Los últimos acontecimientos que han tenido lugar en el volcán Popocatépetl y sus alrededores, como fumarolas de gran altura, avistamiento de lava, y temblores, nos hacen recordar la señal aparecida en el volcán que se localiza junto a este, llamado Iztaccíhuatl. La mañana del 31 de Marzo del año 2003 es, lamentablemente al día de hoy, una fecha olvidada por muchos en la la ciudad de Puebla, ya que han pasado nueve años de haberse dado a conocer lo que sin duda parece una advertencia, misma que apareció la mañana del 31 de Marzo en el volcán Iztaccíhuatl. Varias personas reportaron al canal de la televisión local, que en la parte superior de la montaña referida, en la nieve que le cubría se alcanzaban a apreciar una especie de números o símbolos, mismos que eran imperceptibles por la distancia. La televisora realizó una toma hacia el volcán, y claramente se pudieron apreciar varios caracteres, los cuales eran incomprensibles.
Esta información le fue entregada al Licenciado Jaime Maussan, quien solicitó una investigación para conocer qué era lo que estaba plasmado en el volcán y su significado. El resultado, obtenido tres meses después de recibir el material para su análisis, arrojó una traducción cuyo mensaje tiene como propósito el ser una clara advertencia. Primeramente se pudo saber que no son símbolos, sino letras de la lengua hebreo antiguo, y segundo, que es un mensaje cabalístico, dado que su conformación incluye representaciones gráficas y equivalencias numéricas.

El significado de la investigación realizada tanto en Jerusalem, como en Tel Aviv, requirió del conocimiento de algunos sabios ancianos cabalistas, ya que a simple vista no se encuentra lectura o relación alguna entre las letras, cuyo origen, remarco, es hebreo antiguo.
Esto es lo que cabalísticamente hablando significan las letras.




















Entre los caracteres que forman parte de esta señal está la primera letra que es la “tet”, misma que se forma uniendo los tres puntos que claramente se pueden apreciar en la primer imagen arriba presentada. Estos puntos coinciden en su orden con el del cinturón de Orión, tal y como se muestra en las siguientes diapositivas.

Sin lugar dudas es obvio que la procedencia de este mensaje es de origen Celestial, ya que quienes nos advierten sobre la actividad de este coloso, son aquellos que han descendido hasta él, e incluso ingresado al interior del cráter, como lo demuestran algunos videos y fotografías que han sido evidencias recabadas durante los últimos doce años que el Popocatépetl ha tenido una constante actividad.