Concentración contra la guerra imperialista en Siria
El pasado sábado, 30 de junio, un grupo de internacionalistas aragoneses decidimos llevar a cabo una acción contra la guerra imperialista que se está gestando sobre Siria, respondiendo a una concentración que reclamaba una intervención occidental sobre este país soberano.
Con
tranquilidad pero con firmeza; sin ánimo de provocar, pero sí decididos a
impedir que una vez más se difunda solamente la versión pro-imperialista de este
desgraciado conflicto, nos presentamos en la plaza de España de la capital
aragonesa con octavillas, cánticos y una pancarta pintada con los colores de la
legítima bandera de la Yamahiriya Siria y con los lemas: “con el pueblo sirio”,
“no a la guerra imperialista”.
Los
manifestantes pro-guerra, por su parte, llevaban numerosas banderas del antiguo
protectorado francés sobre Siria y Líbano con la palabra inglesa “freedom” (una
bandera similar a la de Siria, pero con tres estrellas rojas en lugar de dos
verdes y la franja superior verde en lugar de roja), bandera adoptada
recientemente por los rebeldes sirios como estrategia de propaganda visual, al
igual que hicieran los rebeldes libios del CNT-OTAN adoptando la antigua bandera
confesional de la monarquía feudal del rey Idrís I. Con un equipo de sonido
alimentado por un grupo electrógeno de gasolina, se dedicaron a emitir cánticos
tan “pacíficos y democráticos” como: “Al-Assad no te quiere ni tu madre”, “vete
de Siria con toda tu familia” y algunos mas subidos de tomo como: “Al-Assad,
asesino, la horca es tu destino”, o “vas a acabar como Gadafi”, así como otros
en favor de una intervención internacional, sin matizar si esta debía ser de
tipo abiertamente militar como en libia o en forma de bloqueo y sanciones
económicas y de atentados y sabotajes terroristas como la que sufren Cuba y la
propia Siria.
Nosotros
por nuestra parte coreamos “OTAN no, bases fuera”, “Antimperialistas” o “no mas
sangre por petróleo”. Algunos de los manifestantes favorables al golpe de Estado
en Siria, nos amenazaron exigiéndonos que nos fuéramos, grabando nuestras caras
con móviles e intentando tapar nuestra pancarta con sus banderas coloniales;
nosotros respondimos dialogando con ellos y entregándoles el mismo panfleto que
estábamos repartiendo entre los viandantes, y que explicaba nuestra postura,
pero finalmente, media docena de antidisturbios de la policía nacional se
acercaron para identificarnos y ante la amenaza de imponernos una sanción, nos
retiramos, satisfechos con la acción realizada y con una única cuestión en el
aire, pendiente por resolver: ¿de donde sale el dinero o los medios para
convocar una manifestación con cincuenta banderas de tela hasta ahora
desconocidas, generador y equipo de sonido y carteles a color?.
Círculo
Antiimperialista de Aragón | Para AraInfo
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[Reproducimos a continuación el texto repartido por
Círculo Antiimperialista de Aragón:]
Con el Pueblo de Siria y su soberanía, contra la
guerra imperialista.
Durante los últimos meses y al abrigo de la llamada
“primavera árabe” estamos asistiendo en Siria a un clima de inestabilidad y
violencia. Sin embargo, y según demuestran algunos medios y testimonios
alternativos, los hechos que en este país árabe están sucediendo no parecen ser
exactamente como nos los cuentan los medios de comunicación de masas. Estos
media, y algunas pseudo-ONG´sde las que se hacen eco, nada de inocentes tienen,
pues en ambos casos están controladas por poderosos grupos económicos de
presión, muy interesados en hacer fortuna con las guerras neocolonialistas; se
empeñan en mostrarnos una realidad deformada culpando de todos los tristes
sucesos al legítimo Gobierno sirio, e idealizando a su vez a unos supuestos
rebeldes que poco tienen de democráticos, menos de pacíficos y nada de
revolucionarios.
El Gobierno (que no régimen) de Bashar Al-Assad ha sido
elegido y apoyado por la inmensa mayoría del pueblo sirio; el sistema o régimen,
que es la República Árabe Socialista, formado por un Frente Nacional Progresista
que agrupa a diversos partidos políticos unidos en la defensa de la integridad y
soberanía de Siria, tiene una calidad democrática y un respeto por los derechos
del pueblo, mucho mayores quelos de los países de la llamada Liga Árabe, que son
en su mayoría retrógradas monarquías feudales y teocráticas sustentadas por sus
petrodólares.
Los “rebeldes” por su parte, son en realidad
grupúsculos minoritarios de mercenarios y terroristas con nulo apoyo social,
pero extremadamente violentos y que sí cuentan con la cobertura y financiación
de los países de la OTAN, el estado de Israel, y las petromonarquías del Golfo,
además de fuertes vínculos con Al-Qaeda y organizaciones terroristas afines.
Estos fanáticos pretenden, no instaurar un régimen democrático en Siria, si no
un Estado de carácter islamista; un tipo de islamismo, eso sí, acrítico con el
capitalismo occidental y favorable a los intereses de éste. Para ello se han
dedicado durante meses a cometer actos criminales tanto contra el Gobierno y las
fuerzas militares y de seguridad sirias como contra la población
civil.
Debemos por todo esto dudar de las informaciones que
nos transmiten los medios de manipulación de masas, voceros de la OTAN. Ya nos
mintieron para justificar la guerra de Irak, hablando de un armamento que nunca
apareció; ahora lo han hecho con Libia y Siria hablando de supuestas matanzas
del gobierno para encubrir las cometidas por los “rebeldes” aliados de la OTAN y
justificar la intervención violenta de ésta. Cambian las mentiras, cambian los
gobiernos y personajes que nos las cuentan, pero lo que nunca cambian son los
objetivos de éstas: adueñarse de los recursos de los países soberanos que no se
dejan avasallar por el imperial-capitalismo.
Llamamos a secundar movilizaciones en contra de las
guerras imperialistas y no a favor de éstas; no pedimos a nuestros gobernantes
que inicien una guerra abierta que sólo traería más muerte y sufrimiento al
pueblo de Siria, ni tampoco que recrudezca su guerra económica de sanciones y
aislamiento que perjudica tanto al Gobierno como a la población. Exigimos de
ellos en cambio, que dejen de dar cobertura a los golpistas y que apoyen o al
menos respeten el diálogo nacional impulsado por el presidente Al-Assad entre
los sectores populares que rechazan la violencia y la intromisión
extranjera.
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