Reunión del grupo de los 8 y rebelión en Brasil.

La Columna de política internacional de Raúl Isman trató el 24 de junio de 2013 acerca de la reunión del Grupo de los 8 y la revuelta en Brasil. Desde
https://www.youtube.com/watch?v=2407swtBdok

De: Victor Manuel Ramos Rivera
Para: anaelsy mendoza ; Anarella Vélez ; "anarellavelez4@yahoo.com" ; "dario.euraque@trincoll.edu" ; David Romero Ellner ; Emilio Guerrero ; Esteban Meléndez ; Felix Antonio Molina ; "fian-honduras@googlegroups.com" ; galel cardenas ; hable como habla ; Juan Almendarez ; julio escoto ; Los Necios ; "nathalieroque@gmail.com" ; "neohibueras@googlegroups.com" ; "nicaragua_socialista@yahoogroups.com" ; "osaja2002@yahoo.es" ; "papatarzan@yahoo.com" ; Gabriel Impaglioni ; Radio Progreso ; Raul Isman ; Razel Tome ; "rsalgadob@yahoo.com" ; manuel zelaya ; Razel Tome
Enviado: domingo, 23 de junio de 2013 3:55
Asunto: Para repudiar las dictaduras

Estafeta
Para repudiar las dictaduras
Víctor Manuel Ramos
Mi compañero de opinión, Héctor Martínez, sociólogo, que indudablemente escribe muy bien, con algunos gazapillos, al fin y al cabo todos cometemos de vez en vez, es un defensor a ultranza de las teorías más derechistas de la política. Eso le lleva a una intransigencia y a deslices que han de hacer dudar a muchos lectores. En ese afán de desvirtuar todo cambio necesario en la dirección del camino en que el pueblo, por fin, como rezan nuestras constituciones es el único soberano, encuentre alguna forma de hacer valer ese postulado y sea quien dirija el timonel del Estado en la ruta de la reivindicación de las mayorías, sin menoscabo del bienestar, bien ganado, de empresarios honestos, altruistas y patriotas. Su visión, con anteojeras, de las cosas políticas le ha llevado a pregonar que es necesario comprender a las dictaduras, para tratarlas y aprender a convivir con ellas.
Para apoyar esta petición, Martínez nos pone en el escenario de su infancia, en el hogar en donde su padre vanagloriaba a Francisco Franco, de quien aseguraba había sido puesto en la conducción del pueblo español por gracia de Dios (léase Hitler y luego la ultraderecha macartista de los Estados Unidos), gracias al patrocinio exclusivo de la iglesia católica. Este respetable patriarca, según nos cuenta Martínez, era de los que deseaban “contar con una autoridad y un orden, aunque fuera a punta de garrote” , como exigencia imprescindible (debe haberse sentido muy complacido con las moscas Carías, las moscas Somoza, las moscas Ubico, las moscas Martínez, como las llamó Pablo Neruda). Aunque Martínez reniega de Franco a renglón seguido, porque considera que no hizo avances en la economía española. Los españoles, a través de múltiples obras de investigación histórica, sociológica, económica, cultural y política han caracterizado plenamente el régimen opresor de Franco y lo han repudiado casi unánimemente. No puedo dejar de señalar la enorme cantidad de españoles republicanos que fueron asesinados, sin dejar de destacar los asesinatos cometidos contra García Lorca y Miguel Hernández, dos poetas emblemáticos de las letras españolas; los españoles que fueron sometidos injustamente a prisión, los que tuvieron que salir a exilio –solo destaco a Juan Ramón Jiménez, Manuel Machado, Pablo Cassals, Luis Buñuel, Pablo Picasso-, los que no pudieron salir y tuvieron que soportar el acoso permanente de la tiranía oprobiosa de Franco sostenida por las sotanas.
Pero con este tibio rechazo a Franco, no pretende valorar la tiranía del caudillo porque no levantó la economía, sino que lo utiliza como pretexto para ir, ipso facto, a la loa emocionada y reiterada de otro tirano sanguinario que pasó sus últimos días huyendo de la justicia internacional, condenado en Chile y con casa por cárcel, me refiero al asesino de Chile, Augusto Pinochet, “cuyo mandato –afirma Martínez- lo recordamos por haber catapultado el capitalismo chileno a un sitial pocas veces visto”. Todo este panegírico, sin señalar ni un pelo de las atrocidades que cometió Pinochet en contra de la vida de miles y miles de chilenos, incluidos algunos de sus compañeros de armas, tal es el caso del General Prats, asesinado alevosamente en las calles de Buenos Aires por un comando instruido en Santiago de Chile por el mismo Pinochet. Justamente son las atrocidades por las que le recordamos y le condenamos. Plata capitalista manchada de sangre chilena y de sangre de muchos ciudadanos de otros países, tales como España e Italia, que reclaman aún justicia. Porque, lo debería saber Martínez, el fracaso de Allende no se debió a su incapacidad para gobernar sino a la trama urdida por los militares traidores que luego se convirtieron en asesinos de su pueblo, que fueron atizados fundamentalmente por la ITT y la CIA y las corporaciones que antes explotaban el cobre chileno recuperado patrióticamente por Allende.
También debería saber Martínez que un buen sistema social solo es posible mediante la armonía y el equilibrio entre los miembros de una sociedad, cosa que indudablemente no es posible en los regímenes que nuestro amigo eleva a la gloria: no puede haber armonía en Honduras cuando una burguesía corrupta (hay honorables excepciones) ha utilizado el Estado como botín para su enriquecimiento: ahí los tienen con sus almacenes llenos de artículos introducidos de contrabando, con sus cuentas bancarias engordadas a base de el logro de adjudicaciones en las licitaciones mediante el soborno, al crecimiento desmedido de sus ganancias mediante la venta al Estado, para el servicio de los pobres, de medicinas de mala calidad y adulteradas,…
El sistema que pregona Martínez colapsó, lleva más de doscientos años en nuestro país, demostrando su incapacidad para enrumbar a Honduras por la senda del progreso y el bienestar de todos sus ciudadanos.
Para limpiarse de cualquier pena, Martínez incluye en el mismo costal a personajes nefastos como Franco, Pinochet, junto con Fidel y Chávez, porque ignora a conveniencia que Chávez se mantuvo en el poder gracias a la decisión mayoritaria de los venezolanos y que Fidel es un auténtico líder de los cambios en América Latina, el hombre que rescató la dignidad de nuestros pueblos y que mostró que la independencia plena es posible.
Sospecho que toda esta parafernalia le servirá, más adelante, para que Martínez quiera convencernos de que Micheleti y Vásquez Romero son los salvadores de Honduras
Y si las dictaduras son necesarias, como afirma Martínez, a tal grado que hay que comprenderlas y aprender a convivir con ellas, porqué solo son válidas las que imponen la burguesía, ejército en mano, en contra de las mayorías de los pueblos, o es que los pueblos no tienen derecho alguno a decidir por sí mismos. Claro que sí: por ese camino van Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, Nicaragua y Brasil (En Brasil es contrastante la actitud de la Presidenta de ese país que comprende las razones de las marchas y llama al pueblo a dialogar para encontrar el verdadero camino del progreso y el cambio). Y Honduras está a punto de dar un paso definitivo, no lo dude, caro amigo.
ramos.victormanuel@hotmail.com