El auge de multimillonarios en México, gracias a Salinas
EU evaluó fortunas de mexicanos que consolidaron sus riquezas con Salinas. Se beneficiaron de privatización de empresas públicas, concluye legación del país vecino. La concentración de esa riqueza atasca al país, señala.
Publicado el: 14 de febrero de 2011
Ricardo Salinas Pliego y Carlos Slim Helú, en imágenes de archivoFoto José Carlo González y Carlos Ramos
Por: Roberto González Amador
Para la embajada de Estados Unidos en México, varias dinastías de empresarios mexicanos que cada año figuran en la lista de multimillonarios de la revista Forbes deben sus fortunas a la privatización de empresas públicas emprendida por el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Es lo que afirma un despacho de la legación, cifrado como «confidencial», que fue entregado por Wikileaks a La Jornada. Fechado en julio de 2008, a propósito de la publicación anual de la lista de multimillonarios de Forbes, el cable menciona:
“México, país en el que aproximadamente 40 por ciento de la población vive en pobreza, tiene 10 personas en la lista de multimillonarios de 2008 de la revista Forbes. Estos individuos han hecho aportaciones importantes a la sociedad, mediante la expansión de servicios en zonas marginadas y creación de empleos o donativos, pero esta concentración de la riqueza y poder económico dificulta la capacidad del país para aumentar y profundizar su competitividad en industrias importantes.”
El autor del documento, que lleva el aval del entonces embajador Tony Garza, se detiene en la relación de esos millonarios mexicanos con el poder político, pero también apunta directamente al momento en que varios solidificaron sus fortunas: la privatización de empresas realizada durante la gestión de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).
En 2008 los mexicanos que figuraron en dicha lista son: Carlos Slim (Teléfonos de México), Alberto Bailleres (Grupo BAL), Germán Larrea (Grupo México), Ricardo Salinas Pliego (TV Azteca), Jerónimo Arango (ex propietario de Aurrerá, después adquirida por Wal Mart), Issac Saba (Grupo Casa Saba), Roberto Hernández (ex presidente de Banamex), Emilio Azcárraga Jean (Televisa), Alfredo Harp (ex accionista de Banamex) y Lorenzo Zambrano (Cemex).
En el documento, el diplomático estadunidense que lo redactó se pregunta cómo dichos empresarios llegaron a la lista de Forbes, club en el que el requisito para ingresar es tener una fortuna personal de al menos mil millones de dólares.
Su respuesta: «Es difícil hacer generalizaciones acerca de la manera en que estos individuos acumularon su riqueza. Algunos la heredaron, otros la han acumulado con su esfuerzo por mucho tiempo. Mientras unos han asumido la necesidad de la transparencia y de modernas prácticas empresariales, otros prefieren la privacidad y las maneras tradicionales de hacer negocios. Algunos han tomado claramente ventaja de los defectos de las instituciones mexicanas y de sus relaciones con importantes figuras políticas para aumentar su riqueza».
A continuación se afirma en el despacho diplomático:
“Varias dinastías empresariales surgieron en los años de 1990, cuando el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, del Partido Revolucionario Institucional, empezó a desmontar la centralizada economía mexicana. Salinas vendió más de mil empresas estatales, que iban de fundidoras a ferrocarriles.
«Desafortunadamente, en algunos casos, esas privatizaciones llevaron a la creación de monopolios privados, que beneficiaron a algunos empresarios y políticos, mientras dejaban al mexicano promedio fuera.»
El documento, identificado como 08MEXICO2187, está dirigido por la embajada de Estados Unidos en México al Consejo de Seguridad Nacional; al Comando Sur del Ejército, con sede en Florida; al Comando Norte, y a los departamentos de Comercio, Energía y Tesoro.
El autor asegura que un «ejemplo clásico» de la forma en que empresarios se beneficiaron de sus contactos políticos durante la privatización de empresas públicas en el gobierno de Carlos Salinas es Teléfonos de México, cuyo principal accionista es Carlos Slim Helú.
«Un ejemplo clásico es la privatización de Telmex. Cuando Slim y sus socios adquirieron Telmex, en 1990, el gobierno les dio condiciones extremadamente favorables. No sólo el gobierno de México vendió el monopolio de Telmex intacto, sino estableció barreras a la competencia durante los seis años posteriores a la privatización. De manera similar, Ricardo Salinas Pliego adquirió la empresa estatal Imevisión mediante una subasta en 1993, convirtiéndola después en Tv Azteca.»
El cable menciona que los aspectos de esta concentración de riqueza y de poder económico por un grupo de empresarios no pueden ser pasados por alto, «porque varios de esos individuos controlan monopolios y oligopolios que lastran el crecimiento económico. Slim, Salinas y otros han usado su influencia para favorecerse de la política económica, favorecer sus intereses empresariales y obstaculizar a sus competidores».
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