Hacia el segundo katún de la rebelión zapatista en el sureste mexicano

Hacia el segundo katún de la rebelión zapatista en el sureste mexicano

Gaspar Morquecho

Saber cuándo empezó el caminar de los pueblos indígenas en Chiapas. Unos dicen que hace más de 500 años. Para entonces había iniciado los 4 últimos katunes del 12 Baktún. Hace 15 katunes, es decir, hace 300 años se nació la llamada rebelión de los Zendales que conmovió a los pueblos de esa región que se tornó rebelde: Zactán, Chenalhó, Mitontic, Tenejapa, Huixtán, Oxchuc, San Martín, Tenango, Sivacá, Ocosingo, Guaquitepec, Sitalá, Bachajón, Simojovel, Jitotol, Plátanos, Santiago, San Andrés. San Pablo Chalchihuitán, Santa Marta, Magdalenas, Huitiupán, Petalcingo, Yajalón, Los Moyos, Tila, Tumbalá, Chilón, Palenque y los parajes de Shumulá, Chihuisbalam, Maxilhó, Tanaté, Tzacubiljá, Coilá y El Platanar. El centro de la rebelión fue Cancuc. Hace siete y medio katunes, en 1962, los Tzotziles de Chamula participaron en otro movimiento armado y más tarde, en 1911, en la guerra que, por parte de los chamulas, encabezó Jacinto Pérez Chixtot. La guerra de Pajarito dejó honda huella en la población ladina de Los Altos de Chiapas y, en particular, en la población coleta de San Cristóbal de Las Casas. Hace prácticamente dos katunes que se realizó el Congreso Indígena de Chiapas y un katún de la Rebelión del EZLN que conmovió al país aquel 1 de enero de 1994.

Mañana 21 de diciembre de 2012, es el día siguiente al último día del 13 baktún. Día en el que, todo indica, se movilizarán miles de bases de apoyo y agrupaciones aliadas, muy probablemente, en las ciudades de San Cristóbal de Las Casas, Las Margaritas, Ocosingo y Palenque. De ser así, se podrán recuperar los espacios y la presencia perdida en los últimos seis años. Es el inicio del segundo katún de la rebelión zapatista en el sureste mexicano.

Sin embargo, el inicio del 14 baktún no es nada prometedor para ninguno de los pueblos del mundo. Los enemigos del planeta y de la humanidad están por consolidar su hegemonía. Nos quedan las tareas de fortalecer las resistencias y crear nuevas articulaciones fraternas y solidarias, es decir, humanas.