampoco es etnocéntrica, pero que sin embargo
predica el exacto opuesto. Lo que los musulmanes europeos necesitan es un nuevo
tipo de islam sincrético, adaptado, legitimado y consensuado para la vida en el
siglo XXI.
De no lograr conciliarse
con las sociedades que los han apadrinado, los europeos “nativos” seculares
mirarán cada vez más a los musulmanes como una quinta columna, a la par que
eventos como el de París se repetirán en otras capitales.
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Javier Martín: "Al Qaeda es la idea, el Estado
Islámico la pone en práctica"
Reportero en países árabes desde hace veinte
años, cree que Oriente Medio, hoy por hoy, no tiene solución
Iñaki Pardo Torregrosa | Sigue a este autor en Twitter
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Javier
Lizón/Efe
Muchos periodistas han soñado con cubrir los grandes conflictos de
su tiempo. Kapuscinski es un referente universal en este ámbito, pero pocos son
los que han seguido su camino y trabajan de reporteros de guerra. "Siempre
he querido cubrir unos Juegos Olímpicos y un Mundial de fútbol", confiesa Javier Martín (Salamanca, 1972). "Pero he
estado en muchas guerras", añade entre risas.
Martín es licenciado en Filología Árabe y Hebrea. Empezó su
carrera como periodista en El Cairo en 1998 en la agencia Efe, donde todavía
trabaja. Ha sido corresponsal en la guerra de Iraq y la de Líbano. Tras ello,
refundó el servicio de noticias en árabe de la agencia. Después de la
experiencia en los despachos, ocupó la corresponsalía de Teherán en 2009;
"en los años del plomo", cuando sólo había cuatro periodistas extranjeros
en la república islámica y él era el único español.
En 2014 fue corresponsal en Jerusalén, de donde se tuvo que ir por
presiones israelíes. Actualmente es corresponsal en el norte de África con base
en Túnez, y ha publicado cinco libros sobre el mundo árabe y el Islam entre
2006 y 2015. Todo ello lo convierte en una opinión de peso sobre la actualidad
de Oriente Medio.
El próximo 29 de junio se cumplirá un año de la proclamación del
califato del Estado Islámico y Javier Martín, que acaba de publicar Estado Islámico, geopolítica
del caos, es una de las pocas voces autorizadas para hablar de él.
Lo define como algo más que un grupo terrorista, un
"protoestado".
¿Cómo ha evolucionado el Estado
Islámico desde la proclamación del califato?
En un año el Estado Islámico se ha consolidado. En mi libro defiendo que no son simples terroristas sino un grupo con vocación de gobernar. Han confirmado que esa es su voluntad y su poder. Tomaron Mosul sin disparar. Si pierden o ganan posiciones en los combates con los ejércitos sirio e iraquí es siempre a cientos de kilómetros de Mosul. Es su capital y allí están tranquilos. Ni siquiera sufren bombardeos de la coalición internacional. Este año no ha perdido grandes partes del territorio y ha abierto nuevas vías en Ramadi y se ha acercado a Damasco. Se consolidan.
En un año el Estado Islámico se ha consolidado. En mi libro defiendo que no son simples terroristas sino un grupo con vocación de gobernar. Han confirmado que esa es su voluntad y su poder. Tomaron Mosul sin disparar. Si pierden o ganan posiciones en los combates con los ejércitos sirio e iraquí es siempre a cientos de kilómetros de Mosul. Es su capital y allí están tranquilos. Ni siquiera sufren bombardeos de la coalición internacional. Este año no ha perdido grandes partes del territorio y ha abierto nuevas vías en Ramadi y se ha acercado a Damasco. Se consolidan.
Dices que no es sólo un grupo
terrorista.
Es un protoestado. Su aspiración es gestionar un territorio y de hecho lo hace. Es un estado dentro de un estado, como Hizbulah en el Líbano; pero en este caso en Iraq.
Es un protoestado. Su aspiración es gestionar un territorio y de hecho lo hace. Es un estado dentro de un estado, como Hizbulah en el Líbano; pero en este caso en Iraq.
Iraq está más que dividido.
El futuro lógico es una federación de tres estados; uno Kurdo, uno chií y otro suní. Ya hay un protoestado Kurdo, tienen autonomía y todas las atribuciones propias de un estado. Los chiíes tienen el suyo en Bagdad. Ahora vemos que ha emergido un estado suní comandado por el califa Al Bagdadi.
El futuro lógico es una federación de tres estados; uno Kurdo, uno chií y otro suní. Ya hay un protoestado Kurdo, tienen autonomía y todas las atribuciones propias de un estado. Los chiíes tienen el suyo en Bagdad. Ahora vemos que ha emergido un estado suní comandado por el califa Al Bagdadi.
¿Cuál es el futuro inmediato
del Estado Islámico?
Van hacia la consolidación de ese estado. Por otra parte, Al Bagdadi se equipara a los grandes califas de la historia musulmana y ha hecho algo que ni siquiera se atrevió a hacer Bin Laden; proclamar el califato y reclamar el liderazgo político y religioso del Islam, que está en poder de Arabia Saudí desde la extinción del califato otomano en 1924. Dentro de esa búsqueda de la gloria tiene un objetivo: los grandes califas tenían su capital en Bagdad; Mosul es un paso, pero la legitimidad le llegará el día que pueda instalarse en la actual capital de Iraq.
Van hacia la consolidación de ese estado. Por otra parte, Al Bagdadi se equipara a los grandes califas de la historia musulmana y ha hecho algo que ni siquiera se atrevió a hacer Bin Laden; proclamar el califato y reclamar el liderazgo político y religioso del Islam, que está en poder de Arabia Saudí desde la extinción del califato otomano en 1924. Dentro de esa búsqueda de la gloria tiene un objetivo: los grandes califas tenían su capital en Bagdad; Mosul es un paso, pero la legitimidad le llegará el día que pueda instalarse en la actual capital de Iraq.
Por todo el mundo han surgido
grupos yihadistas que han jurado fidelidad al Califa. ¿Hay ambición de
expandirse y ocupar todos los territorios donde la religión musulmana es
predominante y aquellos lugares en los que estuvieron en el pasado?
Una de las cosas que no se ha entendido y por la que no somos capaces de combatir al Estado Islámico desde Occidente es que es un grupo nacido en Iraq y con vocación iraquí. Todos sus altos mandos son iraquíes. Algunos son antiguos miembros del régimen de Sadam Husein. El corazón del Estado Islámico no está formado por extranjeros, algo que sí pasa con Al Qaeda. El Estado Islámico es algo genuinamente iraquí. Su principal combate es para establecerse como fuerza en las zonas suníes de Iraq. No buscan expandirse por todo el mundo aunque acepten la fidelidad de otros grupos. Aceptan esos juramentos porque les dan relevancia, propaganda y les ayuda en su lucha. Abre otros frentes ante Occidente, pero no es el principal objetivo. Evidentemente, en el mundo que idealizan muchos de sus combatientes está el plan de expandirse por el resto del mundo. No sólo por el norte de África y sus antiguos territorios. El Islam es una religión proselitista en sí misma. Divide el mundo en la casa del Islam y la casa de la guerra, Dar al-Islam y Dar al-Harb. O vives en la casa del Islam o vives en la casa de la guerra.
Una de las cosas que no se ha entendido y por la que no somos capaces de combatir al Estado Islámico desde Occidente es que es un grupo nacido en Iraq y con vocación iraquí. Todos sus altos mandos son iraquíes. Algunos son antiguos miembros del régimen de Sadam Husein. El corazón del Estado Islámico no está formado por extranjeros, algo que sí pasa con Al Qaeda. El Estado Islámico es algo genuinamente iraquí. Su principal combate es para establecerse como fuerza en las zonas suníes de Iraq. No buscan expandirse por todo el mundo aunque acepten la fidelidad de otros grupos. Aceptan esos juramentos porque les dan relevancia, propaganda y les ayuda en su lucha. Abre otros frentes ante Occidente, pero no es el principal objetivo. Evidentemente, en el mundo que idealizan muchos de sus combatientes está el plan de expandirse por el resto del mundo. No sólo por el norte de África y sus antiguos territorios. El Islam es una religión proselitista en sí misma. Divide el mundo en la casa del Islam y la casa de la guerra, Dar al-Islam y Dar al-Harb. O vives en la casa del Islam o vives en la casa de la guerra.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Partimos de una invasión ilegal en Iraq por parte de Estados Unidos; muy bien desarrollada militarmente, pero sin fundamentos políticos y sin ideas de lo que hay que hacer después de derrocar el régimen de Sadam. Además de destruir Iraq, que no tenía casi nada que ver con Al Qaeda y no era un foco real de terrorismo, se crea un segundo error al destruir su ejército. Se desmonta la burocracia y se crea un estado fallido donde la comunidad suní queda al margen y se ayudan las comunidades chiíes y kurdas. Llega un momento en que los suníes buscan justicia social, como hicieran las primaveras árabes o el propio 15-M. En las zonas suníes había cortes de electricidad, más paro y no se reconstruía el país. Hay un sentimiento de frustración y de abandono en esa comunidad, que además se siente vilipendiada. Y ahí es donde entra el terrorismo y ocupa el vacío de poder. Al Qaeda se hace fuerte en Iraq y acaba desembocando en el Estado Islámico.
Partimos de una invasión ilegal en Iraq por parte de Estados Unidos; muy bien desarrollada militarmente, pero sin fundamentos políticos y sin ideas de lo que hay que hacer después de derrocar el régimen de Sadam. Además de destruir Iraq, que no tenía casi nada que ver con Al Qaeda y no era un foco real de terrorismo, se crea un segundo error al destruir su ejército. Se desmonta la burocracia y se crea un estado fallido donde la comunidad suní queda al margen y se ayudan las comunidades chiíes y kurdas. Llega un momento en que los suníes buscan justicia social, como hicieran las primaveras árabes o el propio 15-M. En las zonas suníes había cortes de electricidad, más paro y no se reconstruía el país. Hay un sentimiento de frustración y de abandono en esa comunidad, que además se siente vilipendiada. Y ahí es donde entra el terrorismo y ocupa el vacío de poder. Al Qaeda se hace fuerte en Iraq y acaba desembocando en el Estado Islámico.
¿Y qué papel tiene la herencia
del colonialismo?
Si nos remontamos más atrás en el tiempo, encontramos los orígenes en la caída del Sha de Persia en 1979 y el ascenso del ayatolá Jomeini en Irán. La guerra de influencia en la región entre Teherán y Riad es el punto de partida. Hay un equilibrio que se rompe y por eso Oriente Medio no tiene solución. Una de las partes implicadas, Irán, es arrinconada. Es una potencia económica y social influyente a pesar de las sanciones de Estados Unidos. No se le deja tomar parte de las decisiones en la región y por eso no hay solución.
Si nos remontamos más atrás en el tiempo, encontramos los orígenes en la caída del Sha de Persia en 1979 y el ascenso del ayatolá Jomeini en Irán. La guerra de influencia en la región entre Teherán y Riad es el punto de partida. Hay un equilibrio que se rompe y por eso Oriente Medio no tiene solución. Una de las partes implicadas, Irán, es arrinconada. Es una potencia económica y social influyente a pesar de las sanciones de Estados Unidos. No se le deja tomar parte de las decisiones en la región y por eso no hay solución.
¿Qué me dices del afán de
derrocar a El Asad desde Occidente y otros países árabes como Qatar o Arabia
Saudí?
No se puede entender el auge del Estado Islámico sin la guerra civil Siria. Si Siria no hubiera caído en el pozo en que se encuentra, el Estado Islámico no hubiera tenido tantas oportunidades de sobrevivir. Tendría menos recursos financieros. Además, la mayor parte de los combatientes extranjeros –de Europa y del norte de África– llegan por Siria y Turquía.
No se puede entender el auge del Estado Islámico sin la guerra civil Siria. Si Siria no hubiera caído en el pozo en que se encuentra, el Estado Islámico no hubiera tenido tantas oportunidades de sobrevivir. Tendría menos recursos financieros. Además, la mayor parte de los combatientes extranjeros –de Europa y del norte de África– llegan por Siria y Turquía.
También hablas de la rivalidad
entre Doha y Riad.
Siria no ha sabido ser manejada. El levantamiento popular, legítimo, no ha servido de nada. El interés de algunos países –en particular de Arabia Saudí– por que los Hermanos Musulmanes no fueran fuertes en la oposición, la dinamitó y la dividió en miles de facciones. Eso permitió la entrada de los yihadistas. Uno de los grandes problemas de Oriente Medio viene de Arabia Saudí y sus políticas, apoyadas por Occidente. Riad dirige y lidera una contrarrevolución contra las primaveras árabes. Apoya a un dictador en Egipto y en Libia al gobierno de Tobruk para que haga oposición al islamista de Trípoli, financiado por Qatar. Arabia Saudí hace contrarrevolución en su propio país y en toda la región.
Siria no ha sabido ser manejada. El levantamiento popular, legítimo, no ha servido de nada. El interés de algunos países –en particular de Arabia Saudí– por que los Hermanos Musulmanes no fueran fuertes en la oposición, la dinamitó y la dividió en miles de facciones. Eso permitió la entrada de los yihadistas. Uno de los grandes problemas de Oriente Medio viene de Arabia Saudí y sus políticas, apoyadas por Occidente. Riad dirige y lidera una contrarrevolución contra las primaveras árabes. Apoya a un dictador en Egipto y en Libia al gobierno de Tobruk para que haga oposición al islamista de Trípoli, financiado por Qatar. Arabia Saudí hace contrarrevolución en su propio país y en toda la región.
Has explicado que el Estado
Islámico encontró caldo de cultivo en la búsqueda de justicia social de la
comunidad suní en Iraq. También hay quien sostiene que el islamismo radical se
aprovecha de la ausencia de una izquierda fuerte en los países musulmanes.
Esa afirmación llega de los que equiparan la izquierda radical con los que buscan justicia social. Esa lucha es algo humano, no es capital de ninguna ideología. Y sí, el Estado Islámico ha aprovechado el descontento y esa búsqueda de cambios en los ciudadanos suníes.
Esa afirmación llega de los que equiparan la izquierda radical con los que buscan justicia social. Esa lucha es algo humano, no es capital de ninguna ideología. Y sí, el Estado Islámico ha aprovechado el descontento y esa búsqueda de cambios en los ciudadanos suníes.
Obama dijo que tardarían diez
años en vencer al Estado Islámico. ¿Cómo se les puede combatir?
La mejor cuña es la del mismo árbol. La única manera de luchar contra movimientos de interpretación herética es con movimientos suníes que aseguren la paz social. Hay que crear una alternativa suní en Iraq que se aparte de esa interpretación radical del Islam. La gente no apoya al Estado Islámico. Apoya la seguridad que éste les otorga. Si hay otro movimiento suní que les ofrezca alternativas, lo respaldarán.
La mejor cuña es la del mismo árbol. La única manera de luchar contra movimientos de interpretación herética es con movimientos suníes que aseguren la paz social. Hay que crear una alternativa suní en Iraq que se aparte de esa interpretación radical del Islam. La gente no apoya al Estado Islámico. Apoya la seguridad que éste les otorga. Si hay otro movimiento suní que les ofrezca alternativas, lo respaldarán.
Comentas en tu libro que el
Estado Islámico supone una gran amenaza para Arabia Saudí.
Arabia Saudí es el custodio de los santos lugares del Islam; Medina y La Meca. Es la cabeza visible en todo el mundo de la rama suní de esta religión. Son los que tienen la bandera del Islam suní y el Estado Islámico les quiere quitar esa bandera. Riad ve al Estado Islámico como una amenaza.
Arabia Saudí es el custodio de los santos lugares del Islam; Medina y La Meca. Es la cabeza visible en todo el mundo de la rama suní de esta religión. Son los que tienen la bandera del Islam suní y el Estado Islámico les quiere quitar esa bandera. Riad ve al Estado Islámico como una amenaza.
En Iraq y Siria se ha dado
armas a algunos grupos que combaten al Estado Islámico -a Kurdos, chiís, etc.-.
Si se derroca al Estado Islámico habrá otros grupos armados. ¿Es peligroso?
Sí, por supuesto. Además, mientras haya conflictos, el negocio de la guerra y la venta de armas seguirán siendo lucrativos. Dan dividendos a mucha gente. Si un conflicto termina, el negocio de la guerra hará que otro conflicto estalle. Si hay muchas armas será muy fácil manipular a movimientos nacionalistas para que haya otras guerras. Muchas son obra de la empresa armamentística. Desde que empezaron las primaveras árabes muchas empresas de Estados Unidos de este sector se trasladaron al Golfo Pérsico en busca de negocio.
Sí, por supuesto. Además, mientras haya conflictos, el negocio de la guerra y la venta de armas seguirán siendo lucrativos. Dan dividendos a mucha gente. Si un conflicto termina, el negocio de la guerra hará que otro conflicto estalle. Si hay muchas armas será muy fácil manipular a movimientos nacionalistas para que haya otras guerras. Muchas son obra de la empresa armamentística. Desde que empezaron las primaveras árabes muchas empresas de Estados Unidos de este sector se trasladaron al Golfo Pérsico en busca de negocio.
¿Es la religión en el Estado
Islámico una excusa para ejercer poder y tener influencia?
No, realmente tienen su propia interpretación del Islam –herética– y creen en ella. Lo basan todo en una ideología religiosa aunque tengan una estrategia política. Creen que tienen la verdad. Están convencidos de ello.
No, realmente tienen su propia interpretación del Islam –herética– y creen en ella. Lo basan todo en una ideología religiosa aunque tengan una estrategia política. Creen que tienen la verdad. Están convencidos de ello.
¿Si muriera el Califa, se
mantendría el califato?
El Califa da la legitimidad religiosa al sistema. Al Bagdadi legitima las decisiones que toma el Estado Islámico. Es como un Papa. Si él muriera, el consejo de la Shura, los sabios que dirigen junto a él en el califato, elegirá a un nuevo Califa. Ya ha pasado en Hizbulah. En el Estado Islámico surgirá la figura de un nuevo clérigo que ocupará ese puesto.
El Califa da la legitimidad religiosa al sistema. Al Bagdadi legitima las decisiones que toma el Estado Islámico. Es como un Papa. Si él muriera, el consejo de la Shura, los sabios que dirigen junto a él en el califato, elegirá a un nuevo Califa. Ya ha pasado en Hizbulah. En el Estado Islámico surgirá la figura de un nuevo clérigo que ocupará ese puesto.
¿Cuál es la diferencia entre el
Estado Islámico y Al Qaeda?
Antes hemos comentado que el Estado Islámico es un grupo iraquí, aunque también haya sirios en los puestos de mando. Al Qaeda tenía una naturaleza más global, con dirigentes saudíes, egipcios, iraquíes… El Estado Islámico tiene vocación de estado y Al Qaeda nunca ha buscado una estructura así, era algo así como una ideología.
Antes hemos comentado que el Estado Islámico es un grupo iraquí, aunque también haya sirios en los puestos de mando. Al Qaeda tenía una naturaleza más global, con dirigentes saudíes, egipcios, iraquíes… El Estado Islámico tiene vocación de estado y Al Qaeda nunca ha buscado una estructura así, era algo así como una ideología.
¿Y cuál es su objetivo último?
Tienen una idea global: recuperar todos los territorios que ocupó una vez el Islam. Pero el Estado Islámico es muy pragmático y el primer paso para llegar a esa idea, a su juicio, es tener un territorio que gestionar y desde el cual puedan extenderse. Al Qaeda era la idea. El Estado Islámico la pone en práctica.
Tienen una idea global: recuperar todos los territorios que ocupó una vez el Islam. Pero el Estado Islámico es muy pragmático y el primer paso para llegar a esa idea, a su juicio, es tener un territorio que gestionar y desde el cual puedan extenderse. Al Qaeda era la idea. El Estado Islámico la pone en práctica.
Piensa global y actúa local,
dicen algunos.
Efectivamente. Eso es una buena manera de interpretarlo.
Efectivamente. Eso es una buena manera de interpretarlo.
Javier
Martín en la manifestación de los ultraortodoxos contra la obligatoriedad del
servicio militar en Israel. Thomas Coex/Afp
¿Por qué el Estado Islámico u
otros grupos yihadistas, como Al Qaeda, no atacan a Israel? En Gaza se han
visto banderas del Estado Islámico este año.
Israel tiene un cortafuegos a su alrededor que complica la entrada del Estado Islámico. Es su relación de superioridad sobre la Autoridad Palestina, que reprime a los movimientos yihadistas. Israel les puede cortar el grifo del dinero si el Estado Islámico crece en las zonas que controla la Autoridad Palestina. Sólo en Gaza pueden crecer estos movimientos y ahora ya empieza a haber algún grupo que quiere reivindicar su pertenencia al Estado Islámico... pero el sistema de colonización de Israel complica que triunfen.
Israel tiene un cortafuegos a su alrededor que complica la entrada del Estado Islámico. Es su relación de superioridad sobre la Autoridad Palestina, que reprime a los movimientos yihadistas. Israel les puede cortar el grifo del dinero si el Estado Islámico crece en las zonas que controla la Autoridad Palestina. Sólo en Gaza pueden crecer estos movimientos y ahora ya empieza a haber algún grupo que quiere reivindicar su pertenencia al Estado Islámico... pero el sistema de colonización de Israel complica que triunfen.
El papa Francisco medió entre
Estados Unidos y Cuba. También lo ha hecho para que haya paz entre israelíes y
palestinos, y el Vaticano reconocerá el estado palestino. ¿Hay esperanza de que
se resuelva el histórico conflicto?
Creo que no. Cada vez es más complicado que haya una solución real porque no hay voluntad por una de las dos partes. Mientras en el gobierno israelí los colonos tengan más peso, es prácticamente imposible alcanzar una solución. Los colonos israelíes, con carteras como Vivienda y Justicia, están en contra de la paz y cualquier negociación fracasará mientras ellos estén en el poder.
Creo que no. Cada vez es más complicado que haya una solución real porque no hay voluntad por una de las dos partes. Mientras en el gobierno israelí los colonos tengan más peso, es prácticamente imposible alcanzar una solución. Los colonos israelíes, con carteras como Vivienda y Justicia, están en contra de la paz y cualquier negociación fracasará mientras ellos estén en el poder.
La llave para que esto cambie
la tiene el pueblo al votar.
Si el pueblo israelí tuviera voluntad de alcanzar la paz ya se habría solucionado el conflicto. Tiene que habar flexibilidad y compromiso por ambas partes y eso es muy difícil.
Si el pueblo israelí tuviera voluntad de alcanzar la paz ya se habría solucionado el conflicto. Tiene que habar flexibilidad y compromiso por ambas partes y eso es muy difícil.
¿Cuál es la situación de los
cristianos en el mundo árabe?
Es muy complicada porque son minoría. Por mucho que nos echemos las manos a la cabeza, en Occidente nunca se les ha prestado mucha atención ni se les ha defendido como se les debería defender. Nunca se tuvo en consideración a las comunidades cristianas para darles poder, entre otras cosas porque muchas de ellas no siguen el rito católico, sino el ortodoxo. Sus países y la comunidad internacional les abandonan y ahora están en una situación extrema. Con el Estado Islámico tienen que aceptar que son ciudadanos de segunda categoría o les espera el martirio.
Es muy complicada porque son minoría. Por mucho que nos echemos las manos a la cabeza, en Occidente nunca se les ha prestado mucha atención ni se les ha defendido como se les debería defender. Nunca se tuvo en consideración a las comunidades cristianas para darles poder, entre otras cosas porque muchas de ellas no siguen el rito católico, sino el ortodoxo. Sus países y la comunidad internacional les abandonan y ahora están en una situación extrema. Con el Estado Islámico tienen que aceptar que son ciudadanos de segunda categoría o les espera el martirio.
Google
Maps
Se dice que Estados Unidos,
ahora que ha alcanzado la autosuficiencia energética, quiere salir de la región
de Oriente Medio después de cerrar un acuerdo nuclear con Irán. Dicen que la
principal preocupación de Washington es la nueva megapotencia financiera,
China. Si Estados Unidos se va de la región, ¿cambiaría el escenario?
El petróleo no es lo único que ata a Estados Unidos a la región. Es decisivo y muy importante a la hora de tomar ciertas decisiones y desarrollar sus políticas. Pero Estados Unidos es rehén de Israel en Oriente Medio. Tiene una comunidad judía muy importante que presiona para que defienda sus intereses en la región. El problema de Washington es cómo salir de la región sin que se le echen encima los movimientos judíos, que son muy influyentes allí. Hay una alianza entre Arabia Saudí e Israel para que Irán no vuelva a ser aliado de Estados Unidos. Si sucede, ambos países tendrían muchas dificultades para justificar las políticas que llevan a cabo. El hecho de que Teherán negocie con la comunidad internacional y que haya tantas posibilidades de que se llegue a un acuerdo nuclear con el 5+1 pone muy nervioso a Riad. Cuando Irán forme parte del tablero de juego Arabia Saudí perderá su poder.
El petróleo no es lo único que ata a Estados Unidos a la región. Es decisivo y muy importante a la hora de tomar ciertas decisiones y desarrollar sus políticas. Pero Estados Unidos es rehén de Israel en Oriente Medio. Tiene una comunidad judía muy importante que presiona para que defienda sus intereses en la región. El problema de Washington es cómo salir de la región sin que se le echen encima los movimientos judíos, que son muy influyentes allí. Hay una alianza entre Arabia Saudí e Israel para que Irán no vuelva a ser aliado de Estados Unidos. Si sucede, ambos países tendrían muchas dificultades para justificar las políticas que llevan a cabo. El hecho de que Teherán negocie con la comunidad internacional y que haya tantas posibilidades de que se llegue a un acuerdo nuclear con el 5+1 pone muy nervioso a Riad. Cuando Irán forme parte del tablero de juego Arabia Saudí perderá su poder.
La caída de sátrapas apoyados
por Occidente o gobernadores elegidos democráticamente siempre suele acabar con
los países del mundo árabe rotos. ¿Hay esperanzas de que no sea así?
Desde la época romana hemos visto cómo las potencias han jugado a poner y quitar dirigentes en los países pequeños y siempre ha habido ingerencias. Es la historia de la humanidad, y creo que seguirá siendo así.
Desde la época romana hemos visto cómo las potencias han jugado a poner y quitar dirigentes en los países pequeños y siempre ha habido ingerencias. Es la historia de la humanidad, y creo que seguirá siendo así.
¿Cómo deberían ser las
relaciones entre Europa y Oriente Medio?
Lo ideal sería que nos quitáramos de encima la careta de colonialistas e intentáramos entender la relación como un intercambio de tú a tú. Mientras se mantenga una relación en la que Europa se considera superior moral, económica y socialmente, no hay salida. Cuando se hable con la otra orilla del Mediterráneo intentando entender su sociedad, seamos respetuosos con su forma de entender la vida, dejemos de mirar al inmigrante como un agresor y mirémosle como una persona más que vive entre nosotros, entonces las cosas cambiarán. Si no, seguiremos varados en el mismo lugar.
Lo ideal sería que nos quitáramos de encima la careta de colonialistas e intentáramos entender la relación como un intercambio de tú a tú. Mientras se mantenga una relación en la que Europa se considera superior moral, económica y socialmente, no hay salida. Cuando se hable con la otra orilla del Mediterráneo intentando entender su sociedad, seamos respetuosos con su forma de entender la vida, dejemos de mirar al inmigrante como un agresor y mirémosle como una persona más que vive entre nosotros, entonces las cosas cambiarán. Si no, seguiremos varados en el mismo lugar.
El filósofo Slavoj
Zizek sostiene en su libro Islam y
modernidad que el
yihadismo es un sentimiento de inferioridad secreta respecto a Occidente y la
violencia, la forma de luchar contra su propia tentación.
No estoy de acuerdo al 100%, pero hay una parte de verdad. El Islam se considera una religión superior a las demás. Respetan el judaísmo y el cristianismo, pero siempre insisten en que ellos tienen la verdad. Dicen que Mahoma predicó la culminación de lo que empezó el monoteísmo. Se consideran los seguidores de la única religión verdadera, pero se les trata de inferiores. Hay complejo de inferioridad y los yihadistas creen que luchan por la verdad; que los demás estamos confundidos.
No estoy de acuerdo al 100%, pero hay una parte de verdad. El Islam se considera una religión superior a las demás. Respetan el judaísmo y el cristianismo, pero siempre insisten en que ellos tienen la verdad. Dicen que Mahoma predicó la culminación de lo que empezó el monoteísmo. Se consideran los seguidores de la única religión verdadera, pero se les trata de inferiores. Hay complejo de inferioridad y los yihadistas creen que luchan por la verdad; que los demás estamos confundidos.
Yemen es el país más pobre de
la península arábiga y el último foco conflictivo.
Yemen ya es como Siria. Vemos el mismo patrón. Hay un supuesto gobierno apoyado por la comunidad internacional y Arabia Saudí que tuvo que huir a la región de Adén. Ahora está en Riad. Hay una oposición fuerte –el movimiento hutí (chií)– que lucha contra el podr desde 2004, cuando hubo una matanza en la que murió su líder. También está Al Qaeda desde hace años. Allí tiene una de las franquicias más importantes y asentadas. Es un caos absoluto y el país es muy inestable desde hace años. Tiene una posición geoestratégica relevante al ser la entrada al Mar Rojo, pero no es tan importante como Siria, que está en el corazón de Oriente Medio. Con las primaveras árabes y el advenimiento del Estado Islámico, el conflicto ha resurgido. Lo de Yemen forma parte de la lucha entre Irán y Arabia Saudí.
Yemen ya es como Siria. Vemos el mismo patrón. Hay un supuesto gobierno apoyado por la comunidad internacional y Arabia Saudí que tuvo que huir a la región de Adén. Ahora está en Riad. Hay una oposición fuerte –el movimiento hutí (chií)– que lucha contra el podr desde 2004, cuando hubo una matanza en la que murió su líder. También está Al Qaeda desde hace años. Allí tiene una de las franquicias más importantes y asentadas. Es un caos absoluto y el país es muy inestable desde hace años. Tiene una posición geoestratégica relevante al ser la entrada al Mar Rojo, pero no es tan importante como Siria, que está en el corazón de Oriente Medio. Con las primaveras árabes y el advenimiento del Estado Islámico, el conflicto ha resurgido. Lo de Yemen forma parte de la lucha entre Irán y Arabia Saudí.
Pronto irás a Libia.
Estuve allí en 2011 y entré en Trípoli cuando cayó Gadafi. En cuatro años todo ha cambiado y ha pasado lo que dijimos que iba a pasar. Pero nadie nos escuchó, como en 2003. También explicamos (los periodistas) que en Iraq la cosa iría mal y tampoco se nos hizo caso. Mira cómo está ahora.
Estuve allí en 2011 y entré en Trípoli cuando cayó Gadafi. En cuatro años todo ha cambiado y ha pasado lo que dijimos que iba a pasar. Pero nadie nos escuchó, como en 2003. También explicamos (los periodistas) que en Iraq la cosa iría mal y tampoco se nos hizo caso. Mira cómo está ahora.
Javier
Lizón/Efe
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