“El diálogo interreligioso como desactivación de las dinámicas del odio”
NOTA DE PRENSA
El manifiesto , que ustedes tienen ante sí, es la declaración final de la primera reunión de la Red Catalana de Entidades de Diálogo Interreligioso, celebrada el 6 de abril en Barcelona. Quiere ser una modesta pero decidida respuesta ante una creciente presencia de las sutiles dinámicas del odio en nuestra sociedad. Este manifiesto es el resultado de un largo trabajo de la Comisión de formación de la Red y de cada uno de los grupos y personas miembros de las organizaciones que, por más de un año y medio, han leído los materiales, han debatido, han contrastado con la que realidad que les rodea y han compartido sus reflexiones con el fin de llegar a un consenso entre todas las entidades. El manifiesto es el resultado de este consenso. Este manifiesto pretende orientar el trabajo de cada una de las organizaciones miembros en su compromiso de construir una sociedad dialogal, espiritualmente arraigada, cohesionada y socialmente solidaria. En este sentido, la publicación del manifiesto abre una campaña para denunciar la situación y proponer acciones sinérgicas, imaginativas y creativas para prevenir y combatir la dinámica del odio. Además, ahora ofrecemos el manifiesto y la campaña a la sociedad entera con la esperanza de que ella nos ayudará a construir juntos una cultura de paz y diálogo que denuncie los prejuicios y estereotipos que contribuyen a generar dinámicas de intolerancia e, incluso, de odio. La Red Catalana de Entidades de Diálogo Interreligioso está formada por dieciocho entidades de diálogo interreligioso del área geográfica de cultura catalana. El servicio de coordinación de la Red lo desarrolla la Asociación UNESCO para el Diálogo Interreligioso.
Coordinació de la Xarxa: AUDIR, Lledó 11, 1r. – Barcelona // secretaria@audir.org
Tel. + 34 93 457 69 80 Mòbil +34 629 14 12 84
MANIFIESTO “EL DIÁLOGO INTERRELIGIOSO COMO DESACTIVACIÓN DE LAS DINÁMICAS DEL ODIO”
PRIMERAS JORNADAS DE LA RED CATALANA DE ENTIDADES DE DIÁLOGO INTERRELIGIOSO
Barcelona, 6 de abril de 2013
Reunidos los representantes de las entidades miembros de la Red y ante el preocupante crecimiento generalizado de las acciones y actitudes de incitación al odio y de intolerancia por pretendidas razones de identidad o de diversidad religiosa y conviccional (antisemitismo, islamofóbia, cristianofóbia, ateofóbia, etc.), manifestamos que: – El diálogo interreligioso aporta respeto, conocimiento, prevención de conflictos, aceptación y visibilización del otro. Esto genera una sociedad más cohesionada, más distendida y más eficiente. – No hay identidades totalmente abiertas o totalmente cerradas, sino que todos tenemos aspectos de apertura y de cierre. Toda identidad está en proceso, lo cual requiere capacidad de autoconsciencia y de autocrítica. Esta mirada lúcida sobre un mismo es el punto de partida para no proyectar las propias deficiencias sobre los demás. – Lo que nos cierra son nuestras heridas y miedos, los cuales nos llevan a una actitud defensiva. Nos hace falta superarlas para abrirnos a los demás y experimentar que esta apertura nos libera. Si somos libres, también seremos liberadores. – Detrás de las religiones hay personas: debemos redescubrir la humanidad de la religión. Esta condición humana implica tener muy presente el vínculo entre espiritualidad y psicología (aspecto individual e interno) así como entre espiritualidad y sociología (aspecto colectivo y externo). Nuestras carencias personales afectan significativamente la manera como vivimos nuestra religión y los retos del diálogo interreligioso. Conocer y entender el origen de las dificultades personales que derivan de una identidad cerrada, nos permitirá gestionarlas adecuadamente y fomentar un espíritu abierto en nosotros y en el de quienes nos rodean. – Todos tenemos el derecho de escoger la tradición, creencia o convicción que, en conciencia, creemos más adecuada. Es nuestra decisión, nuestra libertad.
- Queremos acercarnos al Misterio con humildad y receptividad para no absolutizar ninguna idea sobre Dios, el Absoluto o la Realidad Última, y aceptar que los demás tengan otra. – Vemos la necesidad de construir y vivir valores alternativos a las relaciones de dominio que provienen del patriarcado y que se expresan en ciertas relaciones entre hombres y mujeres, pero también en la alienación de toda persona a quien se considera diferente. – Creemos necesario cultivar las identidades más abiertas, profundizar y reforzar la escucha y la comprensión, expandiendo nuestra capacidad de interpretar y de empatía. Nos hace falta hacer un esfuerzo por conocer al otro y su cultura. Se debe favorecer la actitud del acercamiento con tolerancia, con hospitalidad, acogida, estimación, integración y promoción de la cultura de la paz. – La tolerancia es necesaria pero es sólo un primer paso. Se debe profundizar con el perdón, la compasión, el amor y la comunión. – Queremos profundizar la didáctica del diálogo: explicar y promover la base común de valores entre tradiciones religiosas y convicciones no religiosas y respetar las diferencias, especialmente a partir de la normalización de la cultura religiosa. Creemos necesario desarrollar una nueva conciencia global basada en la transculturalidad y en la interculturalidad. Para hacer esto hace falta dar a conocer los recursos ya existentes y desarrollar las nuevas formas comunicativas y en red de la sociedad del conocimiento. – Es necesario trabajar en una educación que equilibre los aspectos masculinos y femeninos de cada persona, superando los roles de género y potenciando la conciencia crítica, tanto en la escuela, como en la comunidad religiosa o en la familia y en los medios de comunicación, que deberán desarrollar y respetar un código deontológico en este sentido. – La reflexión y el diálogo deben concretarse en acciones: existe una incoherencia entre los discursos teóricos, las leyes, etc… y la vivencia de los valores en la vida de cada día. Hace falta que nos responsabilicemos individual y colectivamente, para que nuestras vidas reflejen los valores que afirmamos defender. Hace falta favorecer interacciones en proyectos comunes. – Proponemos una Casa de las Religiones dónde se visualizara la aspiración común de todas las tradiciones, con una estructura descentralizada y en red, lo cual permitiría la participación de los grupos locales.
- Creemos que las tradiciones religiosas, particularmente las más minoritarias, reciben demasiado a menudo un tratamiento inadecuado en los medios de comunicación, por falta de conocimiento. Pedimos más cuidado a los profesionales de la prensa ante informaciones negativas, simplistas o, incluso, capciosas, que no favorecen la comprensión mutua y alimentan el odio y los prejuicios. *Este manifiesto será presentado por las entidades miembros de la Red en sus territorios, además de ser presentado públicamente por la coordinación de la Red.
El manifiesto , que ustedes tienen ante sí, es la declaración final de la primera reunión de la Red Catalana de Entidades de Diálogo Interreligioso, celebrada el 6 de abril en Barcelona. Quiere ser una modesta pero decidida respuesta ante una creciente presencia de las sutiles dinámicas del odio en nuestra sociedad. Este manifiesto es el resultado de un largo trabajo de la Comisión de formación de la Red y de cada uno de los grupos y personas miembros de las organizaciones que, por más de un año y medio, han leído los materiales, han debatido, han contrastado con la que realidad que les rodea y han compartido sus reflexiones con el fin de llegar a un consenso entre todas las entidades. El manifiesto es el resultado de este consenso. Este manifiesto pretende orientar el trabajo de cada una de las organizaciones miembros en su compromiso de construir una sociedad dialogal, espiritualmente arraigada, cohesionada y socialmente solidaria. En este sentido, la publicación del manifiesto abre una campaña para denunciar la situación y proponer acciones sinérgicas, imaginativas y creativas para prevenir y combatir la dinámica del odio. Además, ahora ofrecemos el manifiesto y la campaña a la sociedad entera con la esperanza de que ella nos ayudará a construir juntos una cultura de paz y diálogo que denuncie los prejuicios y estereotipos que contribuyen a generar dinámicas de intolerancia e, incluso, de odio. La Red Catalana de Entidades de Diálogo Interreligioso está formada por dieciocho entidades de diálogo interreligioso del área geográfica de cultura catalana. El servicio de coordinación de la Red lo desarrolla la Asociación UNESCO para el Diálogo Interreligioso.
Coordinació de la Xarxa: AUDIR, Lledó 11, 1r. – Barcelona // secretaria@audir.org
Tel. + 34 93 457 69 80 Mòbil +34 629 14 12 84
MANIFIESTO “EL DIÁLOGO INTERRELIGIOSO COMO DESACTIVACIÓN DE LAS DINÁMICAS DEL ODIO”
PRIMERAS JORNADAS DE LA RED CATALANA DE ENTIDADES DE DIÁLOGO INTERRELIGIOSO
Barcelona, 6 de abril de 2013
Reunidos los representantes de las entidades miembros de la Red y ante el preocupante crecimiento generalizado de las acciones y actitudes de incitación al odio y de intolerancia por pretendidas razones de identidad o de diversidad religiosa y conviccional (antisemitismo, islamofóbia, cristianofóbia, ateofóbia, etc.), manifestamos que: – El diálogo interreligioso aporta respeto, conocimiento, prevención de conflictos, aceptación y visibilización del otro. Esto genera una sociedad más cohesionada, más distendida y más eficiente. – No hay identidades totalmente abiertas o totalmente cerradas, sino que todos tenemos aspectos de apertura y de cierre. Toda identidad está en proceso, lo cual requiere capacidad de autoconsciencia y de autocrítica. Esta mirada lúcida sobre un mismo es el punto de partida para no proyectar las propias deficiencias sobre los demás. – Lo que nos cierra son nuestras heridas y miedos, los cuales nos llevan a una actitud defensiva. Nos hace falta superarlas para abrirnos a los demás y experimentar que esta apertura nos libera. Si somos libres, también seremos liberadores. – Detrás de las religiones hay personas: debemos redescubrir la humanidad de la religión. Esta condición humana implica tener muy presente el vínculo entre espiritualidad y psicología (aspecto individual e interno) así como entre espiritualidad y sociología (aspecto colectivo y externo). Nuestras carencias personales afectan significativamente la manera como vivimos nuestra religión y los retos del diálogo interreligioso. Conocer y entender el origen de las dificultades personales que derivan de una identidad cerrada, nos permitirá gestionarlas adecuadamente y fomentar un espíritu abierto en nosotros y en el de quienes nos rodean. – Todos tenemos el derecho de escoger la tradición, creencia o convicción que, en conciencia, creemos más adecuada. Es nuestra decisión, nuestra libertad.
- Queremos acercarnos al Misterio con humildad y receptividad para no absolutizar ninguna idea sobre Dios, el Absoluto o la Realidad Última, y aceptar que los demás tengan otra. – Vemos la necesidad de construir y vivir valores alternativos a las relaciones de dominio que provienen del patriarcado y que se expresan en ciertas relaciones entre hombres y mujeres, pero también en la alienación de toda persona a quien se considera diferente. – Creemos necesario cultivar las identidades más abiertas, profundizar y reforzar la escucha y la comprensión, expandiendo nuestra capacidad de interpretar y de empatía. Nos hace falta hacer un esfuerzo por conocer al otro y su cultura. Se debe favorecer la actitud del acercamiento con tolerancia, con hospitalidad, acogida, estimación, integración y promoción de la cultura de la paz. – La tolerancia es necesaria pero es sólo un primer paso. Se debe profundizar con el perdón, la compasión, el amor y la comunión. – Queremos profundizar la didáctica del diálogo: explicar y promover la base común de valores entre tradiciones religiosas y convicciones no religiosas y respetar las diferencias, especialmente a partir de la normalización de la cultura religiosa. Creemos necesario desarrollar una nueva conciencia global basada en la transculturalidad y en la interculturalidad. Para hacer esto hace falta dar a conocer los recursos ya existentes y desarrollar las nuevas formas comunicativas y en red de la sociedad del conocimiento. – Es necesario trabajar en una educación que equilibre los aspectos masculinos y femeninos de cada persona, superando los roles de género y potenciando la conciencia crítica, tanto en la escuela, como en la comunidad religiosa o en la familia y en los medios de comunicación, que deberán desarrollar y respetar un código deontológico en este sentido. – La reflexión y el diálogo deben concretarse en acciones: existe una incoherencia entre los discursos teóricos, las leyes, etc… y la vivencia de los valores en la vida de cada día. Hace falta que nos responsabilicemos individual y colectivamente, para que nuestras vidas reflejen los valores que afirmamos defender. Hace falta favorecer interacciones en proyectos comunes. – Proponemos una Casa de las Religiones dónde se visualizara la aspiración común de todas las tradiciones, con una estructura descentralizada y en red, lo cual permitiría la participación de los grupos locales.
- Creemos que las tradiciones religiosas, particularmente las más minoritarias, reciben demasiado a menudo un tratamiento inadecuado en los medios de comunicación, por falta de conocimiento. Pedimos más cuidado a los profesionales de la prensa ante informaciones negativas, simplistas o, incluso, capciosas, que no favorecen la comprensión mutua y alimentan el odio y los prejuicios. *Este manifiesto será presentado por las entidades miembros de la Red en sus territorios, además de ser presentado públicamente por la coordinación de la Red.
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