Jornada negra en Ucrania
con al menos 54 soldados muertos por los prorrusos
MÁS DESTACADO
EFE - Hace 21 minutos
Business Wire - Hace 12 minutos
Borís
Klimenko
Kiev, 14
jun (EFE).- Al menos 54 soldados ucranianos murieron hoy a manos de los
rebeldes prorrusos, 49 de ellos tras ser derribado un avión militar, en la
jornada más negra para las fuerzas gubernamentales desde el inicio hace dos
meses de la operación antiterrorista en el sureste del país.
El avión
Il-76, que además de sus nueve tripulantes llevaba a 40 militares de elite de
la 25ª Brigada Aerotransportada de Dnepropetrovsk, iba a tomar tierra en el aeropuerto
de Lugansk cuando fue derribado presumiblemente por al menos dos proyectiles de
bazoca por los insurgentes, que reconocieron la acción.
Otros
cinco soldados de la Guardia Fronteriza ucraniana murieron hoy en la ciudad de
Mariupol, en el sur de la vecina región de Donetsk, después de que la columna
de vehículos militares en la que circulaban fuera alcanzada por fuego de
mortero de los rebeldes.
El
Servicio de Guardafronteras de Ucrania, muy cuestionado por la opinión pública
de su país por dejar en manos de los prorrusos cientos de kilómetros de la
frontera ruso-ucraniana, reconoció las bajas que sufrieron sus hombres en la
ciudad a orillas del mar de Azov, escenario ayer de escaramuzas entre los dos
bandos enfrentados.
El
presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, declaró hoy luto nacional para mañana
y prometió "una respuesta adecuada a los terroristas" por derribar el
avión militar ucraniano.
"Todos
los implicados en un cínico acto terrorista de esta envergadura serán
castigados con toda seguridad. Ucrania necesita la paz, pero los terroristas
tendrán una respuesta adecuada", dijo el presidente ucraniano.
La región
de Dnepropetrovsk, donde tiene su base permanente la 25ª Brigada
Aerotransportada, declaró luto para mañana y el próximo lunes.
La
mayoría de los militares fallecidos en el ataque de los rebeldes, 32 de los 49,
procedían de esa región industrial del este rusoparlante de Ucrania.
Varios
expertos en defensa e incluso un oficial de la Guardia Nacional de Ucrania, el
comandante del batallón "Donbass" Semion Semenchenko, cargaron con
dureza contra los mandos de las Fuerzas Armadas ucranianas por permitir que el
avión aterrizara en una zona rodeada por milicianos armados.
"La
responsabilidad por la muerte de los 49 soldados, además de los ejecutores,
recae en los responsables de las Fuerzas Armadas. ¿Dónde estaba nuestra
inteligencia militar, si es que la tenemos?", lamentó Semenchenko en su
página de Facebook.
Aunque el
propio aeropuerto de Lugansk está bajo el control de la Guardia Nacional, sus
alrededores están en manos del Ejercito del Sureste, brazo armado de la
autoproclamada república popular de Lugansk, que se ha declarado independiente
de Ucrania.
Unos 200
manifestantes enfurecidos se concentraron a las puertas de la Embajada rusa en
Kiev para exigir "el fin de la injerencia de Rusia en los asuntos internos
de Ucrania", como rezan algunos de los carteles exhibidos por los
congregados.
Los más
agresivos tiraron huevos y líquidos contra la Embajada y los coches del cuerpo
diplomático ruso aparcados frente al edificio, a algunos de los cuales
pincharon las ruedas.
Mientras,
los combates entre las fuerzas ucranianas y los prorrusos continuaron toda la
jornada tanto en Lugansk como en la vecina Donetsk, donde los insurgentes
informaron sobre el derribo de un caza ucraniano y el apresamiento de su
piloto.
Instantes
antes, el caza Su-25 ucraniano derribado por los rebeldes había bombardeado la
comisaría de policía de Górlovka, convertida en cuartel general de los rebeldes
en esa ciudad, en un ataque que se saldó con al menos dos muertos y seis
heridos graves, según reconocieron las autoridades sanitarias locales.
Las
escaramuzas también continuaron en la periferia de la ciudad de Lugansk,
bastión de la rebelión prorrusa, con casi medio millón de habitantes, donde las
sirenas antiaéreas han sonado varias veces para advertir a la población sobre
la posibilidad de un ataque aéreo.
Una
veintena de insurgentes prorrusos armados con fusiles de asalto tomaron otra
sede del Servicio de Seguridad de Ucrania, en esa ocasión en la localidad de
Krasnodón, de 44.000 habitantes y situada en la frontera con Rusia.
Los
combates en el sureste de Ucrania se han recrudecido en los últimos días tras
un breve paréntesis a mediados de la semana, motivado aparentemente por los
esfuerzos diplomáticos para poner fin al conflicto armado entre las fuerzas
gubernamentales y los separatistas. EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario