El futuro, lo construyamos con nuestras palabras

El futuro, lo construyamos con nuestras palabras [Archivos adjuntos


El futuro, lo construyamos con nuestras palabras

· A través del idioma local, dibujos, murales, artesanales, señalaron más de 100 personas que participaron en el marco del 11 Encuentro intercomunitario “Arte y Resistencia desde Abajo”

· Hay que empoderarnos y darle uso positivo a la palabra, tal como lo conciben los pueblos indígenas.

San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México a 19 de marzo de 2012 (Bernardo Caamal Itzá).

Murales y mantas que asemejan modernos códices mayas, caras antropomorfas hechas de plastilina; de la basura, se obtuvo el papel y el cartón, mismos que más tarde se convirtieran en la réplica de animales mitológicos, que tienen parecidos a dragones y otros, de tal forma que cada una de las obras realizadas, a través de ellas, los pueblos indígenas expresan sus variadas formas de conceptualizar, reproducir y comunica sobre su mundo.

-En el lugar donde estamos viviendo, sabemos que entre todos están entrelazados, y todo tiene utilidad, y es parte de esta hermosa creación, y en él, los dioses siempre están presentes e imperfectos. Por tanto, el hombre ha de saber, que constituye uno de sus elementos, señaló uno de los jóvenes participantes durante la presentación de los trabajos elaborados durante el Segundo Encuentro Comunitario denominado “Artes y Resistencia desde abajo” que inició el pasado sábado 17 de marzo y que concluyó la noche de este domingo.

El encuentro fue realizado por organizaciones civiles, colectivos y redes sociales , conscientes de su compromiso con las comunidades indígenas para dar a conocer su voz, su palabra y de su forma particular de conceptualizar al mundo, eligieron como sede del evento, la CIDECI, Las Casas de la Universidad de la Tierra -Unitierra Chiapas-. Entre los convocantes, sobresale la Radio Zapatista, RACCACh, Editorial Independiente Edicóes Toró, la Retos-Nodo Chipas, El Centro Cultural Tepito, el PVIFS, El Sótano de los Olvidados, el CIESAS y el CESMECA-UNICACH.

-Fue un encuentro fabuloso, donde todos tienen un espacio y de que aportar. Si no sabes escribir, pues basta con relatar esa historia, para que otros te apoyen en escribirla y de esta manera, esta experiencia trascienda, muestre la enorme riqueza y legado de cada uno de nosotros, resaltó otro de los asistentes de este encuentro comunitario.

En el marco de este evento se organizaron talleres, como: nuestra palabra: voz y papel; cuerpo en resistencia; pintura mural, y objeto arte, mismos que fueron conducido por expertos en sus respectivas especialidades provenientes de la ciudad de México y de otras partes del mundo, como Brasil, destacando, Allan de Rosa, Everardo Pillado, Luis Arévalo, Luciane Silva, Primo Mendoza, Alejandro Caballero Valdés, Julio Tobón y Alejandro Reyes.

- ¿Quien dice que lo que escribo, está mal? ¿Porque lo dice así? Es cierto también que hay que entender el concepto de lo que significa realmente la palabra, porque de ella nace el amor, el odio o una forma de describir las cosas o soñar, recalcó Allan de Rosa.

Recordó, “De los arboles sale la materia prima para hacer los libros. Cada una de las culturas del mundo, como la maya, el ceibo lo representa. En sí en el árbol se encuentra la conjunción de los cuatro elementos básicos que hay en la vida, como la tierra, el agua, el fuego y el aire; entonces, para que fructifique el libro, necesita de nuestras palabras.

-Debemos tener claro también, que de quienes hacemos uso de la palabra, hay que estar consciente de su importancia para nuestras comunidades, señalando las cosas como son, porque sabemos, que la palabra ha sido mal usada y lo han desvirtuado. Sin embargo, en los pueblos indígenas, hay evidencias, de su conceptualización que implica el respeto y el cumplimiento de quien haga uso de ella.

Uno de los participantes provenientes de Yucatán, advirtió que en el t’aan –o la palabra de acuerdo a la lengua maya- , dijo, “Tu palabra de inicio debes de respetarlo, porque, cuando al ser pronunciada, debe ser sentida, analizada y cumplida” mientras que de ésta, al promover la participación de los otros, se promueve el tsíikbal o el intercambio de ideas, donde debe prevalecer el respeto y el trabajo en la colectividad.

Allan de Rosa, agregó entonces que en la palabra, debe estar también la ficción y no la mentira. Todos tenemos ese derecho por crear e inventar, pero no ha mentir. La ficción ayuda a crear y a imaginar, mientras que la mentira daña y lastima, señaló Mariano Estrada, originario de Palenque, Chiapas.

El facilitador bosquejó a nivel conceptual de la palabra y como es usada para promover la discriminación “Muchas veces no nos damos cuenta de lo que hacemos. Es podemos aclarar con cosas tan sencillas, como lo negro, de la noche y se relaciona con la maldad y de ahí a las personas que tienen esa coloración de la piel, en cambio del color blanco, como la luz y a la justicia, y nunca se dice que la luz puede llegar a cegar también”.

Argumentó que en el caso de los pueblos indígenas del mundo, conceptualizan de otra manera, y cada uno tiene una función propia en la vida, como el día y la noche, la función del sol y la luna, la sombra y la claridad.

Señaló también que hay muchas formas de entender los elementos que nos rodean, y conocerlo significa conocer las otras opiniones de los otros que viven en este lugar, y es lo que favorece entender las cosas, desde el acto de reconocer, cómo convivimos e interactuamos.

-Escribir esas experiencias, usando solamente el papel y lápiz, para proyectar esas palabras que indudablemente podría cambiar el ritmo de nuestras vidas. Entonces las palabras son usadas para contar la historia de la comunidad y de la familia, y es portavoz del pensamiento.

-Entonces, desde nuestra forma muy particular de entender el mundo, usando a la palabra del lugar donde soy, en cada uno de sus versos, podría acceder no sólo la formación de nuevos lectores sino que también sean atractivos para ellos; ahí está el reto, debemos empoderarnos de la palabra y hacer nuestros libros y con el idioma que queramos, y con acceder a la libertad de crear y planear nuestro futuro como pueblo, planteó Allan de Rosa.

El taller Nuestra palabra: voz y papel, coordinado por Allan, concluyó con la elaboración de libros por parte de sus autores, y cuyo interior es posible encontrar los materiales que generó cada uno de sus participantes, por tanto, en cada uno, se encuentran verdaderos tesoros que muestran un mundo aún desconocido para muchos en pleno siglo XX1.

Este segundo encuentro reunió a más de 100 personas que representan varias organizaciones comunitarias, y cuyos trabajos, fue compartido enmarcada plenamente con la activa participación en cada uno de los talleres, y la música cumplió su objetivo, como por su magia, se dejó sentir en los pies, manos, y de todo el cuerpo de quienes la ejecutan, de tal forma que todas expresiones, que comunican y conciben al mundo, sus dioses imperfectos y de los sitios sagrados de los pueblos indígenas, y en cuyas escenas, sobresalió como conciben a su pueblo y fue expresada en las mantas y en los murales que dibujaron, asemejando a los modernos códices mayas, y lo interesante hecha por quienes viven en sus comunidades.

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Archivos adjuntos de BERNARDO CAAMAL ITZA

Foto 6 de 6





Figuras, elaboradas por los participantes.JPG




Jovenes mayas, usando la plastilina para construir seres propias de su forma de ver la vida.JPG




La palabra que transforma y libera y construye un futuro promisorio.JPG




Libros elaborados manualmente, y en cuyo interior se encuentran joyas de la literatura local.JPG




Murales realizados de forma colectiva, y que muestra la concepcion hacia la vida y a la naturaleza.JPG




Verdaderos códices, construidos por jovenes mayas.JPG