Hiriart y Belaunzarán, los riesgos de criticar
Pablo Hiriart y Fernando Belaunzarán ya comprobaron aquello de que “es riesgoso plantear una voz disidente en medio de un coro de letanías”. Ambos son objeto de intolerancia, insultos, advertencias desproporcionadas en redes sociales, por las duras críticas que le hacen a AMLO.
Ya no es el gastado chayotero que lanzan los amlovers fanatizados, cada vez que no les gusta lo que leen, sino de auténticos llamados a asesinarlos para que se callen.
Al columnista de El Financiero le dedicaron el siguiente tuit, emanado de la cuenta de un tal @Roy E. Vargas: “Ojalá alguien asesine brutalmente a Pablo Hiriart y a su familia por sus constantes mensajes al Presidente electo”.
Al perredista y vocero de la corriente Los Galileos no le fue mejor. En la cuenta de Twitter de Don Robinson leímos: “No se por qué presiento que un día no muy lejano se te va a encontrar con cien puñaladas tirado en un callejón”.
Lo peor es que en las réplicas a esos inadmisibles mensajes hay muchas que apoyan el llamado a matarlos. Otros ya quieren a Pablo de regreso en su natal Chile.
La amenaza inhibe la libertad de expresión. Seguro estoy de que ni Hiriart ni Belaunzarán se van a callar por temor.
A menudo difiero de Pablo, pero defiendo su derecho a manifestar libremente sus ideas. Es de los pocos que no cambió de posición después del triunfo del tabasqueño. Eso lo avala. Mi solidaridad con los dos.
No puedo cerrar el tema sin referirme al caso de Ricardo Alemán. El otrora columnista de Milenio fue literalmente linchado por aquel desafortunado tuit que fue interpretado como un llamado a matar a AMLO.
La reacción fue de tal magnitud, que Alemán tuvo que dejar varios de sus empleos. ¿Dónde están los indignados de entonces? ¿Alguien de Morena que llame a la serenidad? ¿Dónde?
Ese discurso de odio no ayuda al objetivo confesado por AMLO de pacificar este país. Por el contrario, atiza la polarización y la violencia en nuestro enlutado México.
En un pronunciamiento en el marco de su primera reunión con la Conago, los 14 gobernadores del
PRI le dejaron claro al Presidente electo que el diálogo será directo con él y miembros de su gabinete, pero no con “autoridades intermedias” como los coordinadores estatales que designó.
“Nuestro trato con el gobierno federal será constructivo y respetuosos, pero siempre en forma directa con su titular, así como los integrantes de su gabinete…”, dice el pronunciamiento.
Agrega: “Planteamos con claridad y responsabilidad que el Pacto Federal no conoce de autoridades intermedias… El adelgazamiento de la burocracia, con el que estamos de acuerdo, no puede obstruir el diálogo entre los estados y la Federación”, subrayan.
De esos 14 gobernadores del PRI, dos ya se van: Aristóteles Sandoval, Jalisco; y Rolando Zapata, Yucatán.
Pero el mandatario electo de Jalisco, el emecista Enrique Alfaro, y el de Yucatán, el panista electo Mauricio Vila, andan en la misma sintonía: que los recursos para atender las necesidades de la población se manejen de manera directa por el gobierno local y no por los procónsules de AMLO.
Lo adelantamos aquí. (Excélsior, 17-08-18) Se va a armar en el PAN si Damián Zepeda se autoimpone como coordinador de los senadores del azul.
Ya se impuso y se armó. El lugarteniente de Anaya desafió a la mayoría de los gobernadores de Acción Nacional que lo vetaron porque no quieren continuidad. Maniobró para el autodedazo que ya lo tiene como jefe de la bancada de Acción Nacional en la Cámara alta.
Los gobernadores azules —nueve de 12 y un electo— ya reviraron y fuerte. Dieron su apoyo al senador saliente Héctor Larios —quien no es del grupo de Anaya— para que sea el próximo jefe nacional.
Pero también al exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, para que ocupe la Secretaría General
Tres no se sumaron a Larios: Miguel Ángel Yunes, Veracruz; Javier Corral, Chihuahua; Kiko Vega, Baja California. El más perjudicado por la falta de consenso para un “candidato de unidad” es el diputado saliente Marko Cortés, quien tenía posibilidades, si Damián no se autodesigna.
Muy a su pesar, Marko trae el fierro de Anaya, por más que diga que se opuso al Pacto por México.
En el entorno del diputado michoacano ya entraron en el sospechosismo. Dicen que Larios es “una pieza” de la estrategia para hacer avanzar un acuerdo entre Moreno Valle y AMLO.
“RMV viene como Caballo de Troya de Morena… Lo que quieren (los góbers) es un acuerdo con López Obrador. A cambio de recursos para sus estados, entregan soberanía y la libertad del PAN”, aseguran.
¡Mmm!
Me gustó la contundencia con la que Gustavo Madero, a quien se mencionaba como posible coordinador de la bancada del PAN en el Senado, reconoció que acertamos los que más criticamos a Ricardo Anaya.
“Es triste reconocer que quienes lo apoyamos, perdimos y nos equivocamos”, escribió el expresidente del PAN ayer en Twitter.
Van dos veces que lo dejan como al chinito: milando.
Marcelo Ebrard festejó, como si hubiese ganado la Copa del Mundo, la designación de Mario Delgado, su incondicional, como coordinador de los diputados de Morena.
“!Espléndida decisión! Se trata de alguien muy bien preparado, íntegro, quien supo hacerse en los hechos de gran prestigio”, celebró.
El exjefe de Gobierno y sus aliados en Morena ya tienen dos posiciones clave para tejer rumbo al 2024: la cancillería y la coordinación de la mayoría de Morena en San Lázaro.
Por Excélsior
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