Como ya advertimos el reciente atentado terrorista ocurrido en Paris benefició a los dos candidatos principales: Le Pen y Macron (finalmente, el candidato Rothschild parece que acabará siendo el más beneficiado, aunque como ha demostrado Trump, en realidad tanto da).
Esto es lo que decíamos en dicho artículo:
(este atentado es) exactamente lo que necesitaba Le Pen, de manos de sus presuntos enemigos más enconados, los “malvadísimos islamistas radicales”…
(…)el atentado, a quien más beneficia no es solo a Le Pen, sino que perjudica especialmente a Mélenchon, el outsider que estaba ascendiendo por la retaguardia y que pretendía luchar contra la oligarquía.
Y ante el posible ascenso de Le Pen, es posible que mucha gente acabe de convencerse por votar al agente Rothschild, Macron, por ser un voto útil (puesto que está empatado en las encuestas con ella) para “luchar contra la radical ultraderechista”.
Y efectivamente, eso es lo que está sucediendo: Macron, el banquero que trabajó en la Banca Rothschild, ha recogido el “voto útil” accionado por el miedo a la ultraderecha y parece ir disparado hacia el Palacio del Elíseo, pues en esta segunda vuelta, recogerá gran cantidad de votos de los candidatos que se han quedado por el camino y que pedirán a sus votantes que den su voto a Macron, para “impedir el ascenso del populismo más peligroso”.
Así pues, por más horribles que pudieran ser los otros candidatos, ganará de forma segura uno de los dos peores, convirtiendo las elecciones francesas en un paralelismo con lo sucedido en EEUU.
Y es que lo que está sucediendo en Francia no tiene nombre.
Cuando parecía que la estupidez humana no podía alcanzar nuevas cotas tras la victoria de Trump, los franceses han roto todas las barreras posibles.
Con estas elecciones, están construyendo la torre Eiffel de la estulticia.
¡Es tan descorazonador! Los franceses, que siempre se han presentado como un pueblo tan aparentemente culto y amante de la libertad, echándose en brazos de estas dos basuras de la peor calaña.
Da tanto asco, que no hay palabras para describirlo en toda su magnitud.
Ahí tenemos a una auténtica perra ultraderechista de la peor estirpe, (¿alguien se ha olvidado de la basura que es su padre y de lo que representa, por más que ella haya construido una hábil barrera de humo para ocultar su naturaleza política?), presentándose como “la auténtica representante del pueblo”.
¡Y millones de personas se lo han creído!
Se ha de ser tan rematadamente idiota para creer que un ultraderechista “es representante del pueblo”, como para creer que un magnate multimillonario es un “anti-sistema”, como ha sucedido con Trump.
Creerse burradas de esta magnitud es síntoma claro de discapacidad intelectual, literalmente.
Pero todo ello se queda muy, pero que muy corto, al lado del nivel de estupidez que ha de tener un ciudadano para votar a Macron.
Parece inconcebible que alguien “de la calle”, es decir, alguien que no sea un banquero, un magnate o un gran empresario, pueda llegar a un nivel de gilipollez tan acusada como para votar a Macron, sin ser considerado directamente un oligofrénico.
Además, lleva pintado en la mirada el tipo de “persona” que es…¿es que ya nadie tiene instinto?
¿Les han lavado el cerebro? ¿Les han hipnotizado?
Sinceramente, uno se queda estupefacto y sin palabras ante tanta estupidez masiva.
Es tan increíble que hasta se hace difícil de creer que pueda ser real. Parece como un mal sueño, como una pesadilla.
Un banquero, que ha trabajado directamente para la Banca Rothschild, que ha sido ministro de Economía con el catastrófico gobierno de Hollande, y que es presentado como (redoble de tambores) ¡¡¡BANQUERO ANTISISTEMA Y ANTI-ESTABLISHMENT!!!
¡¡Y consigue millones de votos!!
¿Se lo pueden creer?
¡Bravo franceses, lideráis el ránking de la estupidez mundial! ¡Que os den la copa ya!
¡Cuando parecía que la estupidez española era ya insuperable, los franceses han batido todos los récords!
¡La tomadura de pelo de Trump es un juego de niños al lado de esto!
Lo de “banquero antisistema y anti-establishment” supera con creces todas las cotas del insulto a la inteligencia existentes hasta la actualidad y es una demostración de lo profundamente enferma que está, no solo la sociedad francesa, sino todas las sociedades occidentales.
Como decíamos en el artículo UN MUNDO DE BUENOS Y MALOS, a las masas se las manipula con mecanismos tan simples como “la programación a la contra”…
Es un mecanismo de programación habitual, que vemos reflejado constantemente a nuestro alrededor.
El odio al contrario, al que se ha clasificado en la propia mente como “enemigo”, lleva a muchas personas a actuar “a la contra de”, sin percatarse de la tremenda manipulación a la que estan sometidos con tal actitud.
Pues esa lucha “contra algo”, los lleva a ingresar ciegamente en las filas del opositor, sin detenerse a analizar quién es ese opositor ni cuáles son sus intenciones.
(…)
Eso permite que los grandes poderes económicos que realmente lo controlan todo desde la sombra, prosigan con sus actividades sin nadie que se les oponga, pues todas las energías de la población quedan dispersadas en ese enfrentamiento entre supuestas izquierdas y derechas.
¿Cómo puede ser posible, que siempre les funcione un mecanismo de manipulación tan obvio y tan simple?
Ahora, el viejo paradigma en el que se basaba este mecanismo de manipulación, fundamentado tradicionalmente en el enfrentamiento entre “progresistas” y “conservadores”, se está transformando en una especie de elemento de manipulación deforme, basado en el enfrentamiento entre los calificados como “pro-establishment” y los “anti-establishment”…y resulta que como “anti-establishment” o “anti-sistema” se puede presentar un banquero de los Rothschild, un magnate corrupto al servicio de las élites financieras y el complejo industrial-militar, o los ultraderechistas, amantes de los más anticuados métodos de manipulación de la masa (para ellos “la chusma”) basados en la puta tradición, la puta patria y la puta religión.
¡Y a todos les funciona!
¡Porque el nivel de estupidez del ser humano parece estar creciendo exponencialmente con el paso de los años, hasta el punto de que pronto, a la estupidez humana la podremos considerar como una nueva fuerza de la naturaleza, capaz de deformar, no solo las mentes, sino el propio espacio tiempo!
NOTA ADICIONAL
El partido paralelo en España a esa estafa política vergonzosa llamada “En Marche!” (que recibe el pomposo nombre oficial de “Asociación para la Renovación de la Vida Política”), es el partido creado y respaldado por la banca y las élites del IBEX-35: Ciudadanos, posiblemente la mayor estafa política de la historia española, liderada por ese pijo vomitivo llamado Albertito Rivera (alias falangito) y sus sucios secuaces, entre los que destacan el infecto Javier Nart y el pseudo-actor fracasado Toni Cantó, entre otras perlas nacionales.
Como nota divertida, vean a ese tertuliano engañabobos, demagogo y sinvergüenza llamado Javier Nart, haciendo el más absoluto de los ridículos junto con su jefecito Rivera, mientras intentaban presentarse públicamente como los amiguitos del trinfador Macron (el elegido por el amo Rothschild).
Un ridículo de los que hacen época…
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