"Los atentados en Bruselas son una señal de que cunde el pánico en el Estado Islámico"
Publicado: 25 mar 2016 00:17 GMT
Los ataques coordinados de los terroristas podrían ser una muestra de debilidad, más que de fortaleza, explica la experta en seguridad Karen J. Greenberg.
Karen J. Greenberg, directora del Centro de Seguridad Nacional en la Universidad de Leyes de Fordham, Nueva York, sostiene en un artículo para Reuters que "los ataques coordinados de los atacantes terroristas podrían ser la manifestacón de una sensación de debilidad, más que de fortaleza".
En su análisis de las últimas atrocidades cometidas por el EI, que tacha de "trágicas e inaceptables", Greenberg repasa cronológicamente algunos hechos relevantes, como que el territorio ocupado por el Estado Islámico en Irak y Siria se haya ido reduciendo de manera constante en los últimos 15 meses y las pérdidas territoriales sigan aumentado.
Asimismo, recuerda que recientemente miles de documentos pertenecientes al Estado Islámico se filtraron a los medios de comunicación. Los documentos poseían información de los miembros del Estado islámico, incluyendo temas referidos a su biografía como nombres, edades, educación, habilidades, etc.
Asimismo, cuatro días antes de los atentados de Bruselas, el supuesto autor intelectual de los ataques de París en noviembre, Salah Abdeslamfue arrestado en el barrio en el que creció en Bélgica, recuerda la autora.
En relación a este arresto, Greenberg hace hincapié en que las autoridades sostienen que Abdeslam está cooperando con la policía, proporcionándoles, presumiblemente, información acerca de su red, de sus planes y, potencialmente, los nombres y los planes de individuos que representan una amenaza inminente para la seguridad de Europa.
Este cúmulo de circunstancias (las graves pérdidas territoriales en Irak y Siria, la filtración de documentos y la captura de una persona que probablemente conoce el alcance de la red y sus planes para el futuro), podría haber llevado a la célula terrorista de Bruselas hasta un punto de pánico, explica la autora.
Según estima Greenberg, los ataques de Bruselas podrían ser una manifestación de cierta sensación de acorralamiento en el movimiento terrorista, así como de la de sentirse fugitivos.
Poco antes de los ataques de París, que se cobraron la vida de 137 personas, el presidente de EE.UU., Barack Obama, destacó los éxitos de Occidente contra el Estado islámico en Siria e Irak. Según indica la experta, "algunos analistas conjeturaron que estos contratiempos territoriales en Oriente Medio habían frustrado al Estado islámico y llevaron a sus miembros a Europa como un lugar más accesible para la destrucción".
"¿Por qué es importante que este cambio de enfoque sea un signo de debilidad o de fortaleza, de frustración o de confianza?", se plantea Greenberg, que responde afirmando que ello "proporciona una visión de cómo Occidente debe reaccionar ante los ataques de Bruselas".
"Nosotros, la opinión pública, los medios de comunicación, los funcionarios públicos y políticos haríamos bien en no ceder erróneamente y exacerbar nuestra sensación de vulnerabilidad y de debilidad", sugiere.
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