Anarquismo e islam
En los últimos años está resurgiendo el debate en torno la
idea del Anarco-Islamismo
26/12/2008 -
Autor: Kilder - Fuente: Paraules mortes
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Islamo-anarquismo:
orden (divino) sin autoridad (humana)
Islamo-anarquismo: orden (divino) sin autoridad (humana)
Aunque normalmente se asocia el anarquismo al ateísmo y al
rechazo de una religión organizada, y, por otro lado, se suele unir al Islam
con los regímenes autoritarios y las críticas por violaciones de los derechos
humanos en algunas partes del mundo islámico, también ha habido notables
movimientos subterráneos de cariz anarquista a través de la historia del Islam,
y su relevancia ha ido aumentando a lo largo del siglo XX, justo cuando el
concepto de anarquismo musulmán es acuñado, acompañado del auge de los
movimientos liberales dentro del Islam.
El anarco-islamismo está fundamentado sobre una
interpretación estricta de "Islam" como "entrega a Allah",
y la idea de "no coacción en la religión". Los anarco-musulmanes
creen que sólo Allah tiene autoridad sobre los musulmanes, rechazando, por
tanto, las fatwas declaraciones sobre ley islámica de los imames y basándose en
el concepto de Ichtijad para acuñar una interpretación individual del Islam.
Las tendencias antiautoritarias dentro del Islam y muchos musulmanes
anarquistas suelen estar asociados al sufismo y su literatura.
Críticas anarquistas al Islam
Dado que gran parte del movimiento anarquista ha tenido
lugar en países bajo la influencia de la Iglesia cristiana, gran parte de sus
críticas se han centrado en contra de la cristiandad. Sin embargo, gran parte
de estas críticas son universalmente aplicables, ya que toda religión
organizada es un intento de estructurar y regular las creencias. El mundo
occidental tiende a ver al Islam como una religión política que dicta todos los
aspectos de la sociedad y la vida cotidiana y en contra, pues, de los
principios anarquistas.
En concreto, la crítica anarquista contra el Islam se centra
en el status de la mujer y la consideración que recibe la homosexualidad, pues
los occidentales ven la sociedad islámica como patriarcal, donde la mujer tiene
pocos derechos, está obligada a llevar el velo y se le niegan los derechos más
básicos tales como la educación o sufragio, por otro lado, en la mayoría de
países musulmanes, la homosexualidad es ilegal y está sujeta a severos castigos
físicos. Estos extremos, sin embargo, son discutibles, pues no está claro
cuántos de estos problemas está directamente enlazado con la religión y cuántos
provienen de las costumbres ancestrales de los pueblos y culturas de la región.
Así, por ejemplo, el uso del velo no parece fundamentado en el Corán ni en las enseñanzas
del Profeta Mahoma (Hadiz).
Aun así, incluso las enseñanzas islámicas más básicas
ofrecen puntos severos. Por ejemplo, el Islam prohibe la homosexualidad, y
asigna distintos roles al hombre y a la mujer, cosa que va en contra de lo que
la mayoría de anarquistas creen. También es problemático el tratamiento a los
apóstatas e infieles, al igual que el concepto de Yihad** (que es un tema de
tradicional disputa entre los académicos islámicos), que frecuentemente se
comprende como una guerra contra los no creyentes. Del mismo modo, es confuso
el concepto de la ley religiosa, basada en el Corán y antiguas tradiciones,
llamadas Sharia, que a menudo abogan en favor del castigo físico (incluso pena
capital) contra las transgresiones de las enseñanzas religiosas, aunque no está
vigente en la mayoría de países musulmanes actuales.
Durante los siglos XIX y XX, ha habido un auge gradual de
movimientos musulmanes liberales que cuestionan las interpretaciones ortodoxas
del Islam. Estos musulmanes centran sus reflexiones en el concepto de
self-realisation, conocido como Ichtijad, que anima a la interpretación
individual de los textos religiosos, en vez de confiar en las reflexiones y
decretos clericales. Muchos de los musulmanes liberales abogan por la total igualdad
entre hombres y mujeres, aceptan la homosexualidad y rechazan las leyes de la
Sharia y la política religiosa, eliminando de esta manera gran parte de las
diferencias entre el Islam y el Anarquismo. Un buen número de musulmanes
liberales no conciben su movimiento como reformista, sino más bien una vuelta a
la esencia del Islam, que dicen que se ha corrompido a lo largo de los años.
Semejanzas entre Islam y Anarquismo
A pesar de que el Islam es una religión organizada, también
existen algunas semejanzas entre él y el anarquismo. A grandes rasgos, pueden
agruparse en la visión sobre la propiedad, las consideraciones sociales y
opresión y violencia. El Anarquismo aboga en favor de la libre asociación de
individuos libres, la ausencia de cualquier forma de opresión y es una teoría
socialista que defiende la abolición del capitalismo y la propiedad privada, en
sentido capitalista, centrándose en cambio en la cooperación y la ayuda mutua.
Los anarco-musulmanes afirman que el Islam comparte muchas de estas ideas.
Puntos de vista en el Islam sobre la propiedad
De acuerdo con las creencias islámicas, cualquier cosa sobre
la tierra sólo pertenece a Allah, y a las personas sólo se les ha concedido la
posibilidad de administrarlas, y vivir de la Tierra y sus productos. Esto es
contrario a la doctrina capitalista, basada en el concepto de propiedad ya en
época romana de "derecho de uso y abuso". También sienta las bases
del ecologismo, pues las creaciones de Allah (incluyendo las plantas y
animales) sólo deberían ser destruidas bajo casos de extrema necesidad. Todo
esto es similar al concepto anarquista de la propiedad privada, introducido por
Proudhon en su obra "¿Qué es la propiedad?" y compartido por muchos
anarquistas.
Al contrario que muchas religiones organizadas, el Islam
específicamente prohibe la usura, incluso el recargo de intereses en los
préstamos. Según establece el Corán: "La usura se practica para
incrementar las riquezas de unas pocas personas, pero no gana nada a ojos de
Allah. Pero si das limosna, buscando el favor de Allah, estos recibirán su
recompensa varias veces multiplicada". A causa de todo esto, muchos de los
llamados bancos "islámicos" aseguran que operan sin intereses. La
usura, en este sentido, también se aplica a los recargos durante el comercio,
por lo que hace difícil una conciliación entre el Islam y el capitalismo aunque
representa un paralelismo muy fuerte con el anarquismo.
Socialismo e Islam
Además de oponerse al interés y la acumulación innecesaria
de propiedad, el Islam también apoya la redistribución de la riqueza. El
impuesto religioso, zakat, requiere que cada musulman dé un 25% de su riqueza
cada año a los necesitados. En general, las grandes diferencias de riqueza se
desaprueban y se respalda la generosidad para con el necesitado.
El Islam también fomenta la formación de comunidades donde
la gente se conocen entre ellos y practican la ayuda mutua. Esta formación de
comunidades tan íntimamente ligadas que practican la ayuda mutua recuerda a los
colectivos anarquistas y difieren de los mercados de trabajo capitalistas donde
todo se compra y vende como un bien más.
Otra característica específica del Islam es la falta de una
jerarquía religiosa. No hay ninguna institución comparable a una iglesia, o una
jerarquía sacerdotal. Los Imams, por ejemplo, son individuales que han
estudiado especialmente el Islam y han acumulado conocimientos, pero su papel
es el de consejero, no autoridad. En este sentido, el Islam es una religión
individual, y cada musulmán tiene una relación personal con Allah, sin ningún
intermediario. Es más, los musulmanes creen en la hermandad de todas las
personas.
Es exactamente este aspecto de igualdad el que tiene un
puente entre el Islam y el Anarquismo. Y ya que evita la creación de
instituciones religiosas jerarquizadas, gran parte de las críticas anarquistas
sobre las religiones organizadas (basadas en la crítica específica al
cristianismo) no se pueden aplicar directamente aquí. Por todo esto, muchos
musulmanes liberales no ven ningún conflicto entre ambas ideologías, pues el
Islam sólo implica el sometimiento a Allah, y nunca a una casta sacerdotal.
El Islam y el uso de la violencia
Mientras que los anarco-cristianos rechazan totalmente el
uso de la violencia, gran parte de los anarquistas creen que el uso de la
violencia está justificada en la auto-defensa. Encontramos esta idea también en
el Corán, que dice "Lucha a la manera de Allah contra aquellos que luchan
contigo, pero no des inicio a las hostilidades. Atento! Allah no ama a los
agresores.". Aunque a menudo se acusa a los musulmanes de extender la
religión a punta de espada, el Coran concretamente señala que no debería haber
ningún apoyo en la religión.
Además, el Islam no tolera la opresión. Un hadiz afirma
"Oh sirvientes míos, yo (Allah) he prohibido la opresión contra Mi y la he
prohibido entre vosotros, así que no os oprimáis los unos a los otros".
Esto lleva a algunos musulmanes a rechazar cualquier tipo de opresión, en
último término incluso el Estado. De hecho, aunque los primeros musulmanes
tenían líderes, la vida cotidiana estaba regida por el Islam y los propios
ciudadanos, no leyes o instituciones impuestas por un soberano. Por tanto,
creen que deberían actuar basándose en su propia religión y no en leyes
terrenales. Los anarco-musulmanes argumentan que si la religión permite la
violencia sólo en defensa propia, y prohibe la opresión y la coacción en la
religión, la conclusión lógica a la que llegan es una sociedad sin clases,
Estado o jerarquía alguna.
Corrientes anarquistas en el Islam a lo largo de la Historia
Con el paso de los siglos, han habido movimientos
anti-autoritarios dentro del Islam, pero no están muy bien documentados y no
han tenido un gran impacto dentro de las corrientes mayoritarias.
La primera rama anti-autoritaria dentro del Islam se ubica
tan temprano como la muerte del profeta Mahoma. Los primeros musulmanes
tuvieron una disputa acerca de quién debería reemplazarlo como líder de todos
los musulmanes, cosa que tuvo por resultado la separación entre los chiíes y
los suníes. Sin embargo, también había un tercer grupo, los Jarichites, que se
oponían a ambas sectas y defendían que cualquier musulmán cualificado podría
ser Imam. Mantenía que toda persona es individualmente responsable del bien o
el mal en sus actos, criticando toda autoridad e incitando a todos,
especialmente a los pobres y desposeídos, a tomar la disputa contra la
injusticia como aprobada por Allah. También habría que señalar, por otro lado,
que, aunque los Jarichites entendían que todos los creyentes eran completamente
iguales, sin prestar atención a las diferencias sociales, asimismo pensaban que
los infieles no tenían ningún derecho, y podían ser matados.
Mientras las ramas suní y Chií del Islam desarrollaron
ideologías autoritarias, las ideas libertarias mantuvieron su vigor dentro del
Sufismo, la rama mística del Islam también pasaba con los místicos cristianos,
iban a su aire pasando de los dictámenes de la jerarquía, que era muy frecuente
en las fronteras de los imperios islámicos, en áreas aisladas e influenciadas
por las filosofías orientales. Las ideas anti-autoritarias estuvieron presentes
a lo largo de su historia, de hecho, tanto muchas órdenes sufís como muchos
sufíes abogaron y disputaron en favor de la igualdad de la mujer y la justicia
social.
El sufismo también ha tenido una gran influencia en la
poesía y literatura árabes, donde estas tendencias pueden verse. Uno de los más
famosos poetas sufíes fue Farid al Din Attar, que vivió en el SXIII dC. En uno
de sus libros, "Santos musulmanes y místicos: Episodios del Tadhkirat
al-Auliya (memorial de los santos)", Attar nos narra la historia de un
maestro sufí, Fozail-e Iyaz (supuestamente vivió en torno al SVIII dC) y el
quinto califa abbasí Harun al-Rashid. Harun estaba buscando en su reino una
persona que le revelase la verdad, cuando se encontró con Fozail, que es la
única persona que habla honestamente y sin cortapisas. Cuenta que le dijo a
Harun qu el no respetaba a ninguna autoridad y que " obedecer a Dios por
un momento es mejor que miles de años con gente obedeciéndote".
Así pues, aunque hayan ejemplos de tendencias
anti-autoritarias dentro del Islam, gran parte del desarrollo de estas
ideologías tuvieron lugar dentro del siglo XX, que reintrodujo las
interpretaciones liberales del Islam y mezclan la izquierda radical con el
Islam. Por ejemplo, el dibujante Gustave-Henri Jossot, un contribuidor habitual
de revistas anarquistas, se convirtió al Islam, citando "simplicidad,
ningún sacerdote, ningún dogma y casi ninguna ceremonia" como razones.
Tras su conversión, continuó criticando la idea de una tierra patria, demandó
igualdad de ingresos para todos, rechazó la acción política, violencia y
educación formal. También estaba en contra de la acción social, pensando que el
cambio sólo es posible a nivel individual.
Ali Shariati fue una de las figuras más importantes e
influenciales del SXX, uno de los ideólogos de la revolución islámica en Irán,
y del cual dijo Jean Paul Sartre: "No tengo religión, pero si tuviera que
elegir una, sería la de Shariati". Después de que la Revolución Islámica
fue escorándose a extremos más autoritarios, Shariati fue encarcelado por sus
lecturas, que eran extremadamente populares entre los estudiantes, y se le
obligó a marcharse del país. Fue asesinado poco después.
Aunque Shariati no era anarquista, su visión del Islam fue
la de una religión revolucionaria que tomase el partido de los pobres. Creía
que el único reflejo verdadero del concepto del Tawhid (la unidad de Allah) es
una sociedad sin clases.
Personajes y tendencias actuales
A pesar de la presencia de las ideas anti-autoritarias a lo
largo de la historia, la verdadera fusión del Islam con la teoría moderna del
anarquismo ocurre a finales del SXX.
Uno de los anarco-musulmanes modernos de mayor influencia es
Peter Lamborn Wilson, también conocido como Hakim Bey. Este controvertido sufí
anarquista combinó el sufismo y el neo-paganismo con el anarquismo y el
situacionismo. Es muy conocido por su teoría de las Zonas Temporalmente
Autónomas, que influenciaron en el movimiento "reclaim the streets" y
eventos tales como el Love Parade.
En los últimos tiempos también ha habido discusión en torno
al Islam Natural (http://www.illegalvoices.org/knowledge/general_articles/natural_islam.html),
que es una visión verde y anticonsumista del Islam.
Anarco-Islamismo y la Red
En los últimos años, está resurgiendo el debate en torno la
idea del Anarco-Islamismo, propiciada principalmente por el musulmán punk
Michael Knight, de EEUU. Pero hasta el 20 de Junio del 2005, cuando Yakub
Islam, de Reino Unido, publicó su Carta Anarco-musulmana
(http://www.bayyinat.org.uk/manarchist.htm), sólo había habido fragmentos de
una presencia coherente en la Red. Dicha carta reafirmaba una serie de
principios básicos para el pensamiento y la acción fundadas en una perspectiva
musulmana, que, por un lado, aceptan los principios básicos del Islam,
incluyendo la creencia en Allah, la profecía de Mahoma y el alma humana, pero,
por otro, aseguran que el camino espiritual de un musulmán podrá seguirse
rechazando el compromiso con cualquier poder institucional, sea judicial,
religioso, social, económico o político. Por tanto, se anima a los musulmanes a
establecer una sociedad donde el crecimiento espiritual esté "desinhibido
de tiranía, pobreza e ignorancia". Según se dice, es precisamente en el
ferviente convencimiento del principio de no compromiso, guiado por una visión
utópica donde la humanidad conviva en paz y cooperación, en el que la fe
islámica y las políticas quizá no sea el término más adecuado, debería
cambiarlo? del anarquismo se encuentran.
Yakub es cauteloso a la hora de describirse a si mismo como
un musulmán anarquista (o un anarco-musulmán), más que en hablar del anarquismo
islámico, debido a que las pruebas extraídas de las investigaciones sociales
señalan una considerable diversidad dentro de la comunidad musulmana o ummah,
de tal manera que algunos antropólogos son reacios a hablar de un único Islam.
Por supuesto, tampoco hay un único anarquismo.
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