Oriente Medio
Cinco jihadistas reclutados por la red de captación islamista desarticulada en España se inmolaron en atentados suicidas en Siria, según los autos emitidos por un juez que envió a prisión a los ocho detenidos en la operación contra esa trama.
Tres de los cinco terroristas eran españoles y su acción creó "un efecto llamada entre los integristas de Ceuta" (ciudad española en el norte de África), según destacó el juez que lleva el caso.
Los ocho integrantes de la red fueron enviados a prisión por integración en organización terrorista, según el magistrado.
Entre ellos está el presunto cabecilla -Karim Abdeselam Mohamed, alías "Marquitos"-, y a uno de ellos -Rochdi Abdeselam Abdel Lahh-, se le imputan también dos delitos de tenencia ilícita de armas.
Según los autos, los miembros de esta red pertenecen a una estructura con conexiones internacionales en Marruecos, Bélgica, Turquía y Siria, que se dedicaba a captar y enviar mujahidines a Siria.
Esta organización, que estaría "dando cobertura a grupos terroristas" como el Frente Jabhat Al Nusra, considerado el brazo armado de Al Qaeda en Siria, "habría conseguido enviar -al menos- seis grupos de varones, españoles y marroquíes, desde España a Siria".
De ellos, al menos cinco habrían cometido atentados suicidas, lo que "ha producido un efecto llamada entre los
Tres de los cinco terroristas eran españoles y su acción creó "un efecto llamada entre los integristas de Ceuta" (ciudad española en el norte de África), según destacó el juez que lleva el caso.
Los ocho integrantes de la red fueron enviados a prisión por integración en organización terrorista, según el magistrado.
Entre ellos está el presunto cabecilla -Karim Abdeselam Mohamed, alías "Marquitos"-, y a uno de ellos -Rochdi Abdeselam Abdel Lahh-, se le imputan también dos delitos de tenencia ilícita de armas.
Según los autos, los miembros de esta red pertenecen a una estructura con conexiones internacionales en Marruecos, Bélgica, Turquía y Siria, que se dedicaba a captar y enviar mujahidines a Siria.
Esta organización, que estaría "dando cobertura a grupos terroristas" como el Frente Jabhat Al Nusra, considerado el brazo armado de Al Qaeda en Siria, "habría conseguido enviar -al menos- seis grupos de varones, españoles y marroquíes, desde España a Siria".
De ellos, al menos cinco habrían cometido atentados suicidas, lo que "ha producido un efecto llamada entre los
integristas de Ceuta", asegura el juez.
La labor de los ocho detenidos era fundamentalmente de captación de jóvenes, "coordinándose con los 'facilitadores' de Siria" para que aprobaran la salida de los nuevos "voluntarios".
Con posterioridad realizaban los preparativos necesarios para que desde Ceuta o Marruecos los voluntarios pudieran viajar a ciudades de Turquía fronterizas con Siria, donde un "pasador" les ayudaba a cruzar al país para ser trasladados a un campo de entrenamiento.
Allí, "parte de ellos son utilizados como terroristas suicidas, mientras otros son preparados para insertarse en comandos que ejecutarán acciones terroristas", explica el juez.
El Ministerio del Interior de España difundió este fin de semana un vídeo que probaría como uno de los jihadistas enviados por esta red a Siria fue el responsable de la muerte de 130 personas en un atentado suicida contra el campamento militar de Al Nairab, el 1 de junio de 2012.
Se trataría de Rachid Wahbi, un taxista ceutí de origen marroquí y de 33 años, que viajó a Siria con ayuda de la red desarticulada y acabó empotrando el camión bomba que conducía contra un cuartel.
Los integrantes de la red cruzaban continuamente la frontera entre Ceuta y Marruecos, tanto para captar, reclutar y enviar jihadistas a Siria, como para informar a los familiares, a quienes se les entregaba el llamado testamento jihadista si alguno de estos terroristas moría en un atentado. EFE
La labor de los ocho detenidos era fundamentalmente de captación de jóvenes, "coordinándose con los 'facilitadores' de Siria" para que aprobaran la salida de los nuevos "voluntarios".
Con posterioridad realizaban los preparativos necesarios para que desde Ceuta o Marruecos los voluntarios pudieran viajar a ciudades de Turquía fronterizas con Siria, donde un "pasador" les ayudaba a cruzar al país para ser trasladados a un campo de entrenamiento.
Allí, "parte de ellos son utilizados como terroristas suicidas, mientras otros son preparados para insertarse en comandos que ejecutarán acciones terroristas", explica el juez.
El Ministerio del Interior de España difundió este fin de semana un vídeo que probaría como uno de los jihadistas enviados por esta red a Siria fue el responsable de la muerte de 130 personas en un atentado suicida contra el campamento militar de Al Nairab, el 1 de junio de 2012.
Se trataría de Rachid Wahbi, un taxista ceutí de origen marroquí y de 33 años, que viajó a Siria con ayuda de la red desarticulada y acabó empotrando el camión bomba que conducía contra un cuartel.
Los integrantes de la red cruzaban continuamente la frontera entre Ceuta y Marruecos, tanto para captar, reclutar y enviar jihadistas a Siria, como para informar a los familiares, a quienes se les entregaba el llamado testamento jihadista si alguno de estos terroristas moría en un atentado. EFE
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